Parlamentario cristiano: El acuerdo petrolero con los kurdos, una señal positiva para Irak
Bagdad (AsiaNews) - "El acuerdo petrolero entre Bagdad y Erbil es una
señal muy positiva", que ofrecerá para el futuro "una mejor relación
entre las autoridades federales y el Gobierno Regional Kurdo (GRK)"; un deshielo
en las relaciones, después de una década de conflictos y enfrentamientos en la administración
del petróleo y los ingresos vinculados a la misma, "se reflejará positivamente
en todas las áreas: la seguridad, la economía, la política y la estabilidad en Irak".
Lo afirma en declaraciones a AsiaNews,
el parlamentario cristiano Yonadam Kanna, líder del Assyrian Democratic Movement, miembro de la Comisión
Parlamentaria de Trabajo y Asuntos Sociales. En los últimos días, el gobierno
central iraquí y los jefes de Gobierno Regional del Kurdistán, en el norte del
país, han alcanzado un acuerdo que pone fin a la disputa milenaria sobre las
exportaciones de petróleo y la nueva ley de presupuesto.
Para hacer el anuncio el ministro de Finanzas en Bagdad, Hoshyar Zebari, quien especifica
que el gobierno kurdo enviará 550 mil barriles de crudo por día (250.000 de los
pozos alrededor de Erbil y otros 300.000 desde Kirkuk) para el Ministerio de Petróleo
de Irak; a cambio, los kurdos recibirán una cuota mensual de 17% del
presupuesto nacional para su región, de acuerdo con la Constitución. A este
paso se va a añadir hasta mil millones de dólares, para apoyar a los combatientes
peshmerga dedicados a la lucha contra las milicias del Estado Islámico.
La disputa por el petróleo entre Bagdad y Erbil ha representado una amenaza
para el gobierno de unidad nacional del nuevo primer ministro Haider al-Abadi,
una coalición de varias facciones políticas, étnicas y religiosas conforman el
paisaje de Irak. En el pasado, incluso el patriarca caldeo Mar Louis Raphael I Sako había intervenido en la controversia, señalando con el dedo a los
políticos, "a los que interesan sólo al petróleo", mientras que el
país "se dirige hacia una guerra civil".
El nuevo gobierno, después de años de divisiones sectarias y luchas bajo el ex
primer ministro Nouri al-Maliki, enfrentando a los terroristas de la IS, que
conquistaron gran parte del norte y oeste. Para el ministro Zebari el acuerdo es
un éxito para ambas partes, ya que garantiza una mayor "estabilidad"
y contribuye a los recursos disponibles para el gobierno iraquí, en problemas "por
el colapso de los precios" del crudo.
Los analistas y expertos en políticas internacionales sostienen que el acuerdo indica
que el país, empeñado en una amarga guerra con los islamistas, tiene la
intención de permanecer unidos. Es una señal confortante para el nuevo gobierno
central, que ha sido capaz de atraer el apoyo de la minoría kurda. A cambio, en
Erbil llegaran los dólares necesarios para mantener a sus tropas - sueldos y armas
- y defender los territorios (y pozos de petróleo) del avance del EI. El primer
ministro Abadi, Shia, sigue en la tarea - mucho más difícil - de ganar el apoyo
de la minoría árabe sunita, relegada a los márgenes por el ex primer ministro al-Maliki.
Entre las dos partes se ha creado una fractura limpia, lo que favoreció el
avance de las milicias islamistas, a veces acogido con entusiasmo por los sunitas
en el oeste.
El optimismo sobre las perspectivas del nuevo gobierno también manifestado por el
parlamentario cristiano, según el cual el Ejecutivo "viaja en la dirección
correcta, aunque siempre es objeto de amenazas y presiones del Estado islámico".
Sin embargo, añade Yonadam Kanna, existen "pasos positivos en la lucha contra
el terrorismo y para garantizar una mayor estabilidad en Irak". Y también
en términos de economía, el primer ministro Abadi "tiene la experiencia y
los conocimientos necesarios", aunque el cuadro actual se presenta "muy
difícil: una vez dicho esto, tenemos confianza para que pueda alcanzar sus
objetivos".