Delhi en pie de guerra con Islamabad. Pero también es una guerra comercial con Bangladés
Nueva Delhi ha revocado el régimen que permitía la exportación de productos procedentes de Bangladés a terceros países a través de territorio indio. Daca respondió suspendiendo la importación de hilo de algodón procedente de India a través de cinco pasos fronterizos, entre ellos Benapole y Bhomra. También están de fondo las preocupaciones de India después que Yunus tendiera la mano a China.
Nueva Delhi (AsiaNews) - Más de una semana después de la masacre del 22 de abril en Cachemira, en la que un comando islamista mató a 26 turistas indios, la tensión entre India y Pakistán no da señales de disminuir. Además de las represalias diplomáticas que incluyen la revocación del acuerdo de gestión del agua del río, el cierre del paso fronterizo de Attari y del espacio aéreo indio a los aviones pakistaníes, Islamabad ha hablado en los últimos días de «incursiones militares» que supuestamente prepara Nueva Delhi. El presidente pakistaní, Asif Ali Zardari, y el primer ministro, Shehbaz Sharif, han prometido que responderán a cualquier acto de agresión de «manera apropiada».
Si este enfrentamiento de hoy se produce a la luz del día, también hay otro que lleva meses produciéndose bajo el radar. Casi un año después de la marcha de la ex primera ministra bangladesí Sheikh Hasina, las relaciones entre Daca y Nueva Delhi siguen siendo tensas. Con roces que ahora ya no solo atañen a las minorías religiosas y a la difusión de desinformación, sino también al comercio entre los dos países asiáticos, ya de por sí en serios problemas debido a los aranceles impuestos por la administración estadounidense liderada por el presidente Donald Trump.
En las últimas semanas se ha producido una especie de miniguerra comercial entre India y Bangladés: el 8 de abril, India revocó la facilidad de tránsito concedida a Bangladés en 2020, que permitía exportar mercancías bangladesíes a terceros países a través de territorio indio. Según el portavoz del Ministerio indio de Asuntos Exteriores, Randhir Jaiswal, la decisión estuvo motivada por «la congestión en nuestros puertos y aeropuertos», pero también señaló que «algunos acontecimientos previos» en Bangladés, habían influido en esta decisión.
En respuesta, el 13 de abril Bangladés suspendió la importación de hilo de algodón procedente de India a través de cinco pasos fronterizos, entre ellos Benapole y Bhomra. La decisión fue justificada por las autoridades de Daca con la necesidad de proteger a los productores locales de la competencia del hilo indio, considerado más barato y a menudo de contrabando, según los productores locales. La Asociación de Fabricantes Textiles de Bangladés había instado previamente al gobierno a intervenir. Ya el 27 de marzo, el Ministerio de Comercio había presentado una solicitud al gobierno presidido por el Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus para que suspendiera las importaciones.
Las medidas, sin embargo, perjudican al sector de la confección de Bangladesh, que representa alrededor del 80% de las exportaciones. De hecho, la interrupción de las importaciones de hilo indio a través de los pasos fronterizos terrestres está obligando a los productores a recurrir a rutas marítimas más largas y costosas, lo que aumenta los costes de producción (se calcula que ya han subido un 17%) y retrasa las entregas, con el riesgo de poner en peligro todo un sector ya de por sí tenso por los aranceles estadounidenses, que representan el 37% de las exportaciones de Bangladés.
Sin embargo, la India (a la que Trump impuso un arancel del 27%) también está en apuros: en 2024, Bangladés representaba el 45,9% de las exportaciones totales de hilo de algodón de la India, por valor de 3.570 millones de dólares.
Estas tensiones comerciales son consecuencia de un contexto político complejo: India ofreció asilo a la ex premier Sheikh Hasina, que huyó tras las grandes protestas antigubernamentales lideradas por estudiantes universitarios en agosto del año pasado. Desde entonces, las relaciones diplomáticas se han enfriado paulatinamente, a pesar de una reunión al margen de la cumbre BIMSTEC a principios de abril entre Modi y Yunus.
El mes pasado, de hecho, Yunus visitó China y describió a Bangladés como «el único guardián del océano», sugiriendo una voluntad de profundizar en la cooperación con Pekín. Las declaraciones han causado irritación y preocupación en Delhi, que teme un bloqueo del corredor de Siliguri, una estrecha franja de tierra que conecta el noreste de India con el resto del país.
India también condenó el reciente asesinato de un líder hindú el 17 de abril. El Ministerio indio de Asuntos Exteriores calificó el incidente de «patrón sistemático de persecución de las minorías hindúes bajo el gobierno interino» de Bangladés.
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11/07/2023 15:25