La Iglesia filipina contra la "plaga" de los juegos de azar respaldada por el Estado
Advertencia del Card. David, obispo de Kalookan. El prelado considera que el gobierno desempeña un "papel clave" fomentando la adicción, especialmente entre las personas pobres y vulnerables del país. Las nuevas tecnologías están transformando los hogares en "casinos privados" y permiten "que la adicción se difunda sin control".
Manila (AsiaNews) - Tras la advertencia de los obispos contra el juego de azar, al que definieron como una "plaga", el Card. Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan, también señaló al gobierno por su papel clave en el problema, porque fomenta la adicción sobre todo entre las personas pobres y vulnerables del país. En la homilía de la misa dominical el prelado comparó internet con una "autopista digital" en la que innumerables filipinos son víctimas de nuevas formas de explotación. Y no solo se refirió a los estafadores y depredadores de la red, sino también a las plataformas legales de juego de azar que cuentan con la aprobación del Estado.
"Lo verdaderamente doloroso", subrayó el Cardenal David en la catedral, "es cuando las propias agencias del gobierno, como Pagcor [Philippine Amusement and Gaming Corporation, ndr], hacen posible este tipo de victimización al legalizar el juego de azar en línea". La advertencia desde el púlpito fue hecha pocos días después de la publicación de la carta pastoral de la Conferencia Episcopal Filipina (CBCP), en la que se alerta sobre la creciente amenaza de las apuestas y los juegos en internet, sobre todo entre los pobres y los jóvenes.
El prelado, quien también es presidente de la CBCP, observó que lo que antes era un vicio limitado a los casinos que frecuentaban los ricos, ahora es accesible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a través de los teléfonos inteligentes. Las nuevas tecnologías, advirtió, están transformando "los hogares en casinos privados" y permiten "que la adicción se difunda sin control". Luego explicó que las transacciones de juego de azar en línea, a menudo enmascaradas como billeteras virtuales, hacen que el problema sea al mismo tiempo "generalizado y en gran medida invisible". "Ahora el casino está al alcance de todos", dijo David, "incluso las madres que buscan desesperadamente ingresos extra se están involucrando. Comienzan con unos pocos pesos, luego arriesgan cientos o miles".
El cardenal no escatimó críticas a los más altos cargos políticos e institucionales, incluido el Ejecutivo, al que se acusó de haber concedido licencias y promovido el juego de azar digital con el pretexto de aumentar los ingresos públicos. Estos fondos, explicó el prelado, a menudo se canalizan hacia programas de ayuda con motivaciones políticas. "No vemos al verdadero culpable: el gobierno - advirtió -, que concede licencias y expande las plataformas de juego de azar en línea... solo para recaudar fondos para el gasto público, que a menudo se convierte en un instrumento de poder político".
Por último el obispo de Kalookan se dirigió a los fieles, exhortándolos a resistir la naturalización de la cultura del juego y a mostrar compasión por aquellos que están involucrados en la adicción. "La Palabra", concluyó el prelado, "nos abre los ojos para ver a las víctimas ocultas en estas autopistas digitales. Nos impulsa a dar pasos concretos para ayudar a estas personas vulnerables que la sociedad a menudo ignora".
La Conferencia Episcopal Católica de Filipinas (CBCP) ya se había pronunciado sobre el tema en una larga carta en la que invitaba al gobierno a "declarar ilegales todas las formas de juego de azar en línea", describiendo la situación como "una crisis moral profunda y generalizada" que aflige a la nación. Los prelados también exhortaban a las autoridades a imponer controles más estrictos sobre los sistemas de pago en línea para evitar que sirvan como una puerta de acceso fácil a las plataformas. En la carta pastoral del 8 de julio, la CBCP invitaba a las parroquias a adoptar un enfoque proactivo para ayudar a las personas y familias afectadas, planteandolo como un problema de "salud pública" que requiere "educación, legislación y tratamiento". "A todos ustedes, queridos hermanos y hermanas: pongan siempre en primer lugar el bienestar de cada persona y cada familia. Protejamos - concluían los obispos - nuestras relaciones".
El año pasado, en Filipinas, los ingresos derivados del juego de azar en línea ascendieron a 154 mil millones de pesos (aproximadamente 2.7 millones de dólares), un aumento del 165% respecto a 2023. La participación en el juego se ha extendido tanto en jóvenes como en adultos: el 66% entre 18 y 24 años juega y el 57% entre 41 y 55 años accede regularmente a las plataformas en línea para jugar, con un promedio de dos o tres veces por semana. Finalmente, al menos 7 de cada 10 gastan alrededor de mil pesos por semana en apuestas en línea, y el 20% juega hasta 3.000 pesos.
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