Cuatro palestinos muertos en asaltos de colonos. También atacaron el pueblo cristiano de Taybeh
Cerca de un centenar de personas atacaron Kafr Malik, después los soldados abrieron fuego contra la población causando muertos y heridos. También murió un joven de 15 años en Al-Yamoun. Padre Bashar: “Vivimos bajo el fuego constante de los colonos y del ejército israelí, pero no tenemos miedo de permanecer en nuestra tierra”.
Jerusalén (AsiaNews) - Nuevos muertos palestinos en Cisjordania, asesinados por el ejército israelí tras ser víctimas de un asalto de colonos judíos que, a la sombra de la guerra en Gaza primero y contra Irán después, atacan impunemente con la protección del ejército y el gobierno. Fuentes de la Autoridad Palestina informan que “al menos tres personas” murieron debido a los proyectiles de los soldados, y otras siete resultaron heridas ayer por la tarde durante un asalto contra la aldea de Kafr Malik, cerca de Ramala. En otro incidente ocurrido en estas mismas horas, el ejército israelí mató a un joven de 15 años en Al-Yamoun, en el norte de Cisjordania, en medio de una ola de violencia y enfrentamientos casi diarios entre colonos y palestinos que también involucró a la aldea de Taybeh (en la foto).
“Vivimos bajo el fuego constante de los colonos y el fuego cruzado del ejército de ocupación israelí”, denuncia a AsiaNews el padre Bashar Fawadleh, párroco de Taybeh en Cisjordania, una aldea de unos 1500 habitantes con tres iglesias, que se encuentra a 30 km al norte de Jerusalén y al este de Ramala, famosa por ser la última aldea palestina habitada enteramente por cristianos. Entre ellos, más de 600 son católicos latinos, mientras que el resto se distribuye entre greco-ortodoxos y greco-melquitas.
“Anoche los colonos —prosigue el sacerdote— atacaron las casas en la zona de la rotonda de Karamelo, en la entrada oriental de la aldea”. Esto, añade, “coincidió con el ataque de decenas de colonos en la aldea de Kafr Malik, que se encuentra cerca de la nuestra, en el que murieron tres mártires e incendiaron muchos vehículos y casas”. La escalada de violencia, prosigue el padre Bashar, “comenzó antes del 7 de octubre [de 2023, con el ataque de Hamás contra Israel y el comienzo del conflicto en Gaza] y ha continuado durante todo este tiempo”. “Vivimos en condiciones muy difíciles, pero no tenemos miedo de permanecer en nuestra tierra. No tenemos miedo —afirma el sacerdote— de los que matan el cuerpo. Somos un pueblo que ama su tierra y nunca la abandonará”.
Más de 100 personas habrían participado en el ataque contra Kafr Malik, según el grupo pro-derechos humanos Yesh Din, que afirma que las agresiones se habrían consumado en presencia de los soldados del Estado judío. Imágenes y videos difundidos en las redes sociales muestran varias casas y autos incendiados por los colonos, que lanzaron piedras contra los habitantes del pueblo y las propiedades. Otros documentos confirman la versión de los testigos oculares, en los que se puede ver militares abriendo fuego contra los palestinos — desarmados — a la entrada del poblado. En una declaración, la FDI afirma que las tropas dispararon contra “hombres armados palestinos y alborotadores que lanzaban piedras”, aunque no hay pruebas documentadas de habitantes de la zona con armas en mano. Los militares habrían intervenido para separar a los colonos de los palestinos y “detener” el lanzamiento de piedras, y un oficial habría sufrido heridas leves al ser alcanzado por una piedra.
Poco después, la FDI añadió que los palestinos dispararon “desde el interior del pueblo y otros lanzaron piedras contra las tropas”, y los soldados “respondieron al fuego”. Mientras tanto, al menos cinco colonos judíos sospechosos de haber participado en el ataque contra la aldea fueron arrestados y entregados a la policía para ser interrogados. Comentando el asalto, Yesh Din (ONG israelí que opera en Israel y Cisjordania) afirma que bajo el manto protector del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu — que cuenta con el apoyo interno de partidos pro-ocupación — y del ejército, la “violencia de los colonos en Cisjordania continúa”. Una demostración de fuerza que “se hace cada día más letal” y asume características equiparables a la “limpieza étnica”.
Hussein al-Sheikh, vicepresidente de la Autoridad Palestina de Mahmud Abás, también ha condenado al gobierno israelí que, con su comportamiento y sus decisiones, está “empujando a la región al borde de la explosión”. En un mensaje publicado en X, el líder palestino se dirige a la comunidad internacional y pìde que intervenga con urgencia para proteger a “nuestro pueblo”. Los ataques decenales de colonos contra palestinos se producen ya con una frecuencia diaria, lo que ha dado lugar a sanciones de los gobiernos occidentales, aunque la llegada a la Casa Blanca del presidente de EE. UU. Donald Trump ha anulado en la práctica los ya escasos esfuerzos de represión. El jefe de la división de la policía israelí en Cisjordania está siendo investigado por haber ignorado los ataques de los colonos para complacer al ministro (pro-ocupación) de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir. A pesar de la investigación, este mes fue reintegrado en su cargo tras una suspensión de seis meses. Los ataques son obra de fundamentalistas religiosos que consideran que Cisjordania es una tierra prometida a Israel, y se debe ocupar y “purificar” por todos los medios, incluso sangre y fuego.