03/04/2023, 14.17
TURQUÍA
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Iskenderun, mons. Bizzeti y voluntarios de AMO: Pascua del 'compartir' con víctimas del terremoto

Dos meses después del sismo, muchos siguen buscando la forma de escapar al extranjero o a otras partes del país. En la ciudad reabren los primeros comercios y actividades, ayer las celebraciones del Domingo de Ramos unieron a cristianos turcos y extranjeros. Jóvenes italianos llevan ayuda entre los escombros. Un universitario de Florencia: "Una experiencia fuerte".

Iskenderun (AsiaNews) - Dos meses después del devastador terremoto que golpeó a Turquía y Siria, con su legado de destrucción y muerte (más de 57.000 víctimas), "muchas personas se han ido, otras están buscando alojamiento para poder partir, porque no es fácil permanecer bajo tiendas de campaña". Todavía se vive una fase de plena emergencia y precariedad en la región golpeada por el sismo del 6 de febrero, como contó a AsiaNews el vicario de Anatolia, monseñor Paolo Bizzeti. Añadió que "no es fácil depender de la ayuda" y que el deseo de huir "para los que pueden" sigue siendo "fuerte". En estos días, el prelado está coordinando el trabajo de algunos voluntarios que llegaron desde Italia para vivir la Pascua con los desplazados y contribuir a la asistencia, en un clima de "solidaridad y de compartir". 

"Los que tienen parientes en el extranjero o personas que pueden acogerlos" abandonan Turquía, otros "se desplazan a ciudades no muy lejos de las zonas donde vivían antes" contando con contactos y conocidos, explicó monseñor Bizzeti, también porque "en Turquía hay mucha solidaridad a nivel familiar". Mientras tanto, en Iskenderun "se están reabriendo algunas tiendas y actividades" y el panorama es decididamente menos complicado que en Antioquía, que sigue siendo el corazón de la devastación. Ayer tuvieron lugar las celebraciones del Domingo de Ramos "con cristianos locales y extranjeros unidos en la fe". En Antioquía, en cambio, no hay lugares para celebrar e incluso los frailes capuchinos se han marchado. Hay zonas sin cubrir, donde aún no se sabe si se celebrará la Pascua ni tampoco cómo". 

El vicario de Anatolia observó que el problema es, por un lado, "retirar los escombros" que todavía son muchos, y por otro "la posibilidad de ayudar, construir y reconstruir" con mayor rapidez y menos trabas burocráticas. "Cada acción pasa por un comité de coordinación gubernamental y hay pocas posibilidades de libre iniciativa personal”, continuó. Construir aldeas "con casas prefabricadas" y proporcionar un techo a los desplazados sigue siendo una empresa "complicada", porque "se necesitan permisos de las autoridades", que tienen una modalidad y tiempos dilatados para operar. Es precisamente el factor tiempo el que "constituye uno de los principales obstáculos" ante las necesidades que siguen siendo enormes. "Está claro que hace falta coordinación", señaló, "pero una cosa es organizar el trabajo y otra muy distinta es crear un embudo por el que deba pasar toda actividad". 

En respuesta a la emergencia, la asociación sin fines de lucro Amici del Medio Oriente Onlus (AMO) promovió la iniciativa "Y ahora levanto la cabeza", como recita el Salmo 26. Del 2 al 9 de abril, una semana de voluntariado en las zonas afectadas por el terremoto con motivo de la Pascua, con el fin de "servir" a los demás y compartir una fiesta que puede ser realmente una oportunidad para renacer. "Una idea que nació de la sensibilidad de un hermano jesuita, el padre Francesco Cavallini, que también forma parte de AMO” contó monseñor Bizzeti. “Pensamos en invitar a los jóvenes a compartir esta experiencia con los cristianos de aquí, vivir las celebraciones de Semana Santa y prestar ayuda, combinando servicios y celebraciones". 

Una docena de jóvenes de diferentes partes de Italia se sumaron a la iniciativa y se espera que lleguen más en las próximas horas. "Ahora están colocando el material litúrgico, los libros que hay que archivar y catalogar", relató el vicario, "hay alimentos que hay que distribuir en los almacenes, para luego enviarlos a donde se necesiten". Entre los que aceptaron la invitación de AMO está Francesco Busoni, de 20 años, estudiante universitario en Florencia. "Hace menos de una semana", contó, "un amigo me mostró el anuncio, invitándome a vivir una experiencia en la que las víctimas del terremoto habrían hecho mucho más por mí de lo que yo podría hacer en realidad por ellas. Una experiencia personal fuerte, así que aproveché la oportunidad".

"Llegué a Adana y de camino a Iskenderun, donde estoy ahora, vi ciudades y pueblos enteros arrasados" dos meses después del terremoto. "Coches sepultados por los escombros, casas enteras derrumbadas con la ropa aún colgada", continuó, una imagen "que impresiona". "Ayer fui a una zona de tiendas de campaña y vi a niños asistiendo a clase al aire libre, porque su escuela se había derrumbado" subrayó. Incluso en un periodo festivo, te das cuenta de cómo la vida cotidiana nunca se da por sentada. Ahora tengo que despedirme, porque tenemos que ir a arreglar el muro de la iglesia y trasladar algunos objetos" concluyó. 

EN APOYO DE LAS INICIATIVAS PARA LAS VÍCTIMAS DEL TERREMOTO QUE LLEVAN A CABO EL VICARIATO APOSTÓLICO DE ANATOLIA Y LA CUSTODIA DE TIERRA SANTA, LA FUNDACIÓN PIME HA ABIERTO UNA CAMPAÑA DE RECAUDACIÓN DE FONDOS. CLIQUEE AQUÍ PARA SABER CÓMO CONTRIBUIR.

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