16/06/2023, 17.01
TAILANDIA
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Talitha Kum: nuestra lucha contra la trata de personas en la frontera con Myanmar

Se presentó el informe anual del organismo a nivel mundial, con las religiosas en la vanguardia de la lucha contra este flagelo. En 2022 hubo en Asia 9329 víctimas que recibieron protección de esta organización, que opera en 20 países diferentes. El testimonio de una religiosa tailandesa.

 

Roma (AsiaNews) - En 2022 hubo en Asia 9.329 víctimas de la trata de seres humanos que recibieron protección de Talitha Kum, la red fundada en 2009 por la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) para unir las fuerzas de las religiosas en la lucha contra este triste fenómeno. Los datos se encuentran en el informe anual de actividades que elabora el organismo, con el que actualmente también colaboran algunas congregaciones masculinas, asociaciones y personas de diferentes religiones.

"El año pasado - explica la Hna. Abby Avelino, religiosa filipina de las Misioneras de Maryknoll y coordinadora internacional- fue uno de los más difíciles que hemos vivido, porque hubo muchas crisis interconectadas, como el impacto de la pandemia de Covid -19, los conflictos en curso en muchos países (Myanmar, Sri Lanka, Siria, Burkina Faso, Venezuela, etc.) y la guerra en Ucrania, que ha causado sufrimiento a millones de personas, sin olvidar las devastadoras catástrofes naturales como consecuencia del cambio climático. Todas estas crisis tienen un impacto directo en la trata de personas a nivel internacional. Los miembros de Talitha Kum siguen respondiendo a nuestro Llamado a la Acción, curando, llevando alivio, ofreciendo instrumentos e involucrándose en la vida de las víctimas y de los sobrevivientes, y también de las poblaciones en riesgo de trata y explotación".

En la sección dedicada a Asia, la coordinadora regional, la hermana Paula Kwandao Phonprasertruksa, de las Hermanas de San Pablo de Chartres, recuerda, entre las experiencias importantes del último año, la presencia de Talitha Kum en Bangkok, en la Asamblea con motivo del 50 aniversario de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC), que permitió reforzar la red de contactos. Del informe -junto con las infografías que resumen el compromiso de Talitha Kum en el continente (figuras 2 y 3) y hablan de 21 congregaciones involucradas en 20 países diferentes- tomamos este testimonio no firmado de una religiosa tailandesa que ejerce su ministerio junto a las víctimas de la trata de seres humanos en la frontera con Myanmar.

"La lucha contra la trata de personas en Tailandia es un gran desafío debido a la frontera con Myanmar y al flujo constante de personas que huyen de la violencia y de la guerra, y que son especialmente vulnerables a este fenómeno. Sin mencionar que nuestro gobierno anterior promovió la prostitución. Como trabajadores sociales, no podemos quedarnos pasivos frente a esta realidad. Debemos hacer todo lo posible para ayudar a todas las personas que necesitan apoyo para mejorar la calidad de su vida.

En este trabajo el mayor desafío es llegar a los jóvenes. Me preocupa mucho cuando los veo en los campos de refugiados, viviendo en la pobreza y con tanto tiempo libre. Tienden a seguir todo lo que ven en internet, que puede ser muy violento, y corren el riesgo de involucrarse en el tráfico y el consumo de drogas. Luchamos para darles un horizonte para el futuro y sacarlos de esos círculos nocivos.

La experiencia más hermosa de mi trabajo, en cambio, es cuando estoy ayudando a mujeres, hombres, adolescentes y niños que han sobrevivido a la trata de seres humanos. Me siento afortunado de poder ayudarlos y caminar junto a ellos mientras se reintegran a la sociedad. Esto me hace muy feliz; es realmente bello ver a una persona superar estas dificultades.

Me duele el corazón cuando veo casos nuevos y situaciones complicadas de personas que han sido víctimas de la trata. Me siento como una madre cuyo hijo está sufriendo. Como madre, haría cualquier cosa por ayudar a mi hijo. Los llevo en mi corazón y en mis oraciones, y aunque es difícil ganar esta batalla, confío en Dios y trato de curar y ayudar donde haga falta.

Estoy convencida de que formar parte de la red Talitha Kum nos ayuda a luchar mejor contra la trata de seres humanos. Espero y rezo para que jóvenes embajadores de muchos países se unan a nuestros esfuerzos; ellos me dan esperanza. Por medio de la colaboración interreligiosa podemos involucrar a un mayor número de jóvenes y poner en práctica el "llamado a la acción" de Talitha Kum, para mejorar la información, la comunicación, la prevención, la creación de redes y las medidas defensivas.

Talitha Kum Tailandia colabora con el gobierno gracias a la ley tailandesa contra la trata de seres humanos. Pero no nos detenemos ahí. Como esposas de Cristo, formamos parte de congregaciones religiosas que brindan cuidado y esperanza para restaurar la dignidad humana. Nuestro objetivo es promover el acceso a la justicia y ayudar a las personas en su camino. Me siento más fuerte cuando me encuentro y colaboro con muchas congregaciones religiosas diferentes. Creo que las manos de Jesucristo guían todo y que Jesús nos ama, a mí y a ustedes. Él nos ayuda a convertirnos en amor, a ayudar a las víctimas de la trata de personas a recuperarse y tener una vida digna".

Foto: Talitha Kum / @Christian Van Lohiuzen

 

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