26/09/2020, 10.21
CHINA
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Los tibetanos, encerrados en campos de reeducación, como los uigures (II)

de Adrian Zenz

En el 2020, el Partido Comunista chino se propuso “formar” y adoctrinar a 453.000 trabajadores “excedentarios” en el territorio del Tíbet. Se repite el esquema adoptado en los “campos de concentración” de Xinjiang. Beijing aduce que los agricultores y pastores nómades participan de forma voluntaria, para hallar un empleo. Sin embargo, para muchos observadores, el régimen los obliga, en un contexto de fuerte control social. 

 

Beijing (AsiaNews) – Tal como sucede en Xinjiang, donde las autoridades han encerrado a más de un millón de uigures musulmanes en campos de internamiento, el Partido Comunista chino ahora ha “re-educado” a cientos de miles de campesinos y pastores tibetanos. Con el pretexto de la lucha contra la pobreza, el régimen ha transferido a casi 50.000 trabajadores tibetanos a otras zonas de la región, y a casi 3.000 a otras provincias del país. Se los emplea en la construcción de rutas y calles, en tareas de limpieza, minería, en gastronomía y en el transporte y la producción de alimentos. Si son fieles al Partido, el Estado “velará con amor” por sus hijos y mujeres y por los miembros ancianos de la familia. Se utiliza la disciplina militar para inculcar el patriotismo y corregir el “pensamiento retrógrado” de la población de credo budista. Presentamos a continuación la segunda parte de este análisis en tres entregas de Adrian Zenz, investigador de la Victims of Communism Memorial Foundation. Por gentileza de la Jamestown Foundation (traducido al español por AsiaNews).


Transferencia de mano de obra a otras provincias

En el 2020, la Región Autónoma del Tíbet (RAT)  introdujo una política de transferencia de mano de obra de alcance regional, que establece mecanismos y cupos para la transferencia de trabajadores rurales excedentarios capacitados tanto dentro (55.000) como fuera (5.000) de la región (Departamento de Recursos Humanos de la RAT, 17 de julio). La terminología es similar a la utilizada en relación con la transferencia de mano de obra de Xinjiang, y emplea frases como: "transferencia de mano de obra suprarregional" y "exportación de mano de obra". Tanto el Plan de Acción para la Capacitación y Transferencia de Mano de Obra  2019-2020 como el 13º Plan Quinquenal del Tíbet (2016-2020) mencionan de pasada las transferencias fuera de la RAT, sin esbozar una política detallada al respecto, o el uso de una terminología similar a la que se encuentra en los documentos referidos a Xinjiang.

En los primeros 7 meses de 2020, las autoridades tibetanas capacitaron a 543.000 trabajadores rurales excedentarios,, y al llegar el mes de julio, habían logrado el 90,5% de su objetivo anual. Del total, 49.900 fueron transferidos a otras partes de la RAT, y 3.109 a otras partes de China (Gobierno de la RAT, 12 de agosto). A cada región se le asigna un cupo determinado a ser transferido. Para fines del 2020, este esquema de transferencia debiera cubrir la totalidad de la RAT.

El autor ha identificado ejemplos de transferencia de mano de obra a otras regiones de la RAT, entre los cuales se incluyen puestos laborales en la construcción de carreteras, en tareas de limpieza, minería, cocina y conducción de vehículos. La transferencias de mano de obra y su colocación fuera de la RAT incluyen el empleo en el Grupo COFCO, la mayor empresa estatal de procesamiento de alimentos de China (Hebei News, 18 de septiembre de 2020).

La terminología oficial empleada para el proceso de transferencia de mano de obra es idéntica al lenguaje utilizado en Xinjiang: "asignación, organización, gestión y envío unificados". Los trabajadores son transferidos a su destino de manera centralizada, "en tandas", "desde un punto a otro punto". En el documento normativo se establece que el tamaño de cada grupo debe ser de 30 personas, divididas en subgrupos de 10, y que estarán encabezados por los jefes de cada subgrupo (Departamento de Recursos Humanos de la RAT, 17 de julio). En cierto caso, el método de transporte se describe como "servicio de punto a punto, como el de las niñeras" (Chinatibet.net, 21 de junio). Al igual que en Xinjiang, estos traslados de mano de obra a otras provincias se organizan y apoyan mediante un mecanismo específico de asistencia ["asistencia al Tíbet"], aunque no de forma exclusiva. Se marca que el Estado debe “velar con amor” por los hijos, esposas y familiares ancianos de los trabajadores transferidos.

Una vez más, son significativas las similitudes con el plan de transferencia inter-provincial de Xinjiang: elaboración unificada, transferencia en grupos, fuerte participación del gobierno, incentivos financieros para los intermediarios y para las empresas participantes, y cuotas impuestas por el Estado. Sin embargo, en lo que respecta al esquema de transferencia de mano de obra de la RAT, de momento no existen pruebas de la existencia de cuadros con el rol de acompañantes o personal de seguridad, como tampoco de cuadros estacionados en las fábricas, o de trabajadores mantenidos en ambientes cerrados y bajo medidas de seguridad en su destino laboral. Es posible que la transferencia de trabajadores tibetanos no esté tan custodiada como la de los trabajadores uigures. De momento, tampoco hay evidencias de que la formación laboral y los planes de transferencia del Tíbet estén vinculados a una reclusión extrajudicial. En el Tíbet, la gama completa de mecanismos de formación profesional y asignación de puestos de trabajo puede adoptar diversas formas y cuenta con una serie de focus groups; hay que destacar que no siempre implican traslados centralizados o la formación y el traslado de nómadas y agricultores al estilo militar.


