Oprimidas en su país, jóvenes afganas estudian en Asia Central

de Vladimir Rozanskij

Fueron recibidas en universidades de Kazajistán, Kirguistán y Uzbekistán gracias a becas financiadas por la UE. En Afganistán los talibanes han impuesto prohibiciones y restricciones a las estudiantes. Cuando hayan completado sus estudios pueden regresar a su país de origen, pero muchas no quieren hacerlo.

Moscú (AsiaNews) - Varios países de Asia Central han acogido a un grupo de jóvenes afganas para estudiar en universidades locales con becas financiadas por la Unión Europea. Es una manera de eludir la prohibición impuesta en su país por los talibanes. El proyecto ya se había puesto en marcha en 2019 para atraer a cientos de jóvenes de Afganistán para estudiar fuera de las fronteras y regresar a su país con diplomas de especialización. Con la revolución que siguió a la retirada de las tropas occidentales en el verano de 2021, y las restricciones impuestas por el Covid-19, el proyecto había quedado muy limitado.

Algunas decenas de jóvenes se encuentran ahora repartidas entre Kazajistán, Kirguistán y Uzbekistán; según los organizadores, más de 100 ya han iniciado sus estudios, de las cuales la mitad ha recibido una beca completa para obtener su diploma en 2025. Son las que ya habían sido seleccionadas antes de la llegada de los talibanes a Kabul, y que superando muchas dificultades consiguieron evitar prohibiciones y castigos.

El Ministerio kazajo de Relaciones Exteriores ha jugado un papel decisivo en las negociaciones con todas las partes interesadas, consiguiendo proteger a las jóvenes y activar el proyecto. La representación del Fondo para el Desarrollo de las Naciones Unidas en Kazajstán, encargada de la gestión del proyecto, informó que las universidades locales han recibido a 50 alumnas. Otras 30 se encuentran en Uzbekistán y 25 en Kirguistán, con un plan de estudios hasta 2027.

La UE ha destinado cerca de 5,5 millones de dólares a la primera y segunda fase del plan académico, y se espera poder activar también las fases posteriores. A preguntas de los periodistas, los funcionarios de la ONU explicaron que "las decisiones fundamentales, incluida la ampliación del proyecto, son objeto de intensas consultas con los donantes".

El portavoz de los talibanes Zabiullah Mujahid dijo que no estaba al tanto de ningún acuerdo entre los funcionarios de Kabul y los Estados que acogen a las jóvenes u otras partes involucradas en el programa. El tema será discutido endd de gobierno para todo el sector educativo, y con los órganos de seguridad.

Si todo va bien, las 155 jóvenes afganas se especializarán en diversos campos, desde agricultura hasta finanzas, pasando por extracción de materiales e ingeniería, marketing e informática. El proyecto suponía el regreso de las estudiantes ya cualificadas a Afganistán para trabajar en obras de utilidad pública. Ahora las perspectivas de empleo y carrera para las mujeres, con los talibanes en el poder, parecen bastante sombrías, y no se sabe cuántas jóvenes que estudian en Asia Central querrán o podrán regresar a casa. Los responsables de la iniciativa aseguran que “la decisión definitiva sobre el regreso a Afganistán sigue siendo prerrogativa de las mismas jóvenes”.

Se intentará ayudar y alentar a las graduadas para que regresen, pero "sin ninguna obligación", aseguran los miembros de la ONU. Una joven de 25 años de la provincia afgana de Balkh, Barna Kargar, completó sus estudios en la Universidad de Energía de Almaty en 2021,en el mismo mes que regresaron los talibanes, y hasta ahora ha permanecido en Kazajistán. Solicitó asilo político, pero le fue denegado y no tiene derecho a trabajar en el país de acogida. Ahora dice que tiene "demasiado miedo para volver", y está tratando de apelar la denegación de asilo.

Los mismos gobiernos de los países de acogida están evaluando el estatus que se asignará a las alumnas, que a pesar de todo hacen lo posible para ir a estudiar. Como cuenta Rakhila Jusafzaj, de 23 años y originaria de Kabul, "muchas de nosotras buscamos en Internet todas las posibilidades y becas disponibles cuando los talibanes nos obligaron a interrumpir los estudios... no sabemos qué puede pasar dentro de cinco o seis años, mientras tanto por lo menos estaremos listas para enfrentar la vida con una formación y grandes deseos de hacer algo que valga la pena”.