La guerra de los biólogos en Crimea y en los territorios ocupados

de Vladimir Rozanskij

Desde 2023, se ha abierto en la península de Yalta una sucursal bien equipada de la Agencia Federal Médico-Biológica de Moscú (Fmba), que cuenta con un gran equipo de especialistas. Además de los análisis médicos y epidemiológicos, también se están desarrollando análisis ecológicos para contrarrestar -según afirman los rusos- "los experimentos biológicos estadounidenses en el territorio de Ucrania".

Simferopolis (AsiaNews) - Desde 2014 Rusia utiliza Crimea, y ahora también los demás territorios anexionados en el Donbass y en el Mar Negro, como lugar de experimentos biológicos, médicos y científicos de diversa índole. Como se relata en un informe de Krym.Realii, se estudian componentes genéticos y microorganismos, se miden diversas dimensiones del entorno circundante, a menudo modificado por los estragos de la guerra, utilizando también especímenes animales y fauna marina, incluyendo a menudo en la investigación a la población local y a los soldados del frente.

La península de Crimea siempre ha sido un territorio muy especial debido a su situación geográfica y a su turbulenta historia, y en abril de 2023 se inauguró en Yalta una sucursal bien equipada de la Agencia Federal Médico-Biológica de Moscú (Fmba), que desplazó al lugar a un gran equipo de especialistas y ocupó gran parte del hospital de la ciudad local. A continuación, la empresa Rostekh construyó e instaló edificios y equipos específicos para la investigación en diversos lugares.

Además de los análisis médicos y epidemiológicos, también se están realizando análisis ecológicos bajo la dirección del instituto de investigación científica Vnii de Simferopolis, que depende del Ministerio de Ecología ruso y cuyas investigaciones están cubiertas por el secreto de Estado. Según el director de Vnii, Aleksandr Zakonodyrin, pronto estará lista una nueva instalación que "será responsable del bienestar ecológico de todo el sur de Rusia y la región del mar de Azov". Se está estudiando la biodiversidad tratando de eliminar los residuos de productos petrolíferos, utilizando dióxido de carbono.

El "Centro Estatal de Control Sanitario-Epidemiológico de Crimea", que depende directamente de la administración presidencial del Kremlin de Moscú, también está activo en Yalta, donde se realizan experimentos en los campos de la bacteriología y la higiene, la fisicoquímica, la microbiología, la radiología y la toxicología. También se estudian las fuentes de agua potable, los alimentos y la calidad del aire según las normas sanitarias para identificar los factores responsables de las infecciones. Asociado a él está el Centro de Higiene y Epidemiología de Sebastopol, que depende de la delegación local de la agencia de consumo Rospotrebnadzor y está estructurado en la ciudad y las secciones provinciales de la península, con amplios programas de investigación, hasta la "Estación de control de la peste de Crimea" y otras enfermedades infecciosas graves.

Un incentivo especial para intensificar todas estas actividades vino directamente del Ministerio de Defensa de Moscú tras el inicio de la operación especial en Ucrania en 2022 para contrarrestar los "experimentos biológicos estadounidenses en el territorio de Ucrania". Las representaciones de EE.UU. y la UE en la ONU reaccionaron a estas acusaciones calificándolas de "desinformación en el contexto de teorías conspirativas". Los rusos, sin embargo, insisten en llamar a toda Ucrania el "laboratorio del Pentágono", y prestan especial atención a los equipos extranjeros requisados en los territorios ocupados, junto con el personal local implicado en su uso.

El mes pasado se inauguró un nuevo laboratorio de genética molecular en la base del Instituto Regional de Investigación Agrícola, nombrándose director del mismo a Vladimir Paštetskij, quien definió los objetivos de la nueva instalación como "la investigación de genotipos animales y vegetales para la selección, producción y reelaboración de preparados necesarios para el cultivo y la cría". En el laboratorio se catalogan todos los tipos de microorganismos y bacterias y se evalúa la posibilidad de adaptarlos a las condiciones de la península, y las actividades se relacionan con las del Instituto de Biología de los Mares del Sur (Inbjum), una instalación ucraniana requisada y renovada por los rusos, utilizando naves especiales de laboratorio. Los resultados también se comparan con los de otros laboratorios rusos en África, en países como Uganda, Guinea, Yibuti y Zimbabue, pero también en India y Vietnam y otras partes del mundo, donde los rusos intentan apoderarse de los secretos de la naturaleza, en una "guerra biológica mundial" aún por librar.