Líder bahai: Jubileo de la Misericordia para los cristianos, bahaíes, musulmanes y judíos
Nueva Delhi (AsiaNews) – El Año Santo de la Misericordia “es la demostración espiritual de que la Iglesia católica mundial se mueve con el paso de los tiempos”. Quien lo dice a AsiaNews es A. K. Merchant, líder de la comunidad bahai en la India. Él considera que “el reclamo del Papa a la misericordia, centrado sobre renovación espiritual”, sobre todo, “en un momento histórico en el cual pareciera que la inmoralidad excesiva y la violencia sin sentido hubieran superado todo límite”.
El líder religioso sostiene que existe una profunda unidad entre los intentos de la misericordia cristiana y los valores de la comunidad bahai. Así como en el Nuevo testamento Jesús invita a “ser misericordiosos como vuestro Padre”, también el fundador de la fe bahai decía: “Si tus ojos están vueltos hacia la misericordia, renuncia a las cosas que son de provecho sólo para ti, y adhiere a aquello que favorece a la humanidad”. Las obras de misericordia corporal y espiritual, reclamadas en la Bula de Indicción del Jubileo, son “testimoniadas por los viajes pastorales del Papa, y también compartidas por los fieles bahaíes. Servir a los oprimidos y a quienes son menos afortunados es parte integral de la doctrina de los seguidores de Baha’u’llah, que comparten con los hermanos y hermanas cristianos las siete obras de misericordia”.
El ejemplo del Papa Francisco, que dice que la profesión de fe cristiana en la misericordia de Dios “nos une al judaísmo y al islam, porque ambos consideran la misericordia como uno de los más importantes atributos de Dios”. Traducción al español a cargo de AsiaNews.
La indicción de un Año jubilar de la Misericordia, querido por el Papa Francisco, es la demostración espiritual de que la Iglesia católica mundial se mueve al mismo paso que los tiempos. El Jubileo anterior fue anunciado pro San Juan Pablo II para celebrar el milenio. Este Año Santo de la Misericordia se inició el 8 de diciembre de 2015 con la fiesta de la Inmaculada Concepción y terminará el 20 de noviembre de 2016 con la fiesta de Cristo Rey. Con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro en Roma, la primera del siglo XXI, el Papa ha invitado a la comunidad cristiana entera a ofrecer una especial demostración de misericordia y compasión a toda la humanidad, en un momento histórico en el que pareciera que la inmoralidad excesiva y la violencia sin sentido hubieran superado todo límite.
En particular, en el último año se ha vuelto evidente que en muchas naciones –y por diversos motivos- los ideales espirituales que supieron unir entre sí a las sociedades parecen haberse vuelto cada vez más obsoletos y agotados. Por este motivo, el reclamo del Papa a la misericordia, centrado fundamentalmente en el perdón y la reconciliación, va más allá de un simple llamado a una renovación espiritual. Para los miembros de la comunidad bahai del mundo, el Año Santo debería servir para recordar que debemos acrecentar en los corazones el amor de Baha’u’llah [fundador de la comunidad – ndr], de modo de completar la tarea urgente en su plano global, que termina el 21 de abril de 2016 con la fiesta de Ridván (Paraíso) [la más importante festividad religiosa para la comunidad, que coincide con la revelación del fundador – ndr]. El principio de la unidad de la humanidad, como fue profesado por Baha’u’llah, requiere no sólo la cooperación entre pueblos y naciones. Es una verdadera llamada a volver a definir los conceptos de las relaciones sobre las cuales se funda la sociedad actual.
De hecho, la estructura conceptual de un año santo no pertenece a una sola religión. Ésta aparece en el judaísmo, en la fe bahai, en los sistemas religiosos orientales como el hinduismo y el budismo. Desde que se inició la comunidad bahai, hace 172 años, hemos tenido dos ocasiones de años jubilares: la primera, en 1952-1953, con los 100 años de la primera revelación de la misión divina de Baha’u’llah; la segunda, en 1992-1993 por el festejo del centenario de su ascensión. Para nuestra comunidad el objetivo declarado de un tiempo sagrado, como el Año de la Misericordia, es una invitación a alinearnos con el mandato de Dios: “Sean misericordiosos, así como es misericordioso vuestro Padre (Lucas 6,36)”. Y Baha’u’llah dice: “Si tus ojos están vueltos hacia la misericordia, renuncia a las cosas que son de provecho sólo para ti, y adhiere a aquello que favorece a la humanidad”.
