El Papa habló sobre las drogas y las adicciones digitales. Devolvamos la esperanza a los jóvenes
En un videomensaje dirigido a una conferencia patrocinada por el gobierno italiano, León XIV advirtió sobre el creciente uso compulsivo de internet, cada vez más relacionado con el consumo de estupefacientes. “Propuestas humanas y espirituales para contrarrestar el vacío”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - “El crecimiento del comercio y del consumo de drogas, el recurso al dinero fácil con las máquinas tragamonedas, la adicción a internet que incluye contenidos dañinos, demuestran que vivimos en un mundo privado de esperanza, donde faltan propuestas humanas y espirituales vigorosas”, dijo hoy el Papa León XIV en un videomensaje a la Conferencia nacional organizada por el gobierno italiano sobre el tema de las adicciones, un problema que también afecta cada vez más a muchos países de Asia.
“En los últimos tiempos – observó el Papa - a las adicciones a las drogas y el alcohol, que siguen siendo las más difundidas, se han añadido formas nuevas, porque el creciente uso de internet, ordenadores y teléfonos inteligentes se asocia no solo con claros beneficios, sino también con un uso excesivo que a menudo desemboca en adicciones con consecuencias negativas para la salud, relacionadas con el juego compulsivo y las apuestas, con la pornografía y la presencia casi constante en las plataformas del mundo digital. El objeto de la adicción se convierte en una obsesión que condiciona el comportamiento y la vida cotidiana”.
El Papa considera que estos son síntomas evidentes de un malestar: “Muchos jóvenes - explica en el video - piensan que todos los comportamientos son iguales, son incapaces de distinguir el bien del mal y no tienen el sentido de los límites morales”.
Por eso es necesario que haya propuestas educativas que alienten a los adolescentes y jóvenes a convertirse en “artífices libres y responsables de su propia existencia”. Para León XIV, las estructuras públicas, la Iglesia y el voluntariado, todos están llamados a “percibir en estos jóvenes un pedido de auxilio y una profunda sed de vivir, para ofrecer una presencia atenta y solidaria que los invite a un esfuerzo intelectual y moral, y que les ayude a forjar su voluntad”. Para prevenir el malestar juvenil, en efecto, es necesario “aumentar la autoestima de las nuevas generaciones, para contrarrestar la inseguridad y la inestabilidad emocional que fomentan tanto las presiones sociales como la propia naturaleza de la adolescencia. Las oportunidades de trabajo, la educación, el deporte, la vida sana, la dimensión espiritual de la existencia: este es el camino para prevenir las adicciones”.
Un camino - concluye - que pasa sobre todo por “una cultura que se opone al egoísmo y a la lógica utilitarista y económica, pero que está abierta al otro, en escucha, en un camino de encuentro y de relación con el prójimo, sobre todo cuando es más vulnerable y frágil”.
05/11/2021 16:02
30/06/2018 12:36
10/05/2025 14:10
