En Xinjiang, un ataque con armas blancas deja ocho muertos

Los tres atacantes fueron muertos por las fuerzas de seguridad chinas. Otras cinco personas resultaron heridas en el atentado. Las sospechas recaen sobre los separatistas islámicos uigures.

Beijing (AsiaNews) – Cinco personas fueron muertas y otras tantas resultaron heridas durante un violento ataque con armas blancas ocurrido ayer en la agitada región china de Xinjiang.

Según las autoridades de Hotan, tres hombres, armados con cuchillos, atacaron y apuñalaron a varias personas en el condado de Pishan. Los tres atacantes luego fueron muertos en un enfrentamiento a fuego con la policía.

Diez personas resultaron heridas durante el ataque. Cinco de ellas murieron tras ser trasladadas al hospital.

Las investigaciones están en curso y las identidades de los agresores aún no han sido dadas a conocer públicamente. El móvil del hecho sigue siendo desconocido, aunque en este tipo de ataques, el gobierno de Beijing suele acusar a los separatistas islámicos.

Xiniang, una región autónoma china, es la patria de la minoría étnica uigur, la cual profesa en su mayor parte la religión musulmana.

Según las autoridades y los medios del Estado, muchos de los ataques más fatale so de alto perfil perpetrados en territorio chino en los últimos años, han estado ligados a Xinjiang. En efecto, la región ha sido azotada por numerosos episodios violentos que han sido obra de separatistas uigures.

En el mes de diciembre, un automóvil cargado de explosivos que llevaba a bordo a varios “terroristas” se estrelló en el patio de las oficinas del comité local del Partido comunista en el condado de Karakax. Una persona fue asesinada y los cuatro atacantes resultaron muertos.

En el año 2013, tres uigures a bordo de un jeep arrollaron a peatones en las inmediaciones de la Plaza Tiananmen, símbolo secular del gobierno chino en Beijing, matando a cinco personas.

Al año siguiente, cinco atacantes armados con cuchillos mataron a 31 personas en una estación de ferrocarril en Kunming, en la provincia de Yunan. Otras 141 personas resultaron heridas en el atentado. Cuatro de los agresores fueron muertos en el lugar del hecho. Otros cuatro fueron procesados y condenados a muerte. Los nombres sugerían que era uigures.

Los grupos que defienden los derechos humanos sostienen que los ataques surgen de la frustración de los uigures a raíz de las políticas culturales y económicas del gobierno, que ellos consideran opresivas y discriminatorias, afirmación que Beijing rechaza rotundamente. Las represalias ejercidas por parte de los uigures se fundamentan sobre todo en la “colonización” que un creciente número de chinos de etnia Han está llevando a cabo en sus tierras de origen.