23/07/2023, 14.14
VATICANO
Enviar a un amigo

Los abuelos entregaron la cruz a los jóvenes que irán a la JMJ de Lisboa

Fue durante la misa presidida por el Papa Francisco, coincidiendo con el Día Mundial de los Abuelos. "La vejez", dijo el pontífice, "es la estación para reconciliarse, para mirar con ternura la luz que se expandió a pesar de las sombras". El llamamiento a la política para que los ancianos no queden relegados a “descartes improductivos". La cercanía con las víctimas de las inundaciones en Corea del Sur.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La vejez es un tiempo bendito. “Es la estación para reconciliarse, para mirar con ternura la luz que se expandió a pesar de las sombras”, fueron las palabras del papa Francisco en la homilía de hoy, durante la misa en la basílica vaticana con motivo de la III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, efeméride que instituyó el domingo más próximo a la fiesta de los santos Joaquín y Ana, los abuelos de Jesús. Fue una celebración marcada por la idea de "crecer juntos", mayores y jóvenes. En vísperas de la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar a principios de agosto en Lisboa- el Papa quiso que, al final de la misa, cinco ancianos entregaran la cruz del peregrino a cinco jóvenes que partirán hacia Portugal.

Entre los ancianos figuraba la religiosa india Martin de Porres, de 82 años, una Misionera de la Caridad (las hermanas de la Madre Teresa) que vive en la casa regional de San Gregorio al Celio, en Roma. La Hna. Martin de Porres reza todos los días por los jóvenes que parten rumbo a la JMJ. En la iglesia de San Pedro, ella y otros ancianos entregaron la cruz a Aleesha, una joven de origen indio de 22 años que estudia en la Universidad de Bolonia y que irá a Lisboa con un grupo de 25 jóvenes católicos indios que viven en Italia, y Koe, una australiana de 22 años de origen filipino.

Durante la homilía, el Papa Francisco comentó el pasaje evangélico de la liturgia de hoy, señalando que el lenguaje que utiliza Jesús en las parábolas “se asemeja al que muchas veces usan los abuelos con los nietos, sentándolos quizás sobre sus rodillas. De este modo, comunican una sabiduría importante para la vida". Deteniéndose en la parábola del trigo y la cizaña, subrayó su mensaje profundamente realista. “El cristiano -explicó- sabe que en el mundo hay trigo y cizaña, y mira dentro suyo, reconociendo que el mal no llega sólo “desde fuera”, que no es siempre culpa de los demás, que no es necesario “inventar” enemigos que combatir para evitar arrojar un poco de luz en su interior.” Estas palabras también nos guían durante la vejez. "Pienso en los ancianos y en los abuelos que han realizado ya un largo trecho en el camino de la vida”, continuó. “Al volver la vista atrás, ven tantas cosas hermosas que han conseguido, pero también derrotas, errores, incluso algunas cosas que —como se suele decir— “si volviera atrás, no las repetiría”. Hoy, en cambio, el Señor nos tiende la mano con una palabra dulce, invitándonos a aceptar el misterio de la vida con serenidad y paciencia, a dejarle a Él el juicio, a no vivir con quejas y remordimientos".

Comparando a los abuelos con el árbol frondoso bajo cuyas ramas vienen a hacer su nido los más pequeños, reiteró que hoy la Iglesia necesita "una nueva alianza entre jóvenes y ancianos, para que la linfa de quien tiene a sus espaldas una larga experiencia de vida irrigue los brotes de esperanza de quien está creciendo".

Por ello hizo un nuevo llamamiento a las instituciones: "Que nuestras aglomeradas ciudades no se conviertan en ‘centros de soledad’; y dijo “que la política, que está llamada a proveer a las necesidades de los más frágiles, no se olvide precisamente de los ancianos, dejando que el mercado los relegue a ‘descartes improductivos’. No vaya a suceder que, a fuerza de seguir a toda velocidad los mitos de la eficiencia y del rendimiento, seamos incapaces de frenar para acompañar a los que les cuesta seguir el ritmo”. Y concluyó: “Por favor, mezclémonos, crezcamos juntos”.

Durante el Ángelus, el Papa Francisco quiso que una anciana y un joven estuvieran a su lado junto a la ventana. Luego, recordando los fenómenos meteorológicos extremos de estos días, entre ellos las inundaciones en Corea del Sur, lanzó un llamamiento: "Estoy cerca de los que sufren y de los que asisten a las víctimas y a los desplazados. Y les ruego que renueven mi llamamiento a los dirigentes de las naciones para que hagan algo más concreto para limitar las emisiones contaminantes: se trata de un desafío urgente e impostergable que concierne a todos. Protejamos nuestra casa común". Por último, Francisco pidió soluciones para los migrantes que permanecen bloqueados en el desierto africano. Y recordó a las víctimas del atentado de anoche en Odessa, invitando a continuar rezando por la paz.

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
El Papa a los jóvenes: visiten a un anciano antes de partir para la JMJ
15/06/2023 15:19
Papa: JMJ, ocasión para Europa de apertura universal. Medio ambiente, futuro, fraternidad, laboratorios de esperanza
02/08/2023 17:33
La JMJ de Seúl, una ocasión de "paz y fraternidad" para Asia (y el Norte)
07/08/2023 14:11
JMJ, Papa a los jóvenes de Lisboa: ‘Símbolo de paz en el mundo. No tengan miedo’
06/08/2023 13:50
Lisboa: los católicos de Bangladés descubren la "patria" de la fe en la JMJ.
05/08/2023 13:38


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”