Medan llora a monseñor Datubara, el primer rostro de la Iglesia entre los batak

de Mathias Hariyadi

Primer sacerdote y luego también primer obispo procedente de esta etnia del norte de Sumatra, falleció a los 91 años. Dirigió la arquidiócesis durante 33 años, desde 1976 hasta 2009, haciendo crecer una comunidad católica profundamente inculturada. Amigo y esperanza de los pobres, ya hace veinte años prestaba mucha atención a la cuestión medioambiental.

Medan (AsiaNews) - La Iglesia católica de Indonesia llora estos días la muerte de Mons. Alfred Gonti Pius Datubara, fraile capuchino, arzobispo emérito de Medan, en la provincia de Sumatra Septentrional, fallecido el 17 de octubre a la edad de 91 años. Una figura especialmente relevante para la comunidad, ya que fue el primer sacerdote y el primer obispo de origen batak, el grupo étnico indígena local.

Durante sus 33 años de servicio como arzobispo de Medan, de 1976 a 2009, Mons. Pius Datubara fue ampliamente reconocido como el fundador de la Iglesia local en la provincia de Sumatra Septentrional. Su episcopado se caracterizó por un crecimiento extraordinario: en el momento de su jubilación en 2009, la archidiócesis de Medan contaba con 47 parroquias, más de 1300 estaciones misioneras y más de 500 000 católicos. Una gran comunidad atendida en su mayor parte por clérigos locales, entre los que se encontraban sacerdotes capuchinos batak y miembros de diversas instituciones religiosas.

Mons. Datubara nació en Lawe Bekung, en la provincia sudoriental de Aceh, el 12 de febrero de 1934, cuarto de los ocho hijos de Pietro Datubara y Luisa Sihombing, pioneros entre los migrantes católicos batak en la región de Alas. Su padre, un devoto catequista, rezaba constantemente para que uno de sus hijos se hiciera sacerdote. En 1951, Gonti ingresó en el Seminario Menor de Padang y continuó su formación en Pematangsiantar: de los 17 estudiantes de su curso, fue el único que perseveró hasta la ordenación sacerdotal, que tuvo lugar en 1964 de manos de Mons. Antoine Henri Ferrerius van den Hurk, entonces obispo de Medan, ante más de 10.000 fieles de la comunidad católica batak.

Después de prestar servicio en varias parroquias y en la Catedral de Medan, continuó sus estudios de misionología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1967-1968). El 24 de mayo de 1976, el papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Medan, convirtiéndolo en el primer obispo batak. Su lema episcopal, Omnibus Omnia («Me he hecho todo para todos», 1 Corintios 9:22), era más que un eslogan: representaba el espíritu que guiaba su vida. «Se dedicó a los pobres y marginados, transformando todas las escuelas primarias católicas en instituciones diocesanas para garantizar que ningún niño católico se viera privado de la educación. También apoyó la fundación de la Universidad Católica Santo Tomás de Medan», recuerda a AsiaNews Felix Sitorus, ex seminarista. Como verdadero franciscano, invitó a numerosas órdenes religiosas a servir en la provincia de Sumatra Septentrional, abriendo escuelas, hospitales, orfanatos y centros de formación.

Profundamente sensible a las cuestiones medioambientales, participó en las protestas de Porsea (2003) contra la destrucción ecológica cerca del lago Toba, muchos años antes de que el papa Francisco publicara la encíclica Laudato Si' (2015). Entre los pobres, monseñor Datubara era conocido como «el obispo de la última esperanza». Su residencia en Jalan Imam Bonjol, Medan, siempre estaba abierta a cualquiera que lo necesitara. Numerosos testimonios dan cuenta de su generosidad: compartía sus bienes personales, defendía a los oprimidos y tomaba decisiones difíciles por compasión más que por popularidad.

«Durante 33 años de servicio episcopal —concluye Sitorius—, monseñor Pius construyó la Iglesia de Medan como un hogar vivo, abierto, compasivo y profundamente humano. Su legado de fe, humildad y amor sigue inspirando a generaciones de católicos en Indonesia y más allá».