Nuevo obispo en Henan. Pero cierran las iglesias a los menores

En la prefectura apostólica de Xinxiang se llevó a cabo esta mañana la ordenación episcopal de monseñor Li Jianlin, el segundo de los obispos elegidos durante la sede vacante. El nombramiento fue aprobado por León XIV de conformidad con el Acuerdo, tras aceptar la “renuncia” del obispo clandestino Zhang Weizhu (que fue arrestado en reiteradas oportunidades por negarse a adherirse a los organismos oficiales). Mientras tanto, en Xuchang los fieles se encontraron con un candado en la puerta de la iglesia porque habían permitido la entrada a algunos menores.

Milán (AsiaNews) - Un nuevo obispo consagrado de conformidad con el Acuerdo entre la Santa Sede y el gobierno de la República Popular China. Pero al precio de un predecesor - clandestino, arrestado varias veces - obligado a salir de escena en silencio, porque nunca se sometió a la Asociación Patriótica. Y en ese mismo momento, en la misma provincia de Henan, clausuraron una iglesia con un pesado candado por haberse atrevido a violar la disposición que prohíbe el ingreso a las celebraciones a todos los menores de 18 años.

Es un contexto complejo en el que debe encuadrarse el nuevo nombramiento episcopal en China que anunció hoy la Santa Sede, exactamente el mismo día en que, en la histórica iglesia de Weihui, en el norte de la provincia de Henan, se llevó a cabo la ceremonia de ordenación. Monseñor Francisco Li Jianlin es el nuevo obispo de la prefectura apostólica de Xinxiang, un territorio bien conocido por los misioneros del Pime, que ejercieron su ministerio en Henan durante más de 80 años hasta que fueron expulsados por el régimen de Mao a principios de los años cincuenta. Un lugar donde la semilla del Evangelio ha dado frutos a pesar de las persecuciones.

La ordenación episcopal de hoy es la segunda que se decidió en China durante las semanas de la Sede vacante posterior a la muerte del Papa Francisco. En efecto, como ya había informado AsiaNews, mientras las Iglesias de todo el mundo se recogían en oración de sufragio por el pontífice y a la espera de su sucesor, en China los organismos eclesiales vinculados al Partido decidieron que todo siguiera adelante según lo previsto. El 29 de abril el clero de Xinxiang fue convocado para elegir obispo al P. Li Jianlin, sacerdote “fiel” a la línea oficial, y el día anterior en Shanghái había sido elegido como obispo auxiliar el P. Ignazio Wu Janlin, que después fue nombrado formalmente por León XIV el 11 de agosto y consagrado el 15 de octubre. Según un comunicado que publicó hoy por la Sala de Prensa del Vaticano, ese mismo día el Papa Prevost también había nombrado al nuevo prefecto apostólico de Xinxiang, “después de aprobar su candidatura en el marco del Acuerdo provisional entre la Santa Sede y la República Popular China, y habiendo aceptado la renuncia al gobierno pastoral presentada por monseñor José Zhang Weizhu”.

Esta última referencia es digna de mención. Desde el punto de vista del derecho canónico, en efecto, la prefectura apostólica de Xinxiang no carecía de obispo. Ya desde 1991, cuando esta Iglesia del norte de Henan estaba comenzando a reconstruirse después de los años terribles de la Revolución Cultural, se había designado como obispo al joven sacerdote Zhang Weizhu, hoy de 67 años. Su ordenación fue aprobada por Roma, pero nunca por Beijing, debido a su negativa a adherirse a la Asociación Patriótica. Y para impedirle ejercer su ministerio, monseñor Zhang Weizhu fue sometido varias veces por las autoridades locales a prolongadas restricciones de su libertad y a la represión de sus actividades pastorales. La más resonante fue la redada policial en mayo de 2021 que desmanteló un seminario “clandestino” que este prelado había abierto en Hebei para aquellos que querían prepararse para el sacerdocio sin adherirse a los organismos oficiales controlados por el Partido Comunista Chino.

Esta mañana, la ordenación episcopal de monseñor Li Jianlin fue presidida por el obispo de Beijing, monseñor Li Shan, que es el presidente de la Asociación Patriótica de los católicos chinos y vicepresidente del Consejo de los obispos chinos (el organismo colegial no reconocido oficialmente por la Santa Sede). Concelebraron los demás obispos de Henan: monseñor Wang Yuesheng de la diócesis de Zhengzhou, monseñor Zhang Yinlin de la diócesis de Anyang y monseñor Jin Lugang de la diócesis de Nanyang. El secretario, el P. Yang Fu, leyó la carta de aprobación firmada por el Consejo de los obispos chinos donde – como siempre – no se menciona en absoluto el consentimiento del Papa, según el principio de la “autonomía” de la Iglesia en China. El informe de chinacatholic - el sitio de la Asociación Patriótica -, por otra parte, tampoco hace referencia en ningún momento a monseñor José Zhang Weizhu; el prelado (obviamente) tampoco aparece en la fotografía de los que participaron en la celebración, que fueron retratados todos juntos delante de la iglesia. Una señal elocuente de cómo se hace leer su “renuncia” a los fieles de la prefectura apostólica de Xinxiang, renuncia que fue presentada en obediencia a la voluntad de la Santa Sede. Ninguna comunión, sino solo la proclamación de la “victoria” del Partido sobre las comunidades clandestinas.

El nuevo obispo Mons. Li Jianlin nació el 9 de julio de 1975 en Huixian, en la provincia de Henan. Estudió filosofía y teología en el Seminario Mayor católico de Hebei y fue ordenado sacerdote en 1999 por el entonces obispo de Shangqiu, Mons. Nicola Shi Jingxian. En diciembre de 2011 la Asociación Patriótica ya lo había nombrado vicedirector y secretario general del Comité para los Asuntos eclesiales católicos de la provincia de Henan. Y en virtud de ese cargo - en 2018, junto con el actual obispo de la capital Zhengzhou, monseñor Wang Yuesheng - firmó para la provincia de Henan la circular que en nombre de las normas del Partido sobre la educación prohíbe el acceso a las iglesias a todos los menores de 18 años, una de las formas más flagrantes de negación de la libertad religiosa hoy en China, así como una manera muy concreta de obstaculizar la transmisión de la fe.

En Henan no es en absoluto una mera prohibición teórica. Prueba de ello es lo ocurrido en Xuchang pocos días antes de la ordenación, una ciudad de esta misma provincia que se encuentra unos cien kilómetros al sur de Weihui. El 2 de diciembre los fieles de una comunidad católica local encontraron la puerta de su iglesia sellada con un candado acompañado de una notificación oficial. “Se ha verificado - dice - que el 30 de noviembre de 2025 la iglesia católica de Hupin Road violó las normas pertinentes al permitir que entraran menores a la iglesia y tocaran instrumentos musicales. Este incidente constituye una violación de los requisitos que regulan la gestión de los lugares de culto. De conformidad con las disposiciones de vigilancia aplicables, se ordena a su iglesia suspender las actividades para una rectificación completa”.

El mensaje está firmado con el sello de la Asociación Patriótica y del Comité para los Asuntos Eclesiales (la repartición que dirige el nuevo obispo Li Janlin). Ya ni siquiera hace falta la intervención de la policía: ellos mismos controlan que los niños no entren en la iglesia. Esta es la condición en la que se encuentran actualmente los católicos de Henan.