El "trofeo ruso" Immanuel Kant: así "relee" Moscú el 300 aniversario de su nacimiento

de Vladimir Rozanskij

En Kaliningrado, el gobernador local habla de la necesaria "interpretación rusa del kantismo", entre fiestas gastromáticas y bots que responden a las preguntas del público haciendo referencia a los escritos del filósofo. Mientras, el principal filósofo neokantiano ruso, Viktor Vakštein, es degradado a "agente extranjero" y obligado a emigrar a Israel.

Kaliningrado (AsiaNews) - En Kaliningrado, capital del enclave ruso en territorio polaco, se celebró una conferencia internacional organizada por la Universidad Federal del Báltico, dedicada al tricentenario del nacimiento del filósofo Immanuel Kant, que vivió y fue enterrado en el antiguo Könisberg de Prusia Oriental. En la inauguración de la conferencia, el gobernador local, Anton Alikhanov, se refirió a Kant como un "trofeo ruso" junto con toda la región, en torno a la cual Rusia y Bielorrusia aumentan hoy las tensiones con Polonia y Lituania, que bloquean el corredor terrestre hacia Kaliningrado.

Alijanov hizo un llamamiento a todos los presentes para que ofrezcan una nueva interpretación de la filosofía de Kant a la luz de los acontecimientos actuales, ya que "Rusia se encuentra en el centro de una poderosa guerra cognitiva, en la que el enemigo se escuda en parte en el legado de Kant". Por lo tanto, es necesaria una revisión de esta tradición filosófica para llegar a la necesaria "interpretación rusa del kantianismo".

De hecho, los tres siglos del filósofo se relanzan a nivel propagandístico con una serie de exposiciones, reuniones y actos a los que no asisten los principales expertos internacionales en la filosofía del padre de la Ilustración, a quienes la administración local ha cerrado las puertas de la región en el contexto de la guerra en curso (y muchos no tienen intención de viajar a la Rusia putinista).

Muchos lugares, edificios, la propia universidad local, así como tiendas, dulces y otros productos, están dedicados en honor de Kant. El 22 de abril, día del aniversario, se inauguró el renovado "Museo Kant" en la catedral de la isla de Kneiphof, la catedral dedicada a la Madre de Dios y San Adalberto disputada por católicos, ortodoxos y protestantes y confiada de hecho al cuidado del Patriarcado de Moscú. En la esquina noreste se encuentra el mausoleo de Kant, originalmente enterrado en el interior de la iglesia y llevado a la admiración pública bajo el régimen soviético, con motivo del bicentenario en 1924.

También se ha iniciado la construcción del "puente del filósofo" en el centro de la ciudad, y en los últimos meses se han publicado numerosos libros. En los colegios se ofrece una "conferencia-espectáculo" para los más jóvenes, titulada "Kant ¿y qué?", y se celebra una exposición gastronómica en la que los pensamientos del filósofo se graban en árboles, pabellones, pasteles e incluso tazas de café de papel. Se ofrecen los platos favoritos del filósofo, carpa y embutido con col estofada. En las calles y locales se celebran representaciones en las que se recitan "citas del filósofo".

Especialistas informáticos han preparado una red neuronal artificial "Kant-Bot", capaz de "apoyar una conversación sobre el sentido de la vida y responder a las preguntas éticas más difíciles", aunque por ahora esta aplicación no se ofrece libremente al público. En cambio, un modelo en 3D del rostro del filósofo puede verse por todas partes, proyectado en vallas publicitarias, en escaparates de tiendas y utilizado para grabados y souvenirs.

Como explica el sociólogo moscovita y filósofo neokantiano Viktor Vakštein, "para los habitantes de Kaliningrado, Kant es un pilar de la cultura, como Pushkin para toda Rusia, aunque no se le lea muy en serio". Recuerda que otra gran personalidad también vivió y creció en Kaliningrado, la filósofa judía Hannah Arendt, "sin embargo, no se la recuerda", ya que fue una de las principales voces críticas contra el totalitarismo.

La condena del "superficialismo provinciano" con el que se recuerda a Kant en Kaliningrado provocó que Vakštein, de hecho el mejor conocedor ruso de la filosofía kantiana, fuera degradado a "agente extranjero", excluyéndole de todos los actos jubilares y obligándole a emigrar a Israel. Como él mismo afirma, "hoy el verdadero Kant sería igualmente marginado y expulsado de Rusia", que sólo lo necesita como trofeo de guerra.