Catequista filipino: en la misión en Asia, nuestra tarea pasa también por casa

Para Darwin Beceril, “hay una razón divina para que tantos católicos filipinos vivan justamente en Asia”. Incluso los que no son misioneros de profesión “son llamados a la ‘missio ad gentes’, que no es tan solo anunciar los mensajes de Cristo, sino que los otros puedan entrar en relación con Su persona en la experiencia”. Las intenciones del Papa Francisco para el mes de octubre para que “las comunidades cristianas del continente asiático anuncien el Evangelio a quienes todavía lo están esperando”. Para el año 2050, los cristianos del área Asia-Pacifica serán 381 millones.

Manila (AsiaNews) – Tengo la certeza de que “hay una razón divina para que vivamos en esta parte del mundo. No es casual, sino que es una misión. Dios desea que nuestro país se convierta en el centro de la fe en Asia”. Lo dice Darwin Beceril, catequista de la diócesis de Novaliches, en una entrevista a CBCP News, sitio de la Conferencia Episcopal del país. Según Darwin, la misión puede ser llevada adelante incluso por filipinos que no son misioneros en sentido estricto.

“Tengo un amigo – cuenta – que era catequista como yo, antes de volverse un trabajador migrante. Como a menudo ocurre, tuvo que dejar a su familia para buscar mejores oportunidades de trabajo en el exterior. Pero lo más impresionante es que no renuncia a evangelizar. Aún todavía sale para ir a trabajar como catequista, y esto, no obstante las ocupaciones que tiene a raíz de su trabajo”.

Para Darwin, “todos nosotros podemos ser misioneros en Asia, incluso desde nuestros hogares, no actuando como individuos en forma singular, sino en una comunidad de fe. Si nuestra Nación tomara a pecho el mensaje de Jesús, que nos fue transmitido por medio de muchos testigos valientes, sería un gran don para el mundo entero”.

Según Nestor Limqueco, profesor de Religion en la Arellano University, “cada cristiano bautizado es un misionero. Todos estamos llamados a la misión ‘ad gentes’, tanto si somos filipinos como si no lo somos”. La misión, continúa el profesor, no es solamente llevar el mensaje de Cristo a los demás, sino, sobre todo, tornar presente, actual, a la persona de Cristo, “que debe ser escuchada, vista, experimentada”. Las conversiones son fundamentales, concluye Nestor Limqueco, pero urge llevar adelante el diálogo, ya sea con los no cristianos, como con los cristianos mismos entre sí, para ver cumplido el deseo, expresado por el Vaticano, de una unidad entre los cristianos.

Las intenciones del Papa Francisco para el mes de octubre se dirigen a que “las comunidades cristianas del continente anuncien el Evangelio a quienes todavía lo esperan”. De acuerdo a los datos del Pew Research Center, en el año 2010 los cristianos de la región Asia-Pacifica eran 287 millones (la mayor parte de ellos, católicos filipinos), representando el 7,1 % de la población total. Los pronósticos prevén que para el año 2050 éstos pasarán a ser 381 millones, registrando un crecimiento del 33%.