En 2004, con los fondos de la pensión, creó la ONG Home, que con el tiempo ha proporcionado asistencia y protección legal a los trabajadores migrantes. En los últimos años, luchó contra la esclavitud sexual y la trata de personas. Su obra ha sido reconocida en el continente asiático y en Estados Unidos.

Singapur (AsiaNews) - Los activistas y las asociaciones de derechos humanos de Singapur -y de toda Asia- están de luto por la muerte de Bridget Tan. La mujer luchó en primera línea en favor de los trabajadores migrantes y fue fundadora de la Humanitarian Organization for Migration Economics (HOME). Bridget Tan, una de las personalidades católicas más destacadas de la ciudad-estado, falleció el 18 de abril a la edad de 73 años, siete años después de sufrir un derrame cerebral (en 2014) y de haber estado hospitalizada en cuidados intensivos durante dos meses en estado crítico. "Bridget fue una incansable sostenedora y defensora de los derechos de los trabajadores migrantes”, subrayó HOME en una nota.

Su primera aparición pública tras su enfermedad fue en diciembre de ese año, durante las celebraciones del décimo aniversario de HOME. Hasta hace poco tiempo seguía de cerca las actividades de la organización, que incluyen la acogida y el apoyo a los trabajadores domésticos maltratados, los programas de formación profesional y los servicios de asesoramiento jurídico y profesional para los trabajadores migrantes. Tan era una verdadera amiga y aliada de los migrantes", subraya el comunicado de HOME, "siempre estaba atenta y tendía una mano a la gente necesitada", no sólo en Singapur, sino también en Batam (Indonesia), donde trabajó en colaboración con una ONG local.

Bridget Tan nació en 1948, y fue la tercera de cuatro hijos. Su padre era médico y su madre ama de casa. Cursó sus estudios en el convento Chij de Katong, una institución católica local. Luego se dedicó al trabajo social y se desempeñó en el área de recursos humanos en el sector privado hasta su jubilación, a los 55 años. Su familia está formada por dos gemelos -un médico y una psicóloga- y seis nietos.

Al final de su carrera laboral, se dedicó de lleno al voluntariado, primero en la Pastoral de los Inmigrantes de la arquidiócesis de Singapur, cuya comisión (ACMI) presidió. En 2004, fundó HOME. La organización nació gracias al dinero que recibió en la liquidación al dejar su empleo, y su objetivo es ofrecer servicios, asistencia y protección jurídica a los migrantes. Ese mismo año se creó una organización hermana en Indonesia, Yayasan Dunia Viva Wanita (Fundación Mundial para la Mujer, en indonesio), también gracias a sus esfuerzos. Por su trabajo, Tan fue galardonada por Asia Society, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y los gobiernos de Tailandia y Filipinas.

Su profundo nexo con la fe católica es evidente no sólo en su trabajo, sino también en sus discursos públicos. En una entrevista de 2011, la activista dijo que "sintió la llamada de Dios" cuando el padre Andy Altamirano le pidió que se implicara personalmente en el comité diocesano, para el que puso en marcha programas de asistencia, distribución de alimentos y formación.

Desde su fundación, HOME ha ampliado su radio de acción y hoy también trabaja para apoyar a las víctimas de la esclavitud sexual y lucha contra la trata de personas. En 2010, HOME fue nominada al premio “Asiático del año” de Reader's Digest y recibió una mención de honor. Cinco años después, en 2015, fue incluida en el Hall of Fame de las mujeres más célebres y significativas de la historia de Singapur.

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