La archidiócesis de Semarang celebra 85 años de fe y servicio
Más de 20 000 fieles participaron en la gran fiesta por el aniversario de la archidiócesis, cuna de iniciativas espirituales y sociales que se han convertido en modelo para toda la Iglesia en Indonesia. El cardenal Suharyo agradeció el trabajo realizado en Semerang «por su vivo legado de servicio y misión».
Semarang (AsiaNews) - En un clima de gran alegría, más de 20 000 fieles procedentes de 109 parroquias se reunieron en el estadio de Jatidiri para celebrar el 85º aniversario de la archidiócesis de Semarang, una importante realidad dentro de la Iglesia católica indonesia.
A la celebración, que tuvo lugar en los últimos días, participaron Julius Darmaatmadja SJ e Ignatius Suharyo, cardenales y ambos antiguos obispos de la archidiócesis, junto con nueve prelados procedentes del mismo territorio eclesiástico. Una señal visible de la extraordinaria herencia pastoral y espiritual que esta comunidad ha sabido construir a lo largo del tiempo.
En su homilía, el cardenal Ignatius Suharyo, actual obispo de la archidiócesis de Yakarta, recordó la decisiva contribución de Semarang a la vida de la Iglesia en Indonesia y al camino del país hacia la independencia. De hecho, fue monseñor Albertus Soegijapranata, primer obispo indonesio de la diócesis y estrecho colaborador del presidente Sukarno, quien promovió las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. El Vaticano fue uno de los primeros Estados en reconocer oficialmente la independencia de Indonesia, proclamada el 17 de agosto de 1945.
El cardenal Suharyo también elogió algunas iniciativas que surgieron en Semarang y luego se extendieron a las 38 diócesis indonesias, entre ellas: la acción caritativa cuaresmal nacida en 1968, el papel pionero de la asociación femenina WKRI fundada en 1924 en Yogyakarta, y la costumbre de llevar a los niños al altar para recibir la bendición, iniciada en la parroquia de Wedi y hoy extendida por todo el país. «Por todas estas iniciativas inspiradas y generosas —dijo el cardenal— quiero dar las gracias a esta archidiócesis».
El crecimiento de la Iglesia en Semarang se vio favorecido por una intensa labor de catequesis, iniciada a principios del siglo XX por laicos como Barnabas Sarikrama, el primero en ser bautizado en 1904, y continuada gracias al apoyo de misioneros jesuitas como el padre van Lith. Esa primera generación de bautizados se convirtió luego en el corazón palpitante de una intensa actividad evangelizadora en las regiones de Java central.
El arzobispo de Semarang, monseñor Robertus Rubiyatmoko, subrayó la importancia de una Iglesia «inclusiva, inspiradora y presente» para la sociedad: «Estamos llamados a ser 100 % católicos y 100 % indonesios», declaró. «La Iglesia debe ser una bendición no solo para los católicos, sino para toda la nación». Conceptos compartidos también por el presidente de la Conferencia Episcopal Indonesia, monseñor Antonius Subianto Bunjamin, y por la alcaldesa de Semarang, Agustina Wilujeng, que definió la ciudad como «cálida como un patio parroquial y abierta como un santuario para peregrinos».
La archidiócesis de Semarang alberga dos de los seminarios más influyentes del país: el menor San Pedro Canisio de Mertoyudan y el mayor San Pablo de Kentungan, donde se han formado miles de sacerdotes y numerosos obispos indonesios. Una tradición que hoy sigue generando vocaciones y servicio, con la mirada siempre puesta en la misión y el bien común.
02/12/2019 12:04
