Crisis siria: Jordania, al borde del colapso, se enfrenta con el fanatismo religioso

Una fuente de AsiaNews habla de una situación “límite. Faltan viviendas, agua y trabajo”. Hasta ahora, el gobierno ha mantenido #el control” sobre la situación, pero se requieren proyectos a largo plazo y la paz en Siria. los prófugos “desean regresar a su país”. Crece el peligro de una “fanatismo silencioso”, que podría estallar. En medio de una realidad crítica, el hospital de Karak continúa atendiendo a las mujeres encinta y a los niños.

Amman (AsiaNews) - La situación en Jordania está “al borde del colapso”, el país se esfuerza en controlar las olas de prófugos que “continúan llegando de Siria” a raíz de la guerra, y es alto el riesgo de que haya una “desestabilización”, no obstante “hasta ahora el gobierno ha logrado mantener el control”. Una fuente institucional de AsiaNews en Jordania, que pide mantenerse en el anonimato por motivos de seguridad, confirma el grito de alarma emitido en los últimos días por el rey Abdullah, para quien “la barrera de contención está destinada a estallar”. Según fuentes de las Naciones Unidas, en Jordania hay al menos 635.000 refugiados; para Amman la cifra es bien superior y ronda los 1,4 millones, lo cual representa el 20% del total de la población del país.

“En este momento –explica la fuente- el país vive una situación de superpoblación, la presencia de más de millón de refugiados comienza a sentirse como una carga, ya se ha llegado al límite de lo que se puede soportar”. Esta realidad de incertidumbre “asusta a las personas” y ha generado enormes repercusiones “sobre el aprovisionamiento del agua”; las personas “están a la búsqueda de pequeños empleos, que a menudo son en negro, porque resultan más convenientes, conformando un cuadro que ha perturbado la normal situación del país”

En Jordania, tanto las escuelas y los hospitales, así como el mercado laboral, están a punto de colapsar. La Unión Europea pide al gobierno de Amman que genere oportunidades de trabajo para los prófugos, pero la realidad es mucho más complicada, y se necesitan fondos e inversiones, tanto para la población local como para los refugiados, de los cuales tan sólo el 1.5% tiene un permiso de trabajo, y el clima general está destinado a empeorar.

“Los precios han aumentado – confirma la fuente de AsiaNews – y el mayor problema consiste en el acceso al agua y las viviendas. A éstos se suma la calefacción, que en invierno se convierte en una necesidad. Es realmente difícil proveer todas estas cosas. Jordania ha hecho lo más que puede, pero ahora hay una verdadera necesidad de ayuda, porque Amman no podrá llevar adelante esta situación solo. Y en este contexto, existe un alto riesgo de que se produzca una desestabilización, y, si bien en este momento la situación no es peligrosa, hay una gran incertidumbre con respecto al futuro”. Y lo que falta es justamente el “futuro”, es decir, la idea de un proyecto a largo plazo, en un país que aún hoy sigue hospedando a los prófugos de la primera guerra del Golfo, ocurrida en 1991.

Hoy, en Londres, se encuentran los líderes mundiales para reunir los nueve millardos de dólares necesarios para responder a las necesidades básicas de millones de prófugos sirios; las Naciones Unidas solicitan 7,73 millardos de dólares para ayudar a Siria, a los cuales se agregan 1,23 millardos para los Estados involucrados en la crisis. “Los grandes del mundo –advierte la fuente- deben pensar en la extrema pobreza y en la incertidumbre que estamos viviendo aquí. Al hambre, la enfermedad, las necesidades básicas insatisfechas…y luego han de pensar en la paz, en el fin del conflicto, que es la condición primera para resolver cualquier crisis”.

El principal problema es la falta de proyectos “a largo plazo”, en tanto los prófugos, en primer lugar, “esperan impacientemente poder volver a su tierra, donde han perdido su casa, sus bienes, sus propiedades… Llegan de Homs, de Damasco, de Alepo y quieren regresar allí.”. Proyectos e iniciativas que deben ser sostenidos por un frente común: esto no puede recaer sólo en los gobiernos del área, sino que es una carga que debe ser compartida también por Europa, por los Estados Unidos y por la comunidad internacional. “Porque estamos frente a un mundo cerrado –concluye la fuente- en el cual se advierte un fanatismo silencioso, que por el momento está bajo control. Pero se trata de focos que, en cualquier momento, podrían estallar…”

En una situación crítica tan difundida, que impacta también en el sur de Jordania, donde se han establecido al menos 10.000 refugiados sirios, hay una realidad que continúa recibiendo a los refugiados, en particular a las mujeres encinta y a los niños con graves problemas a causa del frío (en las zonas donde nieva) y la desnutrición. Se trata del Hospital Italiano Cnewa de Karak, situado en una ciudad de 170.000 habitantes a 150 km al sur de Amman. Éste es el único centro equipado de la región, en el cual el personal opera con una misión común y sin discriminación. Quien trabaja allí habla de una situación de emergencia, con muchos niños recuperándose de neumonías, y parturientas en un estado físico my probado. Más allá de las dificultades, el hospital gestionado por las hermanas camboyanas mantiene sus puertas abiertas, acogiendo a cristianos y musulmanes sin discriminación, e incluso más, favoreciendo la comunión recíproca. Y también las mujeres notan este clima de acogimiento. La estructura da cuenta de las dificultades financieras que afectan al país entero, pero la ayuda brindada por voluntarios y asociaciones permite poder continuar con el trabajo.