31/05/2014, 00.00
IRAK
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Bagdad: Emigración, vocaciones y liturgia en el Sínodo de la Iglesia caldea

de Joseph Mahmoud
En programa del 24 al 28 de junio, este analizará la situación de las diócesis caldeas en Irak y entre los Países de la diáspora. Entre los otros temas, la elección de los pastores para las sedes vacantes, el reforzamiento de la presencia de los laicos y la creación de una Liga caldea. Una oración especial que se debe recitar al final de todas las misas en preparación del Sínodo.

Bagdad (AsiaNews)- La situación de las diócesis caldeas en Irak y en las naciones de la diáspora, junto a los desafíos de le emigración y a una nueva forma de organización de la Curia. Son estos algunos entre los tantos puntos que caracterizan al próximo Sínodo de la Iglesia caldea, en programa en Bagdad del 24 al 28 de junio próximos. El sito del Patriarcado ha ilustrado los temas principales sobre los cuales focalizará su atención. Mar Louis Sako I, junto a los obispos, y que serán desarrollados en estas semanas precedentes al encuentro. Dirigiéndose a la comunidad iraquena, marcada de hace años por los sufrimientos y las persecuciones, su Beatitud confía una oración especial que se recitará al final de todas las misas, en las parroquias, monasterios, conventos, al finalizar de cada misa dominical en preparación del Sínodo

Junto a la situación de la Iglesia caldea en su complejo, el Patriarca y los obispos enfrentarán el tema de la elección de los nuevos pastores a los cuales confiar las diócesis vacantes; la beatificación de los arzobispos mártires en la Gran Guerra; la adopción de un derecho privado.

El Sínodo será también ocasión para profundizar el estudio del borrador de modificación del Rito del Bautismo y del Matrimonio, en la prospectiva de una unificación en todas las parroquias. A esto se agrega la renovación de la Liturgia, un tema muy querido a Mar Sako desde su elección como Patriarca, y a las oraciones de la mañana.

Además, el Sínodo está llamado a enfrentar el problema de falta de vocaciones para la vida sacerdotal y monástica, que corre el riesgo de empobrecer una Iglesia caldea ya minada en lo profundo por una emigración que, desde 2003 a hoy, vio reducirse a la mitad la población cristiana en Irak. Está también la esperanza de explotar en el mejor modo posible la potencialidad y el carisma de los laicos pidiendo que contribuyan en los desafíos y en las aspiraciones de la Iglesia, confiando a ellos también cargos y roles de responsabilidad. Por último, la creación de una Liga caldea copiando la maronita, siria y griega.

En preparación al Sínodo, el Patriarcado caldeo compuso una oración para recitar al final de cada misa dominical. A continuación, el texto:

"Señor Jesús, infunde en nuestros obispos tu Alma y tu Vida, para que se unan en Ti. Colma sus corazones, para que puedan reflexionar sobre Tu rostro, el amor y los valores con entusiasmo, alegría, dedicación e imparcialidad".

¡Oh, Señor! Acompáñalos e ilumínalos en sus encuentros, en sus discusiones y en sus decisiones para un mejor servicio a la Iglesia y un testimonio más creíble".

¡Oh, Señor! Te rogamos por el éxito del Sínodo, para que pueda dar los frutos esperados para la unidad de la Iglesia, y por su enraizamiento en la misión y en la renovación bajo la insignia de la autenticidad, todo honor y gloria a Ti por siempre".

 

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