Filipinas, elecciones con dos caras: a nivel nacional, Marcos resiste el feudo Duterte

de Stefano Vecchia

Casi 70 millones de ciudadanos acudieron a las urnas para las elecciones de medio término en la Cámara, el Senado y las administraciones locales. La mayoría habría reforzado el gobierno de Manila. A nivel de administraciones locales surgen diferencias y fragmentaciones, y pasa a ser fundamental el juego de alianzas.

Milán (AsiaNews) - La votación de ayer, en la que 68,43 millones de filipinos fueron llamados a elegir la Cámara de Representantes, reemplazar a la mitad del Senado y renovar otros 18.000 cargos de nivel local, desde gobernadores provinciales hasta alcaldes, arrojó resultados no oficiales que una vez más señalan, a diferentes niveles, novedades, certezas y ambigüedades. La jornada electoral también se caracterizó por los muchos temas que estaban en juego: desde el desarrollo hasta la pobreza, pasando por las disputas territoriales con China, la renovada alianza con Estados Unidos, el acceso a la justicia y las posibilidades de una atención de la salud generalizada.

Es poco probable que la contienda electoral cambie la estructura general de la Cámara (la saliente de 316 escaños), liderada por la coalición de gobierno a la que pertenece el Partido Federal de Filipinas (PFP) del presidente Ferdinand Marcos Jr., aunque solo el recuento definitivo podrá revelar el número exacto de los outsiders que surgieron de las urnas. La mayoría debería tener una presencia aún más fuerte en el Senado (24 miembros), donde la competencia con la oposición era más incierta, por lo menos en los últimos días de la campaña electoral.

A nivel local, Filipinas presenta en cambio una variedad de situaciones, con una cantidad considerable de candidatos independientes desvinculados de la competencia dinástica que enfrenta a los Marcos - que hacen referencia al jefe de Estado Ferdinand Marcos Jr., en la mitad de su mandato - y los Duterte - cuyo líder es la actual vicepresidenta Sara Duterte -. Duterte está a la espera de la sentencia sobre el pedido de impeachment, que ahora resulta más probable por el papel activo de los senadores en el juicio que se espera en breve, pero sigue siendo una referencia "histórica" a su padre, el ex presidente Rodrigo Duterte, detenido desde marzo en La Haya por el juicio en curso en su contra por crímenes contra la humanidad.

La situación que se anticipa con el recuento casi definitivo de los votos válidos es de una mayor fragmentación de la situación política general, lo que implica un juego fundamental de alianzas. Se puede ver un control menos firme de Marcos en la Cámara, pero mayor en el Senado, donde habría conseguido al menos la mitad de los 12 escaños disponibles en la consulta de ayer, aunque los candidatos pro-Duterte Christopher “Bong” Go y el ex jefe de policía durante la presidencia de Duterte, Ronald Dela Rosa, fueron los más votados. También se ha registrado un éxito inesperado del partido Akbayan en la Cámara, donde solo cinco grupos políticos habrían superado el umbral del 2%. El progresista Akbayan obtendría el 6,71% de las preferencias sobre el 97,23% de los votos escrutados, seguido de manera igualmente inesperada por el partido "dutertista" Duterte Youth (5,61%).

Una afirmación significativa de los Duterte, que podría cambiar poco la estructura política nacional aunque no hay dudas sobre su "control" en el feudo electoral de Davao, la segunda ciudad del país, donde Duterte padre recuperó el cargo de alcalde que ya ocupó durante 22 años en los últimos treinta, con 660.000 votos frente a los poco más de 80.000 del primer opositor. Su hijo Sebastian sería su vicealcalde, con un número de preferencias ligeramente inferior para el cargo, mientras que otros miembros de la familia habrían obtenido importantes puestos administrativos. Y un aparente plebiscito para Rodrigo Duterte, a quien sus partidarios consideran injustamente acusado y extraditado a La Haya, y a quien la Comisión Electoral (Comelec) negó la posibilidad de votar porque no está registrado como elector en el exterior.