09/02/2023, 14.14
SIRIA
Enviar a un amigo

Terremoto, la petición de los cristianos sirios: levanten el embargo y las sanciones

Una nota conjunta de patriarcas y líderes eclesiásticos contra las medidas punitivas que afectan a la población y ralentizan la maquinaria de socorro. Las monjas trapenses hablan de la "sal de las sanciones en las heridas" del sismo. Damasco presenta una solicitud formal de ayuda a la UE. La ONU pide "no politizar" las intervenciones. Primer convoy en zonas controladas por rebeldes y yihadistas. 

Alepo (AsiaNews) - Las sanciones internacionales y el embargo contra Siria están obstaculizando las operaciones de socorro y el envío de ayuda a una población golpeada por el terremoto, y que todavía lleva las señales y las heridas de más de 10 años de una guerra aún en curso en varias zonas. Este es el pedido que hicieron líderes cristianos y religiosos, entre ellos las monjas trapenses, que reclaman una flexibilización del embargo sobre Damasco que impulsan Estados Unidos y Occidente, pero que por el momento sólo termina pesando sobre la población. Y sobre la entrega y distribución de alimentos, mantas y material de socorro esencial en las zonas golpeadas por el terremoto, ya sea bajo el control del presidente Bashar al-Assad (léase: Alepo) o de la galaxia yihadista y rebelde asentada en Idlib. 

Al frente de la petición de "aliviar el embargo al pueblo sirio" están el patriarca greco-ortodoxo John Yazigi, el patriarca sirio-ortodoxo Aphrem Ignatius, el patriarca greco-melquita católico Joseph I y todos los jefes de las Iglesias del país árabe. "Miles de sirios han perdido la vida, muchas iglesias, instituciones y hogares quedaron destruidos y muchas familias desplazadas", escriben. Una "catástrofe natural" que añade sufrimiento a una población ya muy probada por guerras, crisis, catástrofes y epidemias, a lo que se añade la "ausencia de maquinaria indispensable, medicamentos y productos de primera necesidad" para poder "vivir dignamente". 

De ahí el llamado a las Naciones Unidas y a los Estados que impusieron sanciones a Siria (Washington en primer lugar) para que "flexibilicen el embargo", que sólo acaba afectando a la población civil, y tomen "medidas excepcionales e inmediatas" para garantizar el suministro de productos de primera necesidad. Además de la oración por las víctimas, los líderes cristianos renuevan su petición a "los gobiernos, las organizaciones internacionales, las ONG y organizaciones benéficas" para que garanticen "el apoyo a los esfuerzos de rescate y socorro, independientemente de cualquier consideración política".

Palabras que parecen encontrar hoy una respuesta parcial en la advertencia de la ONU, que pide "no politizar" la ayuda a Siria. Y si hoy se espera un primer convoy (que pasará a través de Turquía) hacia los territorios de la provincia noroccidental de Idlib, controlados por rebeldes y yihadistas, la misma Damasco envió una petición formal de ayuda a la Unión Europea. El pedido fue recogido por la Comisión Europea, que se dirigió a los Estados miembros "animándolos" a responder con medicinas, alimentos y artículos de primera necesidad, pero asegurándose de que los materiales enviados "no se desvíen" al gobierno o a entidades afiliadas, sino que se distribuyan entre la población. 

En Siria también se alza la voz de las monjas trapenses de Azer que, en una carta firmada por Sor Marta, denuncian la "sal de las sanciones en las heridas del terremoto". "Basta ya de palabras vacías, ahora es el momento de levantar las sanciones contra Siria", piden las religiosas, que esperan que "la tragedia y el sufrimiento de tantos muertos que siguen bajo los escombros sirvan para ayudar a la esperanza de los vivos". Y añaden: "[...] si las condiciones generales de la gente no hubieran sido tan desesperadas, hoy habría más medios para excavar entre los escombros y poder salvar a alguien. Habría hospitales mejor equipados, farmacias abastecidas con todo lo necesario. Más casas capaces de acoger refugiados, [...] más gente con trabajo y recursos para ayudar a sus hermanos”.

El terremoto es "una inmensa tragedia", recuerdan las Trapenses sirias, pero "incluso en las zonas que no fueron demasiado castigadas, hay muchas personas necesitadas, que se mueren de hambre, hoy como ayer, porque el hambre, la imposibilidad de hacer frente a las enfermedades debido al coste de los medicamentos, y todo lo demás ya existía antes de este 6 de febrero". El sismo abrió los ojos "a la tragedia siria, de la que nadie hablaba desde hacía tiempo", añadieron, pero "ya había un terremoto, más silencioso aunque no menos devastador, que sacudía la vida y el futuro de este pueblo desde hacía años". "Los vivos -concluyen las monjas- necesitan una esperanza tangible y concreta de que la vida puede reconstruirse... Levanten la voz para que se retiren inmediatamente las sanciones".

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Provincial jesuita: de la guerra al terremoto, Alepo una ciudad 'traumatizada
17/02/2023 13:22
Obispo de Alepo: la flexibilización de las sanciones es una señal positiva en el drama del terremoto
14/02/2023 14:51
Cardenal Zenari: la tragedia del terremoto como 'prueba de humanidad' para superar el conflicto sirio
10/02/2023 14:06
Marista de Alepo: el terremoto, ‘una tragedia para todos’. Los sirios, ‘discriminados’ en la ayuda
28/02/2023 13:44
La solidaridad libanesa con la población siria afectada por el terremoto
08/02/2023 12:05


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”