Mujeres cristianas paquistaníes víctimas de violencia. Otro caso en Punjab
El 11 de junio, Rashid, un hombre musulmán, violó a Fátima (nombre ficticio) en su casa, después de meses de acosarla. La víctima cuenta: "Tengo miedo de salir de casa, quería que me convirtiera al Islam". Joseph Janssen, presidente de Voice for Justice: "Es una emergencia sistémica. La sociedad está dominada por estructuras patriarcales". Se le brindó a la mujer asistencia legal y apoyo psicológico.
Mian Channu (AsiaNews) - Un caso profundamente inquietante de violencia sexual y física contra Fátima (nombre ficticio), una mujer cristiana que vive en Mian Channu, ha vuelto a poner en el centro de la atención nacional la persistente repetición de casos de abuso y discriminación contra las mujeres pertenecientes a comunidades religiosas minoritarias en Pakistán.
El 11 de junio de 2025, Fátima fue agredida en su propia casa por un hombre identificado en el informe oficial (FIR) como Rashid, un musulmán presuntamente armado con una pistola. Según la denuncia que se presentó en la comisaría de policía de Saddar Mian Channu, el agresor irrumpió en su casa mientras un cómplice vigilaba el exterior. Rashid había estado acosando a la mujer durante mucho tiempo antes de entrar en la vivienda. Bajo amenaza, Fátima fue obligada a desnudarse y fue víctima de una brutal agresión.
El esposo de Farhat, un trabajador de una fábrica de ladrillos local, y su vecino, escucharon sus gritos e intervinieron forzando la puerta cerrada con llave. Rashid, sorprendido in fraganti, empuñó la pistola y huyó junto con su cómplice. En la misma puerta de la comisaría de policía de Mian Channu, Joseph Janssen, conocido activista por los derechos de las minorías y presidente de la organización internacional Voice for Justice, condenó enérgicamente el hecho. Se refirió también al difundido fenómeno que afecta a las mujeres de las minorías religiosas en Pakistán, que son atacadas con mayor frecuencia debido a su religión.
"El caso de Fátima es un ejemplo trágico, pero lamentablemente conocido, de la peligrosa intersección entre violencia de género y persecución religiosa", declaró Janssen. "La violencia contra las mujeres de las minorías no es un hecho aislado: es una emergencia sistémica de derechos humanos, a la que a menudo se responde con silencio e inercia". Janssen añadió que las mujeres pertenecientes a minorías como Fátima son particularmente vulnerables, no solo por su género, sino también por su religión y situación económica. Por eso es importante considerar el fenómeno con una perspectiva interseccional.
"Estas mujeres están aisladas, marginadas y se las considera descartables. En una sociedad dominada por estructuras patriarcales y una mayoría religiosa, su seguridad se considera secundaria", afirmó. "Fátima ha vivido bajo continuas amenazas. Ha sido acosada y sometida a presiones para convertirse y casarse con su agresor durante más de un año. Nadie intervino porque el culpable tiene poder y antecedentes penales. Era un blanco fácil porque es cristiana, mujer y pobre".
Después de la agresión, Janssen acudió personalmente a la comisaría de policía para asegurarse de que se presentaran cargos conforme a todos los artículos legales aplicables. Confirmó que un equipo legal especializado está asesorando ahora a Fátima y su familia. "No se trata solo de violación; es una agresión armada y un crimen de odio. Llevaremos este caso hasta donde sea necesario, incluso ante los Tribunales Superiores. Y le aseguraremos a Fátima tanto asistencia legal como apoyo psicológico", continuó el activista.
Fátima habló abiertamente sobre el trauma que sigue sufriendo: "Lloro toda la noche y no puedo dormir. Tengo miedo de salir de casa. Durante más de un año me acosó, intentaba obligarme a convertirme al Islam y a casarme con él. Me amenazaba continuamente y nadie intervino debido a su poder". Janssen le aseguró a Fátima y a sus cinco hijos menores que no están solos: "Estamos junto a ella en esta lucha por la justicia, la dignidad y el cambio".
11/12/2020 13:53