El Rev. Chu Yiu-ming es uno de los fundadores del movimiento de los paraguas. Ayer emitió una declaración para mitigar la pena, entre el llanto de los presentes. “Espero despertar vuestras conciencias”, dijo. Los otros fundadores, Benny Tai y Chan Kin-man pidieron que al pastor, de 75 años, le sea ahorrada la cárcel.
En el pueblo de Siyambalanduwa la iglesia está cerrada desde hace años por la oposición de los monjes budistas. Las protestas impiden también las lecciones de catecismo. Alocious, de 94 años, en primer católico del asentamiento, reza todos los días: “Señor, danos de nuevo nuestra iglesia”.
Se inició ayer en Munich el proceso contra de Jennifer Wenisch de 27 años, una “policía de la moral”. Junto al marido, un combatiente del Califato, compró una niña y a la madre. Encadenada bajo el sol, la pequeña falleció “bajo un calor tórrido”. La mujer arriesga la cadena perpetua. El problema de los foreing fighters que vuelven a los países de origen.
Amnesty International registra una caída del 31% con respecto al 2017. El año pasado, los verdugos terminaron con la vida de 690 personas; el año anterior, dieron muerte a 993. Los cinco países más “justicieros” son: China, Irán, Arabia Saudita, Vietnam e Irak. En Irán, hubo un -50% de condenas.
La Conferencia episcopal anuncia una investigación en todas las 16 diócesis del país. El arzobispo de Tokio: “Dar prueba de nuestra seriedad y responder al pedido del Papa por una tolerancia cero”. Ya en 2003 los obispos japoneses instituyeron la División para la protección de los derechos de los niños y de las mujeres.
El Maldivian Democratic Party, guiado por el presidente Ibrahim Mohamed Solih, se adjudicó 65 escaños sobre un total de 87. Los acuerdos firmados con China están siendo atentamente examinados.