Papa: 'A la luz de la Navidad del Señor, sigamos rezando por la paz'

En la fiesta de la Sagrada Familia, León XIV rezó el Ángelus desde el balcón del Palacio Apostólico e invitó a rezar "por las familias que sufren a causa de la guerra". En el comentario al Evangelio habló sobre la familia de Nazaret "nido y cuna" de Dios en "mundo despótico". "No dejemos - dijo - que los Herodes de hoy sofoquen la llama del amor en las familias cristianas".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - “A la luz de la Navidad del Señor, sigamos rezando por la paz”. A las 12 de hoy, último domingo de 2025, León XIV rezó el Ángelus con los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, todavía envuelta en el espíritu navideño. En el día de la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, desde la ventana del Palacio Apostólico el Papa ha pedido rezar y encomendarse a su intercesión “por las familias que sufren a causa de la guerra, por los niños, los ancianos y las personas más frágiles”.

En el comentario al Evangelio del día (Mt 2,13-15.19-23) que ha precedido a la oración mariana el Papa señaló la “amenaza mortal” que tiene su origen en Herodes y se proyecta sobre el “el resplandeciente cuadro de la Navidad”. Herodes el Grande (73 a.C. aproximadamente - 4 a.C. aproximadamente) era “un hombre cruel y sanguinario, temido por su crueldad”, y al mismo tiempo “profundamente solo y obsesionado por el miedo a ser destronado”, explicó el Papa. Él ordenó la matanza de los inocentes porque se sentía “amenazado en su poder”.

En su reino, en efecto, Dios estaba realizando “el milagro más grande de la historia”, pero él no era capaz de verlo porque estaba “cegado por el miedo a perder el trono, sus riquezas, sus privilegios”. Mientras que en Belén - como recuerda el evangelista Lucas en la liturgia navideña - “hay luz, hay alegría; algunos pastores han recibido el anuncio celestial y ante el pesebre han glorificado a Dios”. Y todo esto en el palacio real se percibe como “una amenaza”.

La “dureza de corazón” propia del soberano de Judea “resalta aún más el valor de la presencia y la misión de la Sagrada Familia”. Ella, “en el mundo despótico y codicioso que representa el tirano, es el nido y la cuna de la única respuesta posible de salvación: la de Dios”, siguió diciendo León XIV. La “huida a Egipto” representa un “momento de prueba”. La respuesta obediente de José a la voz del Señor es la que “pone a salvo a la esposa y al Niño”. “En Egipto crece la llama del amor doméstico a la que el Señor ha confiado su presencia en el mundo y adquiere fuerza para llevar la luz al mundo entero”.

A partir del testimonio de la Sagrada Familia, el Papa ha invitado a mirar a “nuestras familias y la luz que ellas también pueden aportar a la sociedad en la que vivimos”. También hoy el mundo tiene sus “Herodes”. “Sus mitos del éxito a cualquier precio, del poder sin escrúpulos, del bienestar vacío y superficial, y a menudo, sufre las consecuencias con la soledad, la desesperación, con las divisiones y conflictos”, explicó. “No dejemos que estos espejismos sofoquen la llama del amor en las familias cristianas”.

León XIV ha sugerido custodiar en ellas “los valores del Evangelio: la oración, la frecuencia a los sacramentos […] los afectos sanos, el diálogo sincero, la fidelidad, el realismo sencillo y hermoso de las palabras y los gestos buenos de cada día”. De modo que puedan verdaderamente convertirse en “luz de esperanza para los ambientes en los que vivimos, escuela de amor e instrumento de salvación en las manos de Dios”, dijo citando al Papa Francisco.