Papa: 'Rechazar la fascinación por los armamentos. La guerra siempre es una derrota'
Al final de la audiencia en San Pedro, León XIV recordó los "gritos que provienen de los lugares de guerra", en Ucrania, Irán, Israel y Gaza. Citó la Gaudium et spes: el uso de "armas científicas de todo tipo" puede conducir a "barbaries" mayores que las del pasado. Hizo un llamado a los responsables con las palabras de Pío XII: "Nada se pierde con la paz".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - El corazón de la Iglesia, como el de la humanidad, está "desgarrado por los gritos que se elevan desde los lugares en guerra", dijo el Papa León XIV esta mañana, en la plaza de San Pedro, ante miles de fieles que acudieron a escuchar las palabras de su quinta audiencia general. El dolor de estas horas - continuó Prevost al final del encuentro - es "sobre todo" por lo que sucede en Ucrania, Irán, Israel y Gaza. "¡No debemos acostumbrarnos a la guerra!", afirmó desde el atrio.
En un mundo en el que se discute si es apropiado unirse a una ofensiva en vez de trabajar para construir una paz duradera, Prevost añadió: "hay que rechazar como una tentación la fascinación de las armas poderosas y sofisticadas". Un aplauso espontáneo se levantó en la plaza cuando se escucharon estas palabras. El pontífice continuó citando la constitución pastoral Gaudium et spes, documento del Concilio Vaticano II promulgado en 1965: "En realidad, en la guerra actual se emplean armas científicas de todo género, cuya crueldad intrínseca amenaza llevar a los que luchan a tal barbarie que supere inmensamente la de los tiempos pasados'". Cuando saludó a los peregrinos, se dirigió a la delegación internacional "HOPE80", que realiza la peregrinación Flame of Hope para "promover la reconciliación y la paz" en el año en que se conmemora el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. "Que la luz del amor divino y de la fraternidad pueda arder siempre en los corazones de los hombres y mujeres de nuestra única familia humana".
El Papa León XIV, cuya voz sobre el tema de la paz es necesaria ahora como en todo momento histórico que atraviesa la humanidad, hizo un llamado a los responsables de las guerras, "en nombre de la dignidad humana y del derecho internacional". Lo hizo con las palabras de dos predecesores, el Papa Francisco, "¡La guerra es siempre una derrota!", y luego Pío XII, "Nada se pierde con la paz. Todo se puede perder con la guerra". El Papa se dirigió también a los fieles de lengua árabe, "especialmente a los que viven en Tierra Santa", que sufren el bloqueo de la ayuda humanitaria, la violencia colonial y, ahora, los misiles iraníes. "Los invito a abrir sus corazones a Jesús - afirmó - y a confiar en que Él es capaz de sanar las heridas de nuestra vida y de elevarnos a una existencia llena de paz y serenidad".
Con la catequesis que leyó al comienzo de la audiencia, el pontífice continuó el ciclo jubilar sobre el tema "Jesucristo nuestra esperanza". "Seguimos contemplando a Jesús que sana", dijo al principio. La reflexión de hoy se centró en la curación del paralítico que se narra en el quinto capítulo del Evangelio de Juan (Jn 5, 1-9). "Hoy quisiera invitarlos de manera particular a pensar en las situaciones en las que nos sentimos “bloqueados” y encerrados en un camino sin salida", añadió. Una experiencia muy similar a lo que en los Evangelios se describe como "parálisis". Jesús se dirige a un hombre paralítico desde hace 38 años, que se siente resignado y decepcionado. Le pregunta: "¿Quieres sanar?" (v. 6). "Jesús, en cambio, reconduce a este hombre a su deseo más verdadero y profundo", explicó el Papa León XIV.
El hombre responde "de manera articulada", poniendo de manifiesto un carácter que lo lleva a "evitar asumir sus responsabilidades", y una "visión fatalista de la vida". "Jesús [...] lo ayuda a descubrir que su vida también está en sus manos. Lo invita a levantarse, a recuperarse de su situación crónica", dijo Prevost. El hombre, entonces, se levanta y toma su camilla. No debe abandonar ni tirar esa camilla, "representa su pasado de enfermedad, es su historia", que hasta ese momento lo había bloqueado. "¡Ahora es él quien [...] puede decidir qué hacer con su historia! Se trata de caminar, asumiendo la responsabilidad de elegir qué camino seguir. ¡Y esto gracias a Jesús!".