Bakú supera incluso a Washington entre los judíos rusoparlantes

de Vladimir Rozanskij

Una encuesta de opinión realizada entre inmigrantes de la antigua Unión Soviética ha señalado a Azerbaiyán como el Estado más cercano a Israel y a Aliev como el segundo líder mundial más amigo, solo por detrás de Trump. Un vínculo cimentado por muchos factores, entre ellos razones históricas, pero también acuerdos comerciales actuales sobre energía y colaboración militar.

Bakú (Asianews) - El sitio web Newsru.co.il ha realizado un análisis de la opinión de los ciudadanos israelíes rusoparlantes, una minoría significativa en Israel, muy activa en el ámbito político-informativo. El 63 % de los encuestados se declara «conservador de derecha» y el 89 % afirma ser «patriota convencido de Israel», todos muy atentos a las noticias internacionales, a los acontecimientos en la región y a las declaraciones de los líderes mundiales. Precisamente por eso son especialmente significativas sus respuestas sobre cuáles son los «países amigos» y socios de Israel.

En cuanto a la pregunta sobre qué Estados son más cercanos a Israel, los ciudadanos rusoparlantes situaron en primer lugar a Azerbaiyán, con el 55 % de las respuestas, superando incluso a Estados Unidos, con el 52 %. Les siguen Alemania, Argentina y la República Checa. Por lo tanto, Bakú no solo se considera un socio regional importante, sino también un país que mantiene y desarrolla relaciones eficaces y coherentes con Israel.

Esta valoración se refiere al importante papel de Azerbaiyán en cuestiones de seguridad energética, pero también a la colaboración en el ámbito militar y a la actitud de gran respeto hacia toda la comunidad judía, tanto en el pasado histórico como en las condiciones actuales. Incluso en las indicaciones sobre los líderes mundiales más cercanos a Israel, tras la evidente prevalencia de Donald Trump con un 77 %, le sigue el presidente azerbaiyano Ilham Aliev con un 49 %, que supera al canciller alemán Friedrich Merz y a los jefes de Gobierno y presidentes de muchos otros países, sin duda mucho más influyentes que Azerbaiyán en la arena internacional.

Para la sociología política de Israel, estos resultados son extremadamente significativos, teniendo en cuenta que la gran minoría rusoparlante considera a Aliev un líder muy coherente en su colaboración con el Estado hebreo, que expresa una posición de política exterior estable y predecible, demostrando un gran aprecio por Israel y una verdadera preocupación por su seguridad. Teniendo en cuenta las fluctuaciones del mercado energético en tiempos de guerras y sanciones, un país proveedor de gas y petróleo como Azerbaiyán adquiere un valor primordial.

Hay varios factores que confieren a los azerbaiyanos una valoración tan positiva y decisiva, empezando por la dimensión real de la asociación en materia de transporte, energía y seguridad. Influye mucho el modelo histórico de convivencia y relación amistosa entre judíos y azerbaiyanos, una población con una mayoría absoluta musulmana, seguidores de una variante moderada del islam chiíta en un 80 %, con una minoría suní del 13 %, factores bien conocidos por los israelíes rusoparlantes. Israel es el país con mayor población rusa estable del mundo fuera de la propia Federación Rusa, y sin duda el más rusoparlante fuera del espacio exsoviético.

También es importante la estabilidad de la posición de Azerbaiyán en las estructuras internacionales, donde en cada ocasión los delegados de Bakú expresan posiciones amistosas y de apoyo a Israel. Azerbaiyán también ofrece una notable apertura a nivel informativo, al no tener problemas de oposición que limitar y reprimir en su interior, lo que favorece la atención y la sintonía de los rusos en el extranjero, especialmente en Israel.

La cooperación entre Bakú y Jerusalén tiene, por tanto, bases sólidas y profundas, y el nivel de confianza mutua es muy superior al que normalmente se considera en los círculos diplomáticos tradicionales. Muchos comentaristas consideran que Azerbaiyán es el candidato más realista para adherirse a los Acuerdos de Abraham a medio plazo, junto con Kazajistán, que se ha comprometido a hacerlo. Apoyando la estrategia israelí para una red eficaz a varios niveles en Oriente y la colaboración regional en el mundo turánico, en los espacios post soviéticos y en los sistemas de seguridad de Oriente Medio.