La naturaleza coercitiva del sistema de capacitación y transferencia de mano de obra

Aun así, hay claros elementos de coerción durante el reclutamiento, la capacitación y la asignación de puestos de trabajo, así como en el proceso de transferencia centralizado y fuertemente administrado y supervisado por el Estado. Si bien algunos documentos afirman que el plan se basa en la participación voluntaria, las pruebas generales indican la presencia sistémica de numerosos elementos coercitivos.

Al igual que en Xinjiang, los documentos del gobierno de la Región Administrativa Especial del Tíbet (RAT) dejan claro que el alivio de la pobreza es un "campo de batalla", y que tal labor debe organizarse bajo una estructura de "mando" de tipo militar (Gobierno de la RAT, 29 de octubre de 2019; Xinhua, 7 de octubre de 2018). A mediados de 2019, se dijo que la batalla contra la pobreza en la RAT había "entrado en una fase decisiva", dado el objetivo de erradicar la pobreza absoluta para fines del 2020 (Tibet.cn, 11 de junio de 2019). Siendo que la pobreza se mide por el nivel de ingresos, y que la transferencia de mano de obra es el principal medio para aumentar los ingresos - y, por tanto, para "sacar" a la gente de la pobreza -, la presión para que los gobiernos locales reúnan a las poblaciones pobres y las introduzcan en el sistema es extremadamente alta.

El Plan de Acción de Capacitación y Transferencia de Trabajo citado anteriormente establece procedimientos administrativos estrictos, y la formación de grupos de trabajo dedicados, así como la participación de los cuadros directivos superiores, para "asegurar que las tareas se completen en el plazo previsto". Cada nivel administrativo debe pasar la "presión [para lograr los objetivos] al nivel siguiente [inferior]". Las unidades de gobierno local deben "establecer una lista del avance de las tareas [y] los que se retrasen en su calendario de trabajo... deben ser informados y deben rendir cuentas de acuerdo con los reglamentos". La versión adoptada por la región gobernada por la ciudad de Shannan es aún más draconiana: los logros de entrenamiento y transferencia de mano de obra impactan directamente en los puntajes de evaluación anual de los cuadros, complementados por un sistema de "recompensas y castigos estrictos". Las amenazas específicas de "recompensas y castigos estrictos" en relación con el logro de los objetivos de capacitación y transferencia de mano de obra también se encuentran en otros lugares. Por ejemplo, en los informes oficiales de la región gobernada por la ciudad de Ngari, se mencionan mecanismos para la presentación de informes "semanales, mensuales y trimestrales" (Gobierno de la RAT, 18 de diciembre de 2018).

Al igual que en el caso de los uigures de Xinjiang, una parte integrante de todo el mecanismo es lidiar y superar la resistencia de los tibetanos a la transferencia de mano de obra. Los documentos afirman que si el proceso de formación profesional se lleva a cabo con una “gestión estricta, de tipo militar", las "masas cumplen con la disciplina", "fortalecen continuamente su conciencia patriótica" y reforman su "pensamiento atrasado". Esto podría implicar la presencia de cuadros locales para "hacer que la disciplina de entrenamiento sea más estricta".

Siendo que el proceso de formación profesional de tipo militar produce disciplina y transforma "las visiones atrasadas” respecto al empleo, se dice que éste "promueve la transferencia de mano de obra". Hay que transformar a los trabajadores rurales “que no estén dispuestos a mudarse”, para que estén dispuestos a participar. Este es un proceso que exige "diluir la influencia negativa de la religión", ya que esta, según se afirma, induce a la pasividad (Departamento de Comercio de RAT, 10 de junio). Por consiguiente, el proceso de alivio de la pobreza y de formación va unido a un esfuerzo de propaganda total que tiene por objeto utilizar la "educación del pensamiento" para "educar y guiar a los desempleados para que cambien su mentalidad cerrada, conservadora y tradicional de empleo" (Tibet’s Chamdo, 8 de julio de 2016). Un documento señala que el proceso de alivio de la pobreza y de transferencia de mano de obra forma parte de un esfuerzo para "dejar de criar holgazanes" (Gobierno de la RAT, 18 de diciembre de 2018).

Un reporte de Chamdo correspondiente al 2018, sobre el seguimiento posterior a la capacitación, da cuenta de los estrictos procedimientos empleados por las autoridades:

Se debe hacer un seguimiento estricto y exigir eficacia. Antes del final de cada curso de capacitación, se exige a los alumnos que completen el "Cuestionario sobre la disposición al trabajo". Hay que establecer una base de datos, para conocer la situación laboral de los aprendices después de la etapa de formación. Para aquellos que no puedan ser empleados a tiempo después de la capacitación, se debe hacer un seguimiento y visitarlos regularmente, y recomendar activamente el empleo....

Estos procedimientos de seguimiento "estrictos" se hacen cada vez más innecesarios, ya que con el proceso obligatorio "orientado al orden", los habitantes locales son asignados a  futuros empleos antes de comenzar su capacitación.

(Fin de la segunda parte)

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