04/05/2015, 00.00
NEPAL
Enviar a un amigo

Nepal: el terremoto destruyó vidas y también tradiciones hindúes

de Christopher Sharma
El último balance es de 7.500 muertos, 15 mil heridos; 150 mil casas raídas al suelo y 160 mil con daños parciales. Numerosos templos del valle de Katmandú no son más que escombros. Los devotos llevan para salvar a los ídolos de las divinidades, rompiendo los rituales tradicionales. El gobierno pide que no se saqueen los ligares de culto.

Katmandú (AsiaNews)- Rompiendo rituales antiguos, por la primera vez la estatua de Kumari- la “diosa viviente”- fue desplazada a una zona al aire libre, para su seguridad por miedo de nuevos sismas. El templo dedicado a ella, situado en la plaza (Durbar square) de Basantapur, el 2 de mayo pasado se derrumbó en manera definitiva. Según la tradición, el ídolo de Kumari se lo saca del lugar de culto sólo durante celebraciones especiales, después de haber realizado rituales. A 9 días del sisma que devastó a Nepal, los muertos subieron a 7.350, los heridos graves más de 15 mil; las casas raídas al suelo son unas 150 mil y 160 las que sufrieron daños parciales.

Son decenas los templos y lugares sagrados- muchos de los cuales son Ptrimonio Unesco de la humanidad-  que fueron destruidos por el terremoto. Los templos de Rato-Machhindranath (plaza de Patan), Changunarayan y Kasthamandap están reducidos a escombros, como también los de Lalitpur y Bhaktapur. Los ídolos de las divinidades están hechos pedazo. El gobierno emanó un comunicado oficial en el cual pidió que no roben partes del templo y las estatuas.

Muchos devotos y religiosos hindúes murieron en los derrumbes de los lugares de culto. Sucedió a Laxmidevi Karmacharya, que estaba presidiendo un servicio de oración cuando el templo de Chagunarayan se derrumbó. Un colega suyo, Chakradharananda Rajodhyaya, sobrevivió: “Estábamos haciendo plegarias especiales, cuando hemos sentido el sismo. Yo logré correr y salvarme, pero tantos fieles y uno de nuestros sacerdotes murió. Nuestra divinidad no logró salvarnos”.

El templo de Chagunarayan estaba dedicado a Vishnu (el reconstructor), una de las 3 divinidades de la Trimurti (la “Trinidad” del hinduismo) junto a Brahma (el creador) y a Shiva (el destructor).

Katmandú, Lalitpur y Bhaktapur- los 3 distritos del valle- son conocidos por las ciudades ricas de templos hindúes. Un antiguo dicho sostiene que en la zona hay más lugares de culto que personas.

También un sacerdote del templo de rato-Machhidranath, dios de la lluvia y reencarnación de Shiva, murió en el derrumbe. Se llamaba Ratinarayan Gubaju y estaba preparando el lugar para las celebraciones de la divinidad, que se realizan cada 12 años. “Estamos confundidos- cuenta el hermano, Mohan-no sabemos qué hacer. No sabemos por qué este dios de la naturaleza se convirtió en violento y no nos ha salvado”.

Bharataman Pradhan, devoto hindú de Shovabhagawati, perdió a 17 parientes en el terremoto del 25 de abril. Es el único sobreviviente de la familia. Aquel día estaba organizando las celebraciones especiales en el templo. Nuestra casa, de 4 pisos se derrumbó matando a todos los parientes que había invitado para rezar juntos”. Ahora el hombre vive en el campo, cobijado bajo una tienda: “Mi dios hindú no logró salvarme, pero los voluntarios cristianos me han dado nueva esperanza, trayéndonos tiendas y comida”.

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Nepal, el embargo de la India arruina la fiesta hindú de Dashain
22/10/2015
Hermana nepalesa: Después del terremoto, en riesgo miles de mujeres embarazadas y niños
10/06/2015
Nepal, se derrumban los templos y los santones hindúes “se convierten en desocupados”
22/05/2015
India hacia el fin de la cuarentena. En Kolkata iglesias abiertas para ‘adorar y rezar’
01/06/2020 13:07
El valle de Katmandú es “zona de crisis”. En riesgo los derechos civiles de la población.
15/06/2015


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”