Beijing promete luchar contra el fraude en línea (pero por sus propios intereses estratégicos)

Las autoridades de la provincia de Yunnan anunciaron el establecimiento a partir de mañana de una zona de control para frenar el tráfico de seres humanos. La junta golpista birmana ha expresado su descontento por el estreno de una película china que pone a Myanmar en el punto de mira de las redes de delincuencia. Las autoridades de ambos países siguen cooperando en la creación de vías férreas que conecten China con el Océano Índico.

Yangon (AsiaNews) - Las autoridades de la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, anunciaron la creación de una zona de control temporal cerca de la frontera con Myanmar, en un intento de impedir la trata de personas, un problema que azota a los individuos procedentes de China y del sudeste asiático. De hecho, muchos jóvenes que buscan trabajo son engañados a través de falsos anuncios en línea (que prometen empleo o relaciones amorosas) y una vez cruzada la frontera se encuentran en una situación de esclavitud moderna trabajando para sitios web o agencias de telecomunicaciones que se dedican al fraude por Internet.

Desde mañana y hasta finales de año, la ciudad de Tengchong, fronteriza con el estado de Kachin, registrará la entrada de personas y vehículos en la zona para gestionar el flujo de tráfico transfronterizo, pero China lleva tiempo intentando evitar que sus conciudadanos sean víctimas de la trata de personas. La policía de varias ciudades chinas, por ejemplo, ha instado a la población a bloquear los números extranjeros desconocidos, y Beijing prometió recientemente cooperar con Laos y Tailandia para luchar contra las redes criminales de la región. A principios de este mes, el Ministerio chino de Seguridad Pública había anunciado que una operación conjunta entre China y la junta golpista birmana había permitido desmantelar 11 bases criminales en el norte de Myanmar, donde se detuvo a 269 presuntos estafadores, entre ellos 186 ciudadanos chinos que fueron repatriados posteriormente.

Beijing también ha solicitado a la junta militar -que tomó el poder en un golpe de Estado en febrero de 2021- que limite las actividades de los grupos criminales a lo largo de la frontera compartida, una actividad que en realidad es muy difícil debido al conflicto civil que asola el país desde hace más de dos años. Por otra parte, esta mañana el ejército birmano, que depende de China para el suministro de armas, expresó cierto descontento por el estreno de una superproducción cinematográfica que parece empañar la reputación de Myanmar en materia de lucha contra el tráfico de personas.

En el thriller, titulado "No more bets", se narra la historia de un programador informático que es víctima de la trata de personas en el sudeste asiático y obligado a trabajar como estafador en Internet. Aunque no se nombra ningún país en concreto, la ambientación recuerda al norte de Myanmar y representantes del ejército birmano en China han expresado su preocupación al respecto: "Las tramas están relacionadas con Myanmar y hay informes de que los ciudadanos chinos están preocupados por visitar Myanmar". Estrenada en agosto, "No more bets" se convirtió en la tercera película más taquillera en China este año, con una recaudación de 3.800 millones de yuanes (492 millones de euros).

Sin embargo, en los dos últimos años, Beijing siguió financiando no sólo a la junta golpista, sino también a algunas milicias étnicas, en particular al Ejército Unido del Estado de Wa, que opera a lo largo de la frontera y dirige una serie de operaciones de tráfico ilegal, para evitar el estallido de disturbios fronterizos y poder llevar a cabo sus propios proyectos de infraestructuras, aunque de este modo, Beijing está fomentando la continuación de las hostilidades.

Recientemente, el viceprimer ministro de la junta birmana, Mya Tun Oo, asistió a un foro de transporte en Beijing para hablar de las conexiones ferroviarias entre Yunnan, la ciudad de Mandalay y el estado de Rakhine, con el fin de proporcionar a China acceso al océano Índico. El proyecto ferroviario forma parte del Corredor Económico China-Myanmar, que a su vez forma parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). De este modo, a través del puerto de Kyaukphyu, en Rakhine, China podría evitar que sus mercancías pasaran por el estrecho de Malaca. Mya Tun Oo, que también es ministro de Transporte del régimen, visitó la sede del China Railway Group y discutió un estudio de viabilidad de las rutas ferroviarias.