Papa en el Ángelus: 'En Myanmar, emprender el camino del diálogo inclusivo'

En el Ángelus, nuevo llamamiento por la paz "en Oriente Medio, en Ucrania y en el mundo entero". En Myanmar, "a pesar del cese del fuego, continúan los combates", recordó Prevost. En Nigeria, en una "terrible masacre" murieron 200 personas, alojados en una misión católica: "Que prevalezcan la seguridad, la justicia y la paz". En la homilía en San Pedro: el deporte favorece la "cultura del encuentro y la fraternidad".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Hoy, solemnidad de la Santísima Trinidad, el Papa León XIV presidió desde las 10 de la mañana en la Basílica de San Pedro la celebración eucarística por el Jubileo del Deporte. Estuvieron presentes cerca de 6500 fieles, en su mayoría atletas y dirigentes deportivos. Al finalizar, durante la oración mariana del Ángelus, Prevost subrayó que el deporte es "un camino para construir la paz", porque educa en valores como el "respeto" y la "lealtad", que favorecen la "cultura del encuentro y la fraternidad". Esto es lo que el mundo de hoy "tanto necesita".

"De hecho, hay muchos conflictos armados. En Myanmar, a pesar del cese del fuego, continúan los combates, con daños incluso a las infraestructuras civiles", recordó el pontífice. "Invito a todas las partes a emprender el camino del diálogo inclusivo, el único que puede conducir a una solución pacífica y estable". Palabras que hacen eco al llamamiento que hizo ayer al final de la audiencia jubilar, en referencia al preocupante conflicto entre Israel e Irán. Pero también ha ocurrido otra "terrible masacre" entre el 13 y el 14 de junio en la ciudad de Yelwata, Estado de Benue, en Nigeria. "Unas doscientas personas fueron asesinadas con extrema crueldad, la mayoría de ellas desplazados internos acogidos por la misión católica local", afirmó León XIV. "Rezo para que la seguridad, la justicia y la paz prevalezcan en Nigeria, un país muy querido", dijo.

También recordó a la República de Sudán, agobiada por una crisis humanitaria sin igual en el mundo. Una tierra "devastada por la violencia desde hace ya más de dos años", continuó. "Me ha llegado la triste noticia de la muerte del sacerdote Luke Jumu, párroco de El Fasher, víctima de un bombardeo". Sudán es asimismo el país con el mayor número de desplazados internos del mundo y el Papa Prevost agregó: "renuevo el llamamiento a los combatientes para que se detengan, protejan a los civiles y emprendan un diálogo por la paz. Exhorto a la comunidad internacional a intensificar sus esfuerzos para proporcionar al menos la asistencia esencial a la población, gravemente afectada por la crisis humanitaria". León XIV aseguró que "seguimos rezando por la paz en Oriente Medio, en Ucrania y en todo el mundo".

En el texto de la homilía que leyó en la celebración de la misa, el Papa explicó que el binomio deporte-trinidad, aunque no sea "de uso común", no es una asociación "absurda". "Toda buena actividad humana lleva consigo un reflejo de la belleza de Dios, y sin duda el deporte es una de ellas - dijo -. Después de todo, Dios no es estático, no está cerrado en sí mismo. Es comunión, relación viva". Un dinamismo del que "brota la vida". El deporte, por tanto, puede ser un vehículo para el encuentro con la Trinidad, "porque requiere un movimiento del yo hacia el otro, ciertamente exterior, pero también y sobre todo interior", añadió el pontífice.

Luego se detuvo en una expresión que se usa en italiano para "animar" a los atletas masculinos y femeninos: '¡Dai!'. "Es un imperativo hermoso: es el imperativo del verbo 'dar' - explicó Prevost -. Y esto nos puede hacer reflexionar: no se trata solo de dar una prestación física, quizá extraordinaria, sino de darse uno mismo, de 'jugársela'". Luego, habló de "tres aspectos que hacen del deporte, hoy en día, un medio valioso para la formación humana y cristiana". En primer lugar, "el deporte – especialmente cuando es de equipo – enseña el valor de la colaboración, de caminar juntos, de ese compartir que, como hemos dicho, está en el corazón mismo de la vida de Dios". En un mundo que parece ser cada vez más individualista, puede convertirse "en un importante instrumento de recomposición y encuentro, entre los pueblos, en las comunidades, en los entornos escolares y laborales, en las familias".

En segundo lugar, en una sociedad cada vez más virtual, el deporte "valora la concreción de estar juntos, el sentido del cuerpo, del espacio, del esfuerzo, del tiempo real". El tercer aspecto se refiere, en cambio, a la capacidad del deporte de enseñar "también a perder, poniendo a prueba al hombre, en el arte de la derrota, con una de las verdades más profundas de su condición: la fragilidad, el límite, la imperfección". "No es casualidad", añadió el papa, que también en la vida de muchos santos el deporte haya tenido un papel significativo. "Pensemos en el beato Pier Giorgio Frassati, patrono de los deportistas, que será proclamado santo el próximo 7 de septiembre. Su vida, sencilla y luminosa, nos recuerda que, así como nadie nace campeón, tampoco nadie nace santo", afirmó. "Es el entrenamiento diario del amor lo que nos acerca a la victoria definitiva y nos hace capaces de trabajar en la construcción de un mundo nuevo".