Papa: quien tiene responsabilidad sea consciente del rol que cubre
“El chismorreo, hablar mal de los otros: esto destruye. Destruye la familia, destruye la escuela, destruye el puesto de trabajo, destruye el barrio. de la lengua comienzan las guerras”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Aquellos que tienen responsabilidades educativas o de comando en cualquier campo, de la familia a la política sean conscientes del rol delicado y elijan siempre el camino justo sobre el cual conducir a las personas. Es la “llamada” de Jesús, recordado por el Papa Francisco en sus palabras antes de recitar el Ángelus, cuando también volvió a condenar los “chismorreos” que “matan”.
A las 30 mil personas presentes en la plaza de san Pedro, Francisco de hecho dijo que “la página de hoy del Evangelio presenta breves palabras, con las cuales Jesús quiere indicar a sus discípulos el camino que hay que recorrer para vivir con sabiduría. Con el interrogativo: “¿Puede quizás un ciego guiar a otro ciego?” (Lc 6,39), Él quiere subrayar que una guía no puede ser ciega, sino que debe ver bien, esto es poseer la sabiduría, de otro modo arriesga así la atención de cuantos tienen responsabilidad educativas o de comando: los pastores de almas, las autoridades públicas, los legisladores, los maestros, los padres, exhortándolos a ser conscientes del rol delicado y a discernir siempre el camino justo sobre el cual conducir a las personas”.
“En el pasaje de hoy encontramos otra frase significativa, aquella que exhorta a no ser presuntuosos e hipócritas. Dice así. “¿Por qué miras a la paja que está en el ojo de tu hermano y no te das cuenta de la viga que está en el tuyo?” (v. 41). Muchas veces, lo sabemos todos, es más fácil o cómodo darse cuenta y condenar los defectos de los otros, sin lograr ver los propios con la misma lucidez. Nosotros siempre escondemos nuestro defectos, los escondemos también a nosotros; en cambio, es fácil ver los defectos de los otros. La tentación es la de ser indulgentes consigo mismos- manga larga consigo mismos y también duros y condenar a los otros. Es siempre útil ayudar al prójimo con sabios consejos, pero mientras observamos y corregimos los defectos de nuestro prójimo, debemos estar conscientes también nosotros que tenemos defectos.: todos. Y debemos estar conscientes y antes de condenar a los otros debemos mirarnos a nosotros mismos adentro. De este modo, podemos obrar en modo creíble, con humildad, testimoniando la caridad”.
“¿Cómo podemos entender si nuestro ojo está libre o si está impedido por una viga?”. Jesús nos lo dice: “No hay árbol bueno que produzca frutas malas, ni por otro lado hay árbol malo que dé frutos buenos. Cada árbol de hecho se reconoce por su fruto”(vv. 43.44). El fruto son las acciones, pero también de las palabras. también de las palabras se reconoce la calidad del ´parbol. De hecho, quien es bueno saca afuera de su corazón y de su boca el bien y quien es malo saca afuera el mal, practicando el ejercicio más deletéreo entre nosotros, que es la murmuración, el chismorreo, hablar mal de los otros: esto destruye. Destruye la familia, destruye la escuela, destruye el puesto de trabajo, destruye el barrio. de la lengua comienzan las guerras”.
03/11/2021 11:07