Colombo: los pescadores ilegales indios, una «amenaza» para el futuro económico de la isla
En 2024 se registró un récord de pescadores indios detenidos, más de 500 en un año. Un problema que ha ido en aumento desde el fin del conflicto interno en 2009. Quienes pagan las consecuencias son sobre todo las poblaciones del norte, ya marcadas por la guerra. Se hace un llamamiento a la aplicación de las normas internacionales del sector.
Colombo (AsiaNews) - Una grave amenaza para la seguridad se cierne sobre el futuro de la isla: la práctica continuada de la pesca ilegal, no regulada y no declarada (INDNR) por parte de barcos indios en aguas interiores de Sri Lanka. El problema, que ha crecido exponencialmente desde el fin del conflicto interno en 2009, ha devastado los medios de subsistencia de las comunidades pesqueras del país, en particular las del norte, ya devastadas por la guerra. Una cifra basta para definir la magnitud de la emergencia: por primera vez en una década, en 2024, los pescadores indios detenidos en Sri Lanka superaron los 500.
La disputa pesquera entre Sri Lanka y la India sigue siendo un complejo desafío diplomático, ya que las promesas de cooperación de Nueva Delhi a menudo chocan con la realidad sobre el terreno, incluidos los obstáculos políticos de Tamil Nadu, donde la cuestión sigue siendo un tema electoral delicado. Según el director ejecutivo del Centro Regional de Estudios Estratégicos (Rcss), George I. H. Cooke, «los comerciantes de pescado indios están privando de soberanía económica a la comunidad pesquera (tamil) de Sri Lanka, en particular a la del norte».
«La cuestión de la pesca —continúa el experto— es antigua y no se ha abordado de manera eficaz. Los comerciantes indios y las grandes empresas pesqueras utilizan barcos de gran tamaño. La industria de la nación insular se enfrenta a una serie de retos, entre ellos la sobrepesca, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, así como el agotamiento» de la materia prima. «Estas cuestiones de larga data —advierte— amenazan el sustento de más de 2,5 millones de residentes costeros y tienen un impacto en la economía y la seguridad alimentaria del país».
El pescado constituye el 50 % del consumo de proteínas animales de los habitantes de Sri Lanka, lo que confirma el papel crucial del sector para garantizar la seguridad alimentaria. La industria tiene un enorme potencial para aumentar las fuentes de ingresos, mejorar las reservas disponibles y, al mismo tiempo, obtener el reconocimiento del mercado. A pesar de los vastos recursos acuáticos, el sector nacional ha tenido que hacer frente a numerosas dificultades, desde las persistentes consecuencias del conflicto hasta la sobrepesca y los efectos del cambio climático.
Mientras tanto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) está promoviendo oportunidades de trabajo inclusivas y dignas, apoyando el camino iniciado por el Gobierno de Colombo hacia la ratificación del Convenio sobre el trabajo en la pesca de 2007 (n.º 188). Con la ayuda del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio (DFAT) del Gobierno australiano y del Gobierno noruego, la OIT ha llevado a cabo consultas sobre el terreno en toda la isla con pescadores, propietarios de barcos, familias de pescadores y otros grupos interesados, al tiempo que ha ayudado a las instituciones a elaborar una hoja de ruta para la ratificación del Convenio sobre el trabajo en la pesca. Las ventajas de la ratificación del C188 incluirán la mejora de las condiciones de trabajo y la seguridad social, la mejora de la imagen del sector y una mayor competitividad en el mercado mundial.
Los ecologistas Chirantha Alwis y Sashikala Tennakoon explican a AsiaNews que «aunque las leyes de Sri Lanka prohíben la pesca de arrastre y la pesca ilegal por parte de barcos extranjeros, los barcos indios siguen navegando ilegalmente por los mares del norte sin sufrir consecuencias legales por la infracción. Si Sri Lanka sigue retrocediendo en la aplicación de las leyes introducidas para poner fin a la pesca de arrastre destructiva, las comunidades del norte y el noreste —advierten los estudiosos— se encontrarán con una disminución de las poblaciones de peces, lo que provocará una crisis de seguridad alimentaria».
Según altos oficiales de la Marina, «en el centro de la disputa entre Sri Lanka y la India se encuentra la destructiva práctica de la pesca de arrastre por parte de los pescadores indios, procedentes principalmente de Tamil Nadu, que cruzan regularmente la línea fronteriza marítima internacional (Imlb). Este método consiste en arrastrar pesadas redes por el fondo del océano, devastando los ecosistemas marinos y destruyendo los arrecifes de coral y los hábitats del fondo marino. Poco a poco, el fondo marino se va destruyendo sistemáticamente. Aunque solo un pequeño grupo de pescadores indios continúa con esta actividad ilegal, las consecuencias medioambientales y económicas para Sri Lanka son graves. Los pescadores sufren pérdidas recurrentes —concluyen—, entre ellas redes destruidas, barcos dañados y capturas en descenso debido a las colisiones con barcos pesqueros indios más grandes, ya que estos últimos están equipados en su mayoría con cascos de acero y tecnología avanzada.
19/07/2016 11:03