08/07/2018, 14.04
VATICANO
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Papa: Dios no se ajusta a los prejuicios

El Hijo de Dios transforma cualquier esquema humano: no son los discípulos los que han lavado los pies al Señor, sino es el Señor que lavó los pies a los discípulos. Este es un motivo de escándalo y de incredulidad, no sólo en aquella época, sino en cada época, también hoy”.  Francisco hace también una broma que se refiere a los mundiales de fútbol. “Veo-dijo- algunas banderas brasileras. Fuerza- agregó- ¡Otra vez será!”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “Dios no se ajusta a los prejuicios” que “impiden acoger a la verdad”, sino que “nos invita a asumir una actitud de escucha humilde y de espera dócil, porque la gracia de Dios a menudo se presenta a nosotros en modos sorprendentes, que no corresponden a nuestras expectativas”. Es esto lo que nos muestra la actitud d los habitantes de Nazaret frente a Jesús que vuelve a su país natal, narrado por el Evangelio de marcos (Cfr. Mc 6,1-6 comentado por el Papa Francisco en el Ángelus.

A las 20 mil personas presentes en la plaza de S. Pedro para recitar la oración mariana, Francisco también recordó la “especial jornada de oración y reflexión por la paz” en Oriente Medio, celebrada ayer en Bari y la de hoy “Domingo del mar”, dedicada a los marítimos y a los pescadores. “Ruego –dijo al respecto- por ellos y por sus familias, como también por los capellanes y los voluntarios del apostolado del mar. Un recuerdo particular por aquellos que en el mar viven situaciones de trabajo indigno, como también por cuantos se comprometen en liberar los mares de la contaminación”.

Precedentemente, hablando del retorno de Jesús a Nazaret. Francisco había evidenciado que “desde cuando se fue y se puso a predicar por las aldeas y los pueblos vecinos, no había vuelto a poner los pies en su patria. Por lo tant, habrá estado todo el pueblo para escuchar a este hijo del pueblo, cuya fama de maestro sabio y de potente curador se entendía por toda Galilea y más allá. Pero “aquello que podría considerarse un éxito, se convirtió en un rechazo rotundo”, o, a tal punto que no pudo obrar allí ningún prodigio sino unas pocas curaciones  (Cfr. v. 5). La dinámica de aquella jornada es reconstruida detalladamente por el Evangelista Marcos: la gente de Nazaret: “primero escucha y se queda asombrado; luego se pregunta perplejo: "¿de dónde vienen estas cosas?", ¿esta sabiduría?... y al final se escandaliza, reconociendo en él al carpintero, el hijo de María, a quien vieron crecer” (V 2-3). Por esto Jesús concluye  con la expresión que se hizo proverbial: “Un profeta no es despreciado si no en su propia patria (v.4)”

Pero nos preguntamos... ¿Cómo es que los conciudadanos de Jesús pasan de la maravilla a la incredulidad?

“Ellos hacen una comparación entre el origen humilde de Jesús y sus capacidades actuales: es carpintero, no ha estudiado, sin embargo, predica mejor que los escribas y hace milagros. Y en lugar de abrirse a la realidad, se escandalizan”. Según los habitantes de Nazaret: “¡Dios es demasiado grande para rebajarse a hablar a través de un hombre tan simple!”, puntualiza Francisco, recordando que se trata del escándalo de la encarnación: “el evento desconcertante de un Dios hecho carne, que piensa con una mente humana, trabaja y actúa con manos humanas, ama con un corazón humano, un Dios que lucha, come y duerme como cada uno de nosotros”

“El Hijo de Dios transforma cualquier esquema humano: no son los discípulos los que han lavado los pies al Señor, sino es el Señor que lavó los pies a los discípulos (Cfr. Jn 13,1-20). Este es un motivo d escándalo y de incredulidad, no sólo en aquella época, sino en cada época, también hoy”.

“El cambio hecho por Jesús compromete a sus discípulos de ayer y de hoy a una verificación personal y comunitaria. En nuestros días, de hecho, puede pasar el hecho de alimentar prejuicios que nos impiden captar la realidad”. Sino que el Señor hoy nos invita a adoptar una actitud de escucha humilde y de espera dócil, “porque la gracia de Dios a menudo se nos presenta de maneras sorprendentes, que no se corresponden con nuestras expectativas. Dios no se ajusta a los prejuicios”.

“Pensemos juntos en la Madre Teresa de Calcuta. Una monjita pequeñita, ninguno daba un peso por ella que iba por las calles a recoger a los moribundos”. “Sin embargo esta hermanita hizo maravillas”.

Dios no se ajusta a los prejuicios. Debemos esforzarnos en abrir el corazón y la mente, para acogerá a la realidad divina que viene a nuestro encuentro. Se trata de tener fe: “la falta de fe es un obstáculo para la gracia de Dios”, afirmó Francisco, señalando que muchos bautizados viven como si Cristo no existiera: los gestos y signos de fe se repiten, pero no corresponden a una verdadera adhesión a la persona de Jesús y a su Evangelio. Cada cristiano, está llamado a profundizar en esta pertenencia fundamental, tratando de atestiguarlo con una conducta coherente de vida, cuyo hilo conductor es la caridad”.  Pidamos al señor, por intercesión de la Virgen María que podamos disolver la dureza de los corazones y la estrechez de las mentes,  “para que estemos abiertos a su gracia, a su verdad y a su misión de bondad y misericordia, dirigida a todos, sin exclusión”.

Al final, hizo una broma refiriéndose al campeonato mundial de fútbol. ““Veo-dijo- algunas banderas brasileras. Fuerza- agregó- ¡Otra vez será!”.

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