Xi se reúne con empresarios estadounidenses para frenar la fuga de inversores

de John Ai

El presidente chino tranquiliza sobre el "amplio margen de desarrollo" incluso para las empresas estadounidenses, preocupadas por las implicaciones de la malla cada vez más tupida impuesta por las leyes de "seguridad nacional" y la crisis de la economía china. Mientras tanto, la propia Beijing sólo prevé "opciones nacionales" para los sistemas operativos de los ordenadores y servidores gubernamentales.

Beijing (AsiaNews/Agencias) - El presidente chino, Xi Jinping, se ha reunido con un grupo de destacadas personalidades del mundo empresarial estadounidense. Se trata de una iniciativa poco habitual, que muestra cómo China está intentando disipar las preocupaciones de las empresas extranjeras y restaurar la confianza en la economía china en medio de un crecimiento lento y una fuerte caída de la inversión extranjera. A la reunión de Beijing asistieron ejecutivos de grandes empresas, como Stephen Schwarzman, de Blackstone, y Christian Amon, de Qualcomm.

Según los medios de comunicación oficiales chinos, el Presidente Xi Jinping prometió "dar más margen de desarrollo a las empresas de distintos países, incluido Estados Unidos". Xi afirmó que la reforma y la apertura de China no se detendrán. En su discurso, hizo hincapié en el intercambio y la cooperación. A la reunión, de 90 minutos de duración, asistieron unos 20 representantes estadounidenses. Xi Jinping estrechó la mano de los empresarios, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi. Era la segunda reunión de este tipo desde su asistencia a la cumbre de la APEC en San Francisco el pasado noviembre, cuando Xi se reunió con el Presidente estadounidense Joe Biden.

La reunión se produce en un contexto preocupante para Beijing. Las cifras oficiales de China muestran un recorte de 33.000 millones de dólares en inversión directa en 2023, un 81,7% menos que en 2022. La inversión extranjera se encuentra en su nivel más bajo de los últimos 30 años, y cada vez son más los inversores que se quejan de la inseguridad jurídica en China, ya que el Partido Comunista en el poder antepone la seguridad nacional a la cooperación económica. A las empresas extranjeras les preocupan los posibles riesgos derivados de la ampliación del ámbito de aplicación de la Ley contra el Espionaje y la restricción de las transferencias transfronterizas de datos. Además, la ralentización estructural de la economía y el entorno empresarial han obligado a las empresas a reevaluar las ventajas y los riesgos del mercado chino. China confirmó a las Dos Sesiones un objetivo de crecimiento anual del 5%, que los analistas consideran ambicioso.

La reunión con Xi tuvo lugar al término del Foro de Desarrollo de China, los días 24 y 25 de marzo. En el pasado, era el Primer Ministro quien se reunía con los líderes empresariales extranjeros en esta ocasión. Y el hecho de que el presidente tomara el relevo del primer ministro Li Qiang demuestra que Xi se ha hecho con el control absoluto de los asuntos económicos.

Detrás de la fuga de inversiones extranjeras pesan los conflictos geopolíticos. La policía china irrumpió en algunas empresas consultoras por motivos de seguridad nacional, mientras que los fabricantes trasladaron fuera de China partes de la cadena de suministro. El Primer Ministro chino, Li Qiang, intentó apaciguar a las empresas extranjeras en el Foro Económico Mundial celebrado en enero. Y el Ministerio de Comercio chino se ha comprometido a celebrar una mesa redonda mensual con las empresas extranjeras para abordar sus preocupaciones. Pero en los últimos días ha estallado una nueva polémica sobre piratas informáticos chinos respaldados por las autoridades que supuestamente han atacado a políticos, empresas y disidentes chinos en el extranjero. Estados Unidos y el Reino Unido han lanzado sanciones conjuntas contra siete ciudadanos chinos por supuestos ciberataques persistentes.

Estos temas también surgieron durante la visita a China del Primer Ministro holandés, Mark Rutte, que tiene lugar estos mismos días. Rutte también expresó su preocupación por la penetración del ciberespionaje chino en las redes militares holandesas. Holanda también ha impuesto restricciones a la exportación de dispositivos de fotolitografía, utilizados para la producción de microchips. Por su parte, Xi declaró que "ninguna fuerza puede detener el avance de la tecnología china" y advirtió a Rutte contra la "disociación y ruptura de lazos" con China.

Sin embargo, la propia China ha adoptado su propia versión de la estrategia de desvinculación. Las autoridades chinas planean eliminar progresivamente los microprocesadores estadounidenses, especialmente Intel y AMD, de los ordenadores y servidores gubernamentales. Las autoridades también pretenden abandonar el sistema operativo Windows de Microsoft. La contratación pública favorecerá las opciones nacionales, consideradas "seguras y fiables".