04/12/2018, 09.47
UCRANIA
Enviar a un amigo

La auto-cefalia ucraniana, al estilo bizantino

de Vladimir Rozanskij

Se han venido a crear miles de dificultades a partir del contraste entre Moscú y Constantinopla sobre el futuro de la ortodoxia en Ucrania. Dependiendo de la solución a la que se llegue, la imagen y la composición de la Ortodoxia resultarán profundamente modificadas.  

El Sínodo del Patriarcado de Constantinopla celebrado del 27 al 29 de noviembre ha sido el último del año, y sus decisiones han dejado muchos interrogantes irresueltos sobre las cuestiones candentes de los últimos meses, que van desde la auto-cefalia ucraniana a la atención pastoral de los rusos en Europa. El estilo con que se vienen manejando estas problemáticas delicadísimas es decididamente “bizantino”, en tanto se da un paso adelante y dos atrás, dejando una gran confusión en los fieles de todas las partes implicadas en la causa.

A Estambul viajó, precisamente en los días del Sínodo, el consejero del presidente ucraniano, Rostislav Panchenko, a quien se le encomendó el procedimiento para la realización de la auto-cefalia de la Iglesia ucraniana. Él ha tratado de mostrar optimismo, afirmando que “todo procede según los planes”, y que antes de fines de diciembre se llevará a cabo el sínodo de institución de la nueva Iglesia ucraniana, en el cual se elegirá al nuevo primado, que, acto seguido, viajará a Estambul para recibir el Tomos de auto-cefalia. Ateniéndose a este escenario, queda excluida la posibilidad de que el patriarca Bartolomé viaje personalmente a Kiev para hacer entrega del Tomos.

En realidad, a partir de los lacónicos comunicados del sínodo constantinopolitano, se desprende solamente la disponibilidad para conceder el tan esperado certificado de autonomía, pero sin nombrar directamente el Tomos oficial y sin mencionar que el sínodo haya redactado una “carta magna” o estatuto de la Iglesia ucraniana. Se trataría de una parte integrante del mismo Tomos, que sería sometida a la aprobación del sínodo “unificador”; por tanto, parecería que Constantinopla está a la búsqueda de un nuevo “modelo eclesial”, en el cual la autonomía de la nueva Iglesia estaría fuertemente limitada por la dependencia del mismo patriarcado ecuménico de Constantinopla. El vocero del Patriarcado de Moscú, Vladimir Legojda, ha definido este procedimiento como un “fenómeno contra natura”, cuyo solo objetivo es retardar todo el proceso, a falta de una idea clara sobre su definición.  

En el mundo ortodoxo existen dos tipos históricos de auto-cefalia: la “antigua”, de los siete concilios de la época patrística, y la “nacional”, inaugurada justamente por el Patriarcado de Moscú en 1589 y luego extendida a las demás naciones de tradición ortodoxa, surgidas a partir de la caída del imperio otomano, de la Casa de los Habsburgo y del mismo imperio ruso. Los primeros patriarcados son de origen apostólico (La “pentarquía” de Roma, Constantinopla, Alejandría, Antioquía y Jerusalén) y no dependen de nadie, mientras que los patriarcas nacionales ortodoxos fueron instituidos en su totalidad o al menos aprobados por Constantinopla, aunque no sin varias resistencias teóricas y prácticas. A algunas iglesias ni siquiera se les atribuye el título de patriarca, sino que se limitan al nivel del metropolitano o del simple arzobispo, como es el caso de la Iglesia griega con sede en Atenas.

Luego de un enfrentamiento de varios siglos entre Constantinopla y Moscú, los dos principales centros de la Ortodoxia mundial, la nueva auto-cefalia ucraniana debiera consagrar la prevalencia de uno sobre otro, en base a las decisiones canónicas y al consenso popular, que aún debe verificarse. Constantinopla quiere ratificar el primado histórico y “teológico”, en tanto Moscú reivindica su propio rol según una dimensión numérica (controla a más de la mitad de los ortodoxos en el mundo) y una misión histórica, por haber defendido la pureza de la fe a pesar de las opresiones medievales de los mongoles y los turcos, y por haberla defendido de aquellas opresiones modernas, como el régimen soviético y el secularismo occidental.

El cuadro que debiera surgir del procedimiento canónico de la auto-cefalia ucraniana sería en todo caso bastante más diversificado: aún cuando una parte –más o menos considerable- de los ortodoxos fieles a Moscú pasaran a la esfera de la nueva Iglesia ucraniana, quedaría igualmente un porcentaje notable de parroquias y diócesis rusófilas que, en lugar de llamarse “Iglesia ucraniana del Patriarcado de Moscú” se llamarían “Iglesia rusa en Ucrania”, con las relativas limitaciones que el gobierno aplica a las Iglesias “extranjeras”.  Por lo tanto, se instituiría la Iglesia ucraniana auto-céfala y junto a ella subsistirían las instituciones “stauropégicas” o autónomas del mismo patriarcado ecuménico de Constantinopla. Sin contar, claro está, las numerosas estructuras de la Iglesia greco-católica ucraniana, que practica el mismo rito que los ortodoxos, situada prevalentemente en la parte occidental del país, y que es actualmente un mero espectador interesado, ante toda esta situación que se está desplegando.  

Más allá de los tiempos y del modo en que se resuelva este rompecabezas eclesiástico ucraniano y de quién sea la personalidad llamada a realizarlo en calidad de cabeza de la nueva Iglesia, la imagen y la composición de la Ortodoxia resultará profundamente modificada, dando inicio a una nueva época, no sólo para los cristianos de Oriente, sino para toda la historia de la iglesia universal.

(En la foto: El Patriarca ecuménico de Constantinopla (a la izquierda) y el Patriarca de Moscú (a la derecha)

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
En Kiev, se celebra el Concilio de unificación de la Iglesia ortodoxa auto-céfala (Video)
14/12/2018 11:52
Epifanyj, primera entrevista como metropolitano de Kiev
21/12/2018 10:02
Iglesia ucraniana auto-céfala: una historia que se prolonga desde hace 100 años (Reseña)
17/12/2018 12:54
Epifanio es el primado de la nueva Iglesia ucraniana auto-céfala (Vídeo)
17/12/2018 10:45
Los 29 años de Bartolomé I en el trono de la Iglesia de Constantinopla
03/11/2020 14:10


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”