Papa: El Adviento: “tiempo para caminar e ir al encuentro con el Señor”, “tiempo para no estar parados”

Rezar, vigilantes, ser obrantes en la caridad y exultantes en la alabanza al Señor. Son las actitudes que hay que tener en un período en el cual la liturgia propone numerosos encuentros con Jesús: con su Madre en su seno, con san Juan Bautista, con los pastores, con los Reyes Magos.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Rezar, vigilantes, ser obrantes en la caridad y exultante en la alabanza al Señor. Son las actitudes que hay que tener en Adviento, “un tiempo para caminar e ir al encuentro con el Señor, o sea un tiempo para no estar parados”. Porque la fe no es una teoría, una filosofía o una idea: es un encuentro con Jesús. Los dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada en la casa de santa Marta, subrayando como en este período la liturgia propone numerosos encuentros con Jesús: con su Madre en el seno, con san Juan Bautista, con los pastores, con los Reyes Magos.

Y entonces: “¿Cuáles son las actitudes que yo debo tener para encontrar al Señor? ¿Cómo debo preparar mi corazón para encontrar al Señor?”. “En la oración al inicio de la misa, la liturgia nos indica tres actitudes: vigilantes en la oración, obrantes en la caridad y exultantes en la alabanza. O sea, debo rezar, vigilante; debo obrar en la caridad- la caridad fraterna: no solamente dar limosna, no, también tolerar a la gente que me da fastidio, tolerar en casa a los niños cuando hacen demasiado ruido, o al marido o a la mujer cuando hay dificultades, o a la suegra… no sé…pero sí tolerar: tolerar.. Siempre la caridad, pero operante. Y también la alegría de alabar al Señor: “Exultantes en la alegría”. Así debemos vivir este camino, esta voluntad para encontrar al señor. Para encontrarlo bien. No estar detenidos. Y encontraremos al Señor”.

Pero, allí, agregó el papa “habrá una sorpresa, porque Él es el Señor de las sorpresas”. También el Señor “no está detenido”. Yo: “estoy en camino para encontrarlo y Él está en camino para encontrarme y cuando nos encontramos vemos que la gran sorpresa es que Él me está buscando, antes que yo comience a buscarlo”. Esta es “la gran sorpresa del encuentro con el señor. Él nos ha buscado antes. Él está siempre antes. Él siempre está primero. Él realiza su camino para encontrarnos”. “Siempre el Señor va más allá. Nosotros damos un paso y Él da diez. Siempre. La abundancia de su gracia, de su amor, se su ternura que se cansa de buscarnos. También, a veces, con cosas pequeñas: nosotros pensamos que encontrar al señor sea una cosa magnífica, como aquel hombre de Siria, Naamán, que era leproso: y no es simple: y no es simple… Y también él ha tenido una sorpresa grande del modo de obrar de Dios. Y el nuestro es el Dios de las sorpresas, el Dios que nos está buscando, nos está esperando y solamente pide a nosotros el pequeño paso de la buena voluntad”.

Nosotros, subrayó, debemos tener “las ganas de encontrarlo”. Y luego, Él “nos ayuda”. El Señor “nos acompañará durante nuestra vida”. Tantas veces “verá alejarnos de Él, y Él espera como el padre al Hijo pródigo”. “Muchas veces-reafirmó- verá que queremos acercarnos a Él y Él sale a nuestro encuentro. Es el encuentro con el Señor: ¡esto es lo importante! El encuentro”. “A mí siempre me sorprendió lo que dijo el Papa Benedicto XVI, que la fe no es una teoría, una filosofía: es un encuentro. Un encuentro con Jesús”. De otro modo, si no has “encontrado su misericordia” puedes también “recitar el Credo de memoria, pero no tener fe”. “Los doctores de la ley sabían todo, todo sobre la dogmática de aquel tiempo, todo sobre la moral de aquel tiempo, todo. Pero no tenían fe, porque sus corazones se habían alejado de Dios. Alejarse o tener la voluntad o el deseo de ir al encuentro. Y esta es la gracia que nosotros hoy pedimos. “¡Oh! Dios nuestro Padre, suscita en nosotros la voluntad de ir a tu encuentro, al encuentro con Tu Cristo”, con las buenas obras. Ir al encuentro con Jesús. Y por esto recordamos la gracia que hemos pedido en la oración. Y así encontraremos al Señor y tendremos una bellísima sorpresa”.