Kachin, rebeldes anuncian una ofensiva militar contra el ejército

El Kachin Independence Army (KIA) pretende reconquistar las minas de oro y ámbar, que perdió en la reciente ofensiva de las fuerzas del gobierno. Miles de mineros y sus familias han quedado atrapados en una zona de guerra en Tanaing y Sumprabung. Desde 2011, el conflicto ha causado cientos de muertos y más de 100.000 desplazados.

Naipyidó (AsiaNews/Agencias) – Los rebeldes del Kachin Independence Army (KIA), ejército étnico de la minoría Kachin del Estado septentrional homónimo, anuncian una nueva ofensiva contra el Tatmadaw [el ejército birmano, ndr] en la región minera del Valle de Hukawng, en el municipio Tanaing. En un comunicado difundido ayer por el 14to Batallón, el grupo armado intima a los trabajadores a abandonar la zona, en la cual pretende diseminar cargas explosivas, y donde llevará adelante acciones de guerrilla a partir del próximo 10 de abril. En la nota, los rebeldes mencionan particularmente las minas de Shaduzup, Nam Byu, Nam Kawn, Tungmani, Dagum y Daba. “El KIA no quiere que los civiles resulten heridos a causa de los combates”, declara el Cnel. Naw Bu, vocero del grupo armado de su ala política, la Kachin Independence Organization (KIO).

La última serie de enfrentamientos armados se inició en enero pasado, cuando las fuerzas del gobierno lanzaron varios ataques aéreos sobre Tanaing, que era controlada por el KIA, el cual depende de los recursos naturales como fuente de rédito y cobra un impuesto a los operarios de las minas. El ejército de Myanmar acusa a los rebeldes Kachin de explotar ilegalmente los recursos de la región, y de recaudar dinero, una tarea que corresponde al Estado. En febrero, los generales solicitaron -en vano- que el KIA retirase la base del 14to Batallón y otras unidades de la región de Tanaing, donde consideraban que el KIA estaba conduciendo actividades ilícitas.

Los rebeldes rechazan las acusaciones, y el Cnel. Nwa Bu afirma: “El KIA posee compañías mineras de oro y ámbar que operan con permisos regulares. En los últimos años, las fuerzas del gobierno se han apoderado de todas las minas de oro y ámbar, y han pedido a las personas que trabajen en ellas. Siempre hay colonias del ejército en la zona del 14to Batallón”. El mismo ha abandonado el área bajo su control en la segunda semana de marzo, obligado a la retirada ante las fuerzas del Tatmadaw, de mayor envergadura. “Estas son nuestras áreas, y nos proponemos reconquistarlas” afirma el coronel. El KIA denuncia que el Tatmadaw ha intensificado las operaciones militares, con la esperanza de obtener el control del territorio antes de la próxima sesión de la Conferencia de Paz promovida por la líder demócrata Aung San Suu Kyi, y prevista para mayo de 2018.

Las recientes hostilidades han obligado a miles de mineros y a sus familias a huir del área o los han dejado atrapados dentro de zonas de guerra en ubicadas en Tanaing y en la localidad de Sumprabung. Los desplazados deben afrontar la falta de comida y agua, porque los bloqueos a las vías de circulación dispuestos por las autoridades les impiden abandonar el área, y las organizaciones humanitarias no pueden llegar al lugar para asistir a los civiles con ayudas humanitarias.

Lindante con China y con la India, el Estado de Kachin ha sido sacudido por la reanudación del conflicto entre el ejército y los rebeldes en 2011, cuando fracasó un acuerdo bilateral de cese del fuego que había durado 17 años. Los choques entre las fuerzas causaron cientos de muertos y más de 120.000 desplazados, muchos de ellos cristianos, que aún siguen viviendo en condiciones desesperantes en los distintos campos de refugiados de la región. El primero de febrero pasado, los representantes de las fuerzas armadas de Myanmar mantuvieron coloquios informales con líderes del KIA en Yunnan, una provincia suroccidental de la China, pero los continuos ataques han hecho que los esfuerzos tendientes a poner fin a las hostilidades resultaran vanos.

El KIA es una de las tantas milicias con las cuales el gobierno civil, al mando de Aung San Suu Kyi, está entablando tratativas para poner fin a decenios de guerra civil, a través de una serie de negociaciones de paz, emprendidas en agosto de 2016. El KIO aún no ha firmado el acuerdo para el cese de fuego a nivel nacional, planteado por el gobierno, al cual 10 de los más de 20 ejércitos étnicos del país ya han adherido, a partir de octubre de 2015.