Akaravong y otros activistas atacados por Vientiane fuera de su país
Un refugiado político laosiano fue gravemente herido hace pocos días en Pau, Francia, donde se encuentra desde hace tres años debido a las amenazas que recibió por denunciar la corrupción y la responsabilidad del gobierno en la tragedia del colapso de una represa. No se trata de un caso aislado, denuncian algunas ONG. Mientras tanto, las autoridades francesas consideran que el móvil político del ataque es el más plausible.
Milán (AsiaNews/Agencias) - Un ciudadano neozelandés, junto con otros tres que fueron liberados poco después, está siendo investigado por el intento de asesinato que se produjo en Pau, en el suroeste de Francia, de Joseph Akaravong, un activista laosiano refugiado político en el país desde 2022. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda ha confirmado que está al corriente del arresto y aclaró que no se proporcionarán más detalles por razones de privacidad. Aunque las circunstancias todavía no están del todo claras, el ataque parece motivado por razones políticas.
El 14 de junio, a plena luz del día en el Boulevard des Pyrénées, Akaravong fue apuñalado tres veces, una de ellas en la garganta. Esa misma noche publicó una foto en Facebook desde su cama de hospital mostrando las heridas y relatando la agresión. Explica que esa mañana, no estaba solo, sino en compañía de otra activista laosiana, también exiliada tras pasar cinco años en prisión por sus opiniones políticas. La mujer fue acusada de ser cómplice, pero él la defiende.
Joseph Akaravong es un activista político laosiano que critica abiertamente al gobierno comunista de Vientián. Su perfil de Facebook cuenta con más de 600.000 seguidores, una cifra enorme considerando que Laos tiene menos de ocho millones de habitantes.
Akaravong empezó a llamar la atención en 2017, cuando relató en su perfil de Facebook los abusos del gobierno contra los habitantes de las aldeas de la provincia de Attapeu, en el sur de Laos. En esa zona se habían comenzado a construir grandes presas hidroeléctricas, como parte del plan para transformar Laos en la "batería del Sudeste Asiático" exportando energía a los países vecinos. Sin embargo, según el activista, este proyecto solo beneficiaría a la élite en el poder: miles de campesinos fueron desalojados por la fuerza y perdieron las tierras de las que dependían para su sustento, en un país donde la mayoría de la población vive de la agricultura. En 2018 una de estas presas se derrumbó y provocó un desastre que el gobierno intentó minimizar. Akaravong denunció la tragedia y culpó directamente a la corrupción del gobierno.
Sus denuncias lo obligaron a huir del país: primero a Tailandia, donde fue protegido por Manushya Foundation, una ONG local, y luego a Francia, donde en 2022 obtuvo el estatus de refugiado político. Lo que lo convirtió definitivamente en un objetivo del régimen fue el caso de Viphaphone Kornsin, una mujer de 36 años a la que se encontró muerta. Joseph reveló en Facebook la supuesta relación entre Viphaphone y el entonces primer ministro Phankham Viphavanh y planteó una conexión directa entre los dos eventos. Poco después, Viphavanh renunció — oficialmente por motivos de salud —, lo que reforzó el apoyo al activista y su influencia.
Las autoridades francesas confirmaron que la agresión no se debió a un robo y que el motivo más razonable parece ser político. En su perfil social, Akaravong declara estar seguro de la complicidad del Estado, y que el suyo no sería un caso aislado. Según numerosas denuncias, el régimen autoritario de Laos, liderado por el Partido Revolucionario Popular Laosiano (LPRP), recurre cada vez con más frecuencia a la represión transnacional: una estrategia que combina asesinatos selectivos, intimidaciones, desapariciones y otras formas de presión para suprimir la disidencia fuera de las fronteras nacionales. Según informó la ONG Manushya, antes de Akaravong fue Od Sayavong, fundador del grupo Free Laos — un movimiento de resistencia en la diáspora que busca romper el silencio internacional sobre la situación —, desaparecido en Tailandia, y Bounsuan Kitiyano, asesinado también en Tailandia.
La represión transnacional constituye una amenaza particularmente grave porque, además de afectar al individuo, cuestiona principios fundamentales como la soberanía de los Estados y el derecho de asilo. En el caso de Laos, la mayoría de los disidentes son blanco en Tailandia, lo que alimenta la sospecha de una colaboración entre los dos gobiernos. Al mismo tiempo, numerosos opositores tailandeses también han desaparecido misteriosamente en territorio laosiano.
En este contexto, el intento de asesinato de Joseph Akaravong en un país como Francia no tiene precedentes. ¿Y por qué ahora? Según un análisis de The Diplomat, las principales hipótesis son dos. La primera es que las autoridades temían el encuentro entre Joseph y la otra activista, probablemente crucial para reorganizar la disidencia en el exilio o reforzar el movimiento "Free Laos". La segunda está relacionada con el contexto internacional: el clima de caos e inestabilidad global, particularmente en crisis en estos meses, donde el respeto de las reglas parece haber sido dejado de lado, podría haber ofrecido al régimen una ocasión favorable para actuar en la sombra y eliminar a un adversario sin atraer la atención del mundo. Una explicación adicional de este atentado contra la vida de Akaravong es una posible conexión con sus críticas a la creciente presencia de China en Laos, con el aumento de las inversiones y los numerosos ciudadanos chinos residentes en el país. Desde esta perspectiva, no se puede excluir una implicación, directa o indirecta, de Beijing.
En cualquier caso, la historia de este activista agredido en Francia y la escasa repercusión internacional que está teniendo plantean nuevas y preocupantes preguntas sobre los métodos de represión a los que recurre el gobierno de Vientián. Como denunció Anne-Sophie Gindroz, ciudadana suiza expulsada de Laos por criticar al gobierno: "En Laos, la condena pública es esencial para legitimar a los que defienden la tierra y los derechos humanos, que siguen estando en riesgo. El silencio nunca es neutral. El silencio es una forma de tomar posición".
17/05/2016 11:23