El encuentro del Papa con al-Sistani inspira a los indonesios a vivir la tolerancia

de Mathias Hariyadi

Los representantes de la cultura y la sociedad subrayan la importancia y el valor del evento, que es una continuación del Documento de Abu Dabi. Para el Padre Wibowo, "la fraternidad que se afirma en el Documento será el punto clave para congregar a los diferentes sectores religiosos y poner en práctica el mismo espíritu".

Yakarta (AsiaNews) - Para la profesora Siti Musdah Mulia, líder feminista y ahora presidenta en funciones de la ICRP (Indonesian Conference on Religion and Peace), los encuentros de la semana pasada entre el Papa Francisco y el ayatolá iraquí Ali al-Sistani son una señal de cuán urgente es que la mayoría de los indonesios pongan en práctica este mismo espíritu. Se trata simplemente de vivir en un espíritu de tolerancia con los demás, a pesar de las diferentes creencias religiosas.

Este encuentro es más que un simple gesto simbólico de dos figuras destacadas pertenecientes a dos grandes religiones, el cristianismo y el islam. El verdadero espíritu que el Papa Francisco mostró al reunirse con Al-Sistani es el más firme reflejo de lo que la Santa Sede viene practicando de forma masiva con otros: los musulmanes.

"Yo observo estos gestos buenos. A pesar de su fragilidad por la avanzada edad, ambas figuras demuestran su firme compromiso orientado a reducir los actos de violencia basados en el fundamentalismo religioso. Y al mismo tiempo, a reforzar el espíritu de tolerancia y paz entre las diferentes comunidades religiosas", comenta la profesora Mulia a AsiaNews.

"Su presencia, en representación de diferentes confesiones religiosas", añade, "también nos demostró que estas dos figuras internacionales tenían algo en común: buscan acabar con la violencia sectaria y el conflicto regional en Irak".

"A pesar de las diferencias, de todo tipo, entre el Pontífice y el Ayatolá en términos de etnia, religión y otras cuestiones, un encuentro tan histórico me convenció, como activista, del diálogo interreligioso, de que la paz es nuestra principal misión", afirma Mulia. Al mismo tiempo, la profesora afirma que ese encuentro habrá de afianzar la libertad de religión, pero sobre todo para aquellos iraquíes que no forman parte de las comunidades.

"Lo que me sorprendió fueron los comentarios de Al-Sistani respecto a que todos los iraquíes que no son musulmanes deberían ser respetados en términos de derechos civiles, por todos los sectores de Irak".

Otro aspecto que le llamó la atención es la pancarta que se exhibió en la casa del ayatolá, que dice "Todos somos hermanos". Si bien no somos hermanos en la fe religiosa, estamos decididos a volvernos hermanos en base a nuestra humanidad, que compartimos". "Esta frase popular", explica, "proviene de Ali bin Abi Thalib, la figura central de la comunidad chiíta. Thalib es uno de los mejores amigos del Gran Profeta". "Ese espíritu debería reforzar nuestro interés común en afirmar, declarar y difundir el mismo espíritu, es decir, la tolerancia y la paz", concluye.

Consolidar la fraternidad entre hermanos

Para el profesor Azyumardi Azra, erudito musulmán y ex decano de la Universidad Nacional Islámica Syarif Hidayatullah de Yakarta de 1998 a 2006, en el histórico encuentro de Nayaf resonó una vez más el imperioso llamamiento de la Santa Sede para promover la fraternidad entre los católicos, cristianos y la comunidad musulmana. "El encuentro de la semana pasada entre el Papa Francisco y el ayatolá Ali al-Sistani", dice el profesor Azra, "se hizo eco del histórico encuentro anterior en Abu Dabi, donde el 4 de febrero de 2019, el Pontífice y el Gran Shaykh de al-Azhar Ahmed al-Tayyeb, firmaron el Documento de Abu Dabi”.

La fraternidad es el valor que compartimos, y debemos respetarla y ejercerla en nuestra vida cotidiana, dado que somos seres humanos sociales. "Es gracias al Papa Francisco y al Gran Shaykh de al-Azhar Ahmed al-Tayyeb que dos grupos religiosos diferentes han señalado semejante espíritu de humanidad a la comunidad internacional, en sus esfuerzos por construir una vida religiosa mucho más formada y una civilización más pacífica y armoniosa", concluyó.

La fe, en acto

Para el padre Heri Wibowo, secretario ejecutivo de la Comisión Interconfesional de la Conferencia Episcopal Indonesia (Komisi HAK-KWI), el gesto del papa Francisco hacia el ayatolá Ali al-Sistani es un acto de fe. "Sin miedos ni preocupaciones, mostrando amor y respeto por los demás, como se mostraron las dos altas figuras religiosas al mundo durante el encuentro", dice el padre Wibowo.

En declaraciones a AsiaNews, el sacerdote de la arquidiócesis de Yakarta explica cómo son algunos de los programas interreligiosos que lleva adelante la Komisi HAK-KWI. "También hemos diseñado un programa en colaboración con la BNPT (Badan Nasional Penanggulangan Terorisme - Agencia Nacional para la Prevención del Terrorismo) para promover el espíritu de fraternidad. Ninguna religión o nación debe promover actos de violencia y terror basados en la religión. En Indonesia, este tipo de iniciativas son cruciales e importantes, ya que tenemos la Pancasila, por lo que nuestro espíritu "Bhinneka Tunggal Ika" (Unidad en la Diversidad) debería ser nuestra forma de vivir juntos", afirma el sacerdote.

"La fraternidad que se afirma en el Documento de Abu Dabi será el punto clave para congregar a los diferentes sectores religiosos y poner en práctica el mismo espíritu”, concluye el padre Wibowo.