14/09/2022, 15.56
KAZAJISTÁN-VATICANO
Enviar a un amigo

El encuentro con el pequeño rebaño de católicos de Kazajistán

de Vladimir Rozanskij

También asistieron a la misa grupos provenientes de otros países de Asia Central, Siberia y la Rusia europea. En continuidad con el encuentro interreligioso, invitó a ser una Iglesia abierta al futuro de Dios "no empuñando jamás la cruz de Cristo contra otros hermanos y hermanas por los que Él dio su vida".

 

Nursultán (AsiaNews) - El segundo día del Papa Francisco en Kazajstán se desarrolló bajo el signo del diálogo interreligioso, motivo principal de la visita, y del encuentro con los católicos locales, en la Misa celebrada en la gran plaza de la Expo de 2017, cuyo lema fue "Energía del futuro". El Papa retomó ese tema en mucho en sus discursos.

El Congreso de Líderes de Religiones Mundiales, que dio al Papa la oportunidad de viajar a Nursultán, se realiza cada dos o tres años en la capital kazaja, para confirmar solemnemente la vocación de ese pueblo al diálogo y la acogida. Fue concebido por el ex presidente Nazarbaev en los años 90 y se siguió llevando a cabo en los siguientes veinte años para poner en evidencia los grandes simbolismos de la nueva capital, Astana, que el año pasado cambió de nombre en homenaje al líder eterno, todavía presente, aunque entre bastidores, en todos los acontecimientos y en todas las dimensiones de la vida política y social del país.

Para estos encuentros en particular se pensó en disponer de un lugar apropiado: la gran "pirámide" del Palacio de la Paz y la Concordia, diseñado por uno de los arquitectos británicos más famosos, el profeta de la alta tecnología Norman Foster, y cuya construcción se terminó en 2006 precisamente para el II Congreso de las religiones, inspirado por el mismo Nazarbaev. La pirámide ocupa una superficie de 28 mil metros cuadrados, pero este año se consideró que no era suficiente para celebrar el encuentro. En efecto, los líderes se reunían antes en la sala de la parte superior del edificio, en una tensión místico-elitista, mientras este año prevalecen los sentimientos democráticos, lo que sugería la necesidad de otra sede.

Por eso el congreso se realiza en el gigantesco Palacio de la Independencia, aunque no lejos de la pirámide. Todas las estructuras posmodernas de la capital de Nazarbaev son, de hecho, visibles entre sí; no hay obstáculos edilicios porque las viviendas se encuentran fuera de los límites del "centro" de la ciudad, un espacio inmenso para las celebraciones del nuevo poder temporal y espiritual de la era postsoviética. El Palacio está estructurado a partir de una sala donde los líderes religiosos se sitúan en torno a una gran mesa redonda elevada, alrededor y bajo la cual se distribuyen las numerosas delegaciones. A continuación de esa sala hay una serie interminable de salas y salones más pequeños. Allí los mandatarios se reunieron de a dos, después de haber inaugurado la asamblea con una oración silenciosa frente al gran muro que recuerda los sacrificios del pueblo por lograr la independencia de la nación kazaja, heredera de una interminable historia de sufrimiento y divisiones.

Francisco se introdujo en la memoria local haciendo resonar desde el primer discurso los acordes de la "dombra", instrumento de dos cuerdas de los nómadas de las estepas, y recitando versos del vate literario Abai, poeta e intérprete de la armonía y la belleza. Comparándolo con el "Pastor errante de Asia" de Leopardi, el Papa quiso referirse al auténtico espíritu de la religiosidad, que prescinde de los intereses terrenales y ofrece a toda la comunidad humana los fundamentos de la vida común en sociedad. La memoria y la comunión vivida son las dos cuerdas de la "dombra papal", que también resonó en la celebración festiva con la comunidad católica local.

A la Misa fueron invitados obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, seminaristas y agentes pastorales de las tres diócesis de Kazajstán (Astana, Karaganda y Almaty), a los que se unieron los peregrinos de otros países de Asia Central, la Rusia siberiana y también de la europea, que llegaron en autobuses especiales para recibir all Papa. Por otra parte Juan Pablo II en 2001 también dio a la visita a Kazajstán un sentido de compensación por la fallida visita a Moscú, que había deseado durante toda la década anterior y nunca pudo concretar. La situación ha experimentado muchos cambios, sobre todo en el último año debido a las tensiones por la guerra en Ucrania, pero de todos modos los rusos se sienten como en casa en Kazajistán y los católicos por fin se sienten como en casa junto al Santo Padre que vino de Roma.

Los dos acordes de la "dombra católica" de Francisco no se apartaron de las notas del diálogo, "herencia y promesa". Recordó así las persecuciones de los polacos y alemanes deportados aquí junto con todas las víctimas del régimen ateo soviético, pero también las antiguas reaíces ecuménicas del cristianismo de estas tierras, visitadas por misioneros y evangelizadores desde los tiempos apostólicos. Pero no hay que limitar esta herencia a la nostalgia, advirtió el pontífice, encerrándose en un pequeño círculo de presunta autosuficiencia: “hay una gracia oculta en ser una Iglesia pequeña, un pequeño rebaño”, modelo para toda la Iglesia universal, “abierta al futuro de Dios y encendida por el fuego del Espíritu”.

“Los brazos abiertos de Jesús - dijo Francisco en su homilía - son el abrazo de ternura con el que Dios quiere acogernos. Y nos muestran la fraternidad que estamos llamados a vivir entre nosotros y con todos. Nos señalan el camino, el camino cristiano: no el de la imposición y la coacción, del poder y la prepotencia, nunca el que empuña la cruz de Cristo contra otros hermanos y hermanas por los que Él dio su vida. El camino de Jesús es otro, es el camino de la salvación, es el camino del amor humilde, gratuito y universal, sin "si" y sin "pero".

El mensaje de Francisco está dirigido a los católicos locales, que a menudo se ven tentados a "encerrarse en sus caparazones" y aferrarse a un tradicionalismo orgulloso, y a menudo muy clerical, caracterítico de las misiones periféricas y las diásporas étnicas. Pero el Papa siempre habla para todos, dentro y fuera de las fronteras de los Estados y de la misma Iglesia, pidiendo a todos que se comprometan activamente por la paz en estos tiempos de guerras e invasiones.

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Papa: la libertad religiosa no es un concepto abstracto, sino un derecho concreto
15/09/2022 13:38
El Papa en Kazajistán: un nuevo espíritu de Helsinki, más allá de los bloques enfrentados
13/09/2022 16:47
Amistad y rencores entre Moscú y Nursultán
11/11/2021 10:13
Los kazajos, el sufrimiento y el amor de Francisco
15/09/2022 15:31
Moscú, Nursultán y las criptomonedas
24/01/2022 11:00


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”