Murió Mons. Andrew Francis, el Obispo 'sanador del espíritu'
El obispo retirado de Multan, presidió la Comisión Nacional de Justicia y Paz, de 2011 a 2015. En los 45 años de sacerdocio trabajó "en modo incesante en las comunidades pobres y marginadas." Estimado por promover la armonía entre las diferentes creencias mediante la participación de los líderes islámicos.
Multan (AsiaNews) - Mons. Andrew Francis, Obispo emérito de Multan, en Pakistán, murió ayer a los 70 años. Amado por los católicos paquistaníes - e incluso respetado por los musulmanes e hindúes - era conocido como Obispo "sanador del espíritu." Fue un líder religioso, activista por los derechos humanos y había ocupado numerosos cargos de la Iglesia católica local. La Comisión Nacional de Justicia y Paz (NCJP), que presidió desde 2011 hasta 2015, ha publicado una declaración oficial. El documento, firmado por Mons. Joseph Arshad, presidente, p. Emmanuel Yousaf Mani, Director Nacional, y Cecil Shane Chaudhry, Director Ejecutivo, establece que: "La Comisión expresa su más sentido pésame a la Iglesia Católica y la comunidad por esta gran pérdida. Al mismo tiempo, rezar por el alma del difunto".
Recientemente mons. Francisco ha festejado sus 45 años de sacerdocio. El acto también contó con la presencia de varios líderes musulmanes y amigos hindúes, lo que confirma las buenas relaciones que logró construir durante el apostolado en la diócesis de Lahore y Multan.
El paso su vida trabajando sin descanso por las comunidades pobres y marginadas de Pakistán. Fue miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, la Comisión Internacional de Estados Unidos para el inglés en la liturgia y de la Comisión para las Minorías del gobierno paquistaní. Fundó el seminario menor de San José y construyó ocho escuelas en la provincia de Punjab. En su larga sacerdocio ha introducido algunas innovaciones en la Iglesia de Pakistán, como las peregrinaciones a pie y en bicicleta al Santuario mariano nacional de Mariamabad; la novena de San Antonio; Las sesiones de oración para invocar la curación; la procesión pública en la solemnidad de Cristo Rey; abrió la enseñanza del catecismo a las mujeres.
La declaración de la NCJP recuerda que Mons. Francisco "siempre ha contribuido en términos tanto espirituales como financieras a las operaciones de socorro y rehabilitación en caso de desastres naturales y los causados por el hombre. Vale la pena señalar su determinación en la promoción de la armonía interreligiosa, con una fuerte implicación del clero islámico para construir la paz en la sociedad".
En 1996, el obispo retirado escapó por poco de un intento de asesinato, pero nunca tuvo resentimiento contra sus agresores. Al mismo tiempo, él "estaba firmemente comprometido con la protección de los lugares de culto de las minorías religiosas. Su desinterés, la generosidad y la naturaleza de caridad son símbolos evidentes de la paz y el amor, de acuerdo con las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo". "Fue un escritor de renombre, un líder espiritual, un recurso para la nación, una leyenda cuyos servicios a la humanidad no son más que pura manifestación del amor de Jesús. El vacío creado por su muerte nunca será llenado", concluye el comunicado.
23/12/2015
