27/07/2015, 00.00
RUSIA
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El Patriarca Kirill: La Iglesia puede ayudar al Estado en la lucha contra la corrupción

de Nina Achmatova
Firmado un acuerdo entre el Patriarcado y el Tribunal de cuentas, que para muchos marca la formalización de la colaboración entre el Estado y la Iglesia. Según el primado ortodoxo, los vicios actuales en la sociedad derivan de la destrucción de los valores y del colapso de la economía sucedidos en los años 90. La corrupción daña al Estado por más de 600 millones de euros por año.

Moscú (AsiaNews)- La Iglesia ortodoxa rusa puede ayudar al Estado en el combatir la corrupción de manera eficiente, en cuánto educa a las personas en el espíritu de los valores evangélicos y de los más altos requisitos morales. La propuesta es del Patriarca de Moscú, Kirill que el 24 de julio firmó un acuerdo de cooperación con el Tribunal de Cuentas rusa; evento que para algunos ha formalizado definitivamente las relaciones de la Iglesia con el gobierno. La ceremonia se realizó en la sala del Trono en la residencia del Patriarca, en el monasterio de S. Daniel en Moscú. Por el Tribunal de Cuentas firmó la presidente, Tatiana Golikova.

Los documentos proponen mejorar la moral en Rusia y preservar el patrimonio nacional espiritual, histórico y cultural, necesario por las buenas condiciones de vida de los ciudadanos y el desarrollo del Estado, escribió la agencia nacional Ria Novosti. “El trabajo del Tribunal de Cuentas tiene un impacto substancial sobre el clima moral en la sociedad- declaró el Patriarca- sabemos que la corrupción degrada al ser humano. Y si la corrupción alcanza una portada significativa, erosiona el tejido sano de la sociedad y mina los fundamentos del Estado”.

Según Kirill, los “actuales vicios, conexos con el robo de propiedades públicas y estatales”, van atribuidos a las dificultades enfrentadas por la población en los años 90 y en los primeros años del 2000, es decir “el colapso de la economía, la destrucción de ciertos ideales y el tentativo de crear nuevos”.

Por esto, la cooperación de la Iglesia con el Tribunal de Cuentas- “el más eficaz” y quizás “el más fuerte organismo en grado de controlar el uso de los recursos del gobierno”- es “oportuna y justa”, a decir del primado ortodoxo ruso. “Me parece que se trate de la justa cooperación entre Iglesia y Estado”, declaró por su lado Tatiana Golikova.

La corrupción es aún una plaga endémica en Rusia, no obstante las promesas del gobierno de erradicar el fenómeno, que golea todos los estratos de la sociedad. Recientemente, el vocero del Comité investigador ruso, Vladimir Markin, hizo saber que los daños sufridos por el Estado de reatos de corrupción amontan a unos 40 billones de rublos por año (630 millones de euros). Pero, al mismo tiempo, las autoridades parecen no querer reconocer hasta el fondo las dimensiones del problema. Markin aseguró que la corrupción “por lo más está difundido a nivel de base”, en formas de coimas a médicos o docentes, que “necesitan aumentar sus propios salarios”, no mencionando ni siquiera a la corrupción del gran negociado o en las instituciones.

En el año 2014, la Ong Transparebcy International en su anual “índice de percepción de la corrupción” colocó a Rusia en el 175° puesto sobre 175, a la par de países como Nigeria, Líbano, Camerún e Irán, donde la corrupción es una verdadera y propia plaga que aflige el sistema económico y substrae al Estado preciosos recursos.

 

 

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