El Papa Francisco dijo: “Es un viaje que comienza con una conversión espiritual”. Pero, ¿qué es la misericordia y cómo se puede practicar de un modo concreto? Nadie pude negar que Dios es misericordia superlativa y que su segundo nombre es amor. Mientras reflexionamos sobre el significado profundo del año jubilar, recordemos la importancia de la remisión de los pecados y del perdón universal. Dios ha elegido establecer su trono de misericordia, más que de justicia. Si no hubiera sido así, la creación hubiese muerto al instante. Desde el punto de vista histórico, para la Iglesia existe una línea ininterrumpida entre profesar la misericordia y permanecer siempre fieles a la virtud primaria, que es el derecho y el deber de reclamar a la misericordia de Dios. Incluso las otras comunidades religiosas y diversas tradiciones espirituales han destacado de manera importante la encarnación de la misericordia de Dios, y han apreciado la contribución brindada por la comunidad católica en el campo de la educación, de la atención médica, de la asistencia a los enfermos, de dar de comer a los hambrientos, de visitar a los presos, de cuidar a las personas abandonadas. Esto es lo que el Papa Francisco ha mostrado en varias ocasiones en las visitas pastorales de los últimos meses. Servir a los oprimidos y a los menos afortunados es parte integral de la doctrina de los seguidores de Baha’u’llah, que comparten con los hermanos y las hermanas cristianas las siete obras de misericordia: advertir a los pecadores; enseñar a los ignorantes; aconsejar a quienes dudan; consolar a los afligidos; soportar pacientemente a las personas molestas; perdonar las ofensas; y rezar por los vivos y por los difuntos. Como informa el sitio de Internet del Vaticano, el año jubilar ahonda sus raíces en la tradición judía que preveía un año santo para el pueblo judío que ha de ser celebrado cada 50 años. Las deudas eran canceladas, los esclavos liberados, y las tierras entregadas a sus “propietarios legítimos”. El Papa Francisco ya desde hace tiempo viene señalando su deseo de cambiar la actitud de la Iglesia, desde la condena de los ilícitos llegando a una Iglesia más indulgente en relación a su grey y más comprensiva acerca de las dificultades que los fieles afrontan cada día. Este Año jubilar extraordinario es una oportunidad real para expresar este deseo y crear una Iglesia que es “hospital de campo”, que cura y sana las heridas de su grey. Él ha dado inicio al Jubileo abriendo la Puerta santa de Bangui, capital de la República Centroafricana, durante su reciente viaje a Africa. Este ha sido uno de los tantos gestos simbólicos que el Papa ha llevado a cabo en una nación lacerada por el conflicto entre cristianos y musulmanes. El Papa especificó también que quiere este jubileo para inaugurar un año de “ferviente diálogo” entre cristianos, musulmanes y judíos, de manera tal que todos los que creen en Dios misericordioso puedan mostrar más misericordia los unos con los otros, erradicando la violencia, el desprecio y la discriminación. El ha dicho que la profesión de fe cristiana en la misericordia de Dios “nos conecta con el judaísmo y el Islam, porque ambos consideran la misericordia como uno de los más importantes atributos de Dios”.
En un año signado por cruentos conflictos, ataques terroristas y desastres naturales en todo el mundo, se espera que el jubileo arrastre a millones de peregrinos hacia Roma, donde las autoridades de la ciudad y el Vaticano están trabajando juntos ´para garantizar la seguridad.
*Administrador nacional del Lotus Temple & Baha’i Community de la India, presidente de la Asamblea espiritual de los bahaíes de Delhi , secretario general del Temple of Understanding – India (asociación interreligiosa acreditada en las Naciones Unidas)
23/12/2015
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