08/02/2018, 12.08
IRAK-VATICANO
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Patriarca caldeo: Sin casa y trabajo, el peligro de un nuevo Isis en Irak

Para Mar Sako la reconstrucción es fundamental para evitar el peligro de “nuevos extremismos”. El compromiso en favor de los cristianos, musulmanes y yazidíes “en dificultad” permitió la construcción de nuevos puentes entre comunidades. El encuentro con el Papa Francisco fuente de renovado entusiasmo por la misión. El pueblo iraquí debe realizar “un paso en adelante” hacia la paz y la reconciliación.

Roma (AsiaNews)- Sobre el futuro de Irak aletea el peligro de “otro Estado islámico (EI ex Isis)”, que da “aún más miedo”. Si la gente “se queda sin casa y sin trabajo”, esta situación “se convertirá en terreno fértil para nuevos extremismos”; por esto es más urgente “apoyar la reconstrucción”. Es cuanto subraya a AsiaNews el primado de la Iglesia iraquí, mar Louis Raphael Sako, en estos días en Roma donde se encontró con el Papa Francisco junto a los obispos caldeos reunidos en el vaticano para la visita “ad Limina Apostolorum”. Una parte de los cristianos-advierte- pudo volver a sus propias casas porque la Iglesia se activó para la reparación de casas y actividades.. Sin embargo, este es una tarea crucial” que debe ser promovido ante todo “por el gobierno” y muchos entre los musulmanes hasta ahora “no han sido beneficiados”.

El 31 de enero de 2013 el entonces arzobispo de Kirkuk, Mons. Sako era elegido nuevo patriarca caldeo, sucediendo a Emmanuel Delly III dimisionario por haber alcanzado los límites de edad. Nacido el 4 de julio de 1948 en Zakho, en el norte de Irak, fue ordenado sacerdote el 1 de junio de 1974. Como prelado antes, luego primado de la iglesia iraquí, él varias veces denunció el éxodo de los cristianos del país y lanzando numerosos pedidos al ejecutivo central y a las autoridades locales, para garantizar un futuro de pasar en la tierra de origen.

En estos cinco años fueron muchos los desafíos que mar Sako tuvo que enfrentar: “Siempre he vivido-recuerda su Beatitud-con los problemas, los desafíos. Antes de la llegad de Isis, luego la fuga de nuestra gente; la necesidad de ayudarla y sostenerla con alojamientos, comida, remedios, escuelas. Mi compromiso se dirigió no solo a los cristianos, sino también a los yazidíes y a los musulmanes en dificultad. Este gesto de caridad ayudó mucho a construir una nueva relación con ellos e instaurar un diverso clima de confianza”.

La satisfacción mayor de la elección como patriarca “es la fe de nuestra gente”, que no tuvo miedo de “dejar todo por Cristo” y que frente a las violencias y a la locura del yihadismo “perdió todo con tal de no perder la propia fe”. Esto agrega, fue fuente de “enorme riqueza y alegría”. Sin embargo, está también la “profunda tristeza” provocada por el éxodo de una parte consistente de la población, cerca de un millón y medio de personas en 2003 antes de la invasión americana y hoy reducida a cerca de medio millón. “Es dura-narra- observar la fatiga enorme de estas personas que van al extranjero sin conocer el lugar que los recibe, terminando por sufrir ya sea por la realidad cotidiana como por la lejanía de su propia tierra”.

Sin embargo, el encuentro del 5 de febrero pasado con el Papa Francisco (que duró más de una hora y media, Ndr) se convirtió en una fuente de renovado entusiasmo y fuerza para continuar la misión. Acompañado por los obispos caldeos, mar Sako subrayó tres puntos esenciales para el futuro de la Iglesia en Irak. Los desafíos y los sufrimientos de los cristianos requieren una atención particular de la Santa Sede; la necesidad de renovar la liturgia adaptándola a la mentalidad y a la cultura actuales, porque esa debe ayudar a las personas a rezar y vivir la cotidianidad; la controversia explotada alrededor de Jerusalén y la importancia que la ciudad santa sea patrimonio de todos, hebreos y musulmanes.

“Nosotros obispos-narra mar Sako- hemos hablado en modo abierto y sincero. El Papa escuchó con atención, también las críticas. En mi intervención subrayé la necesidad de una mayor ayuda a los cristianos de Oriente, que a menudo se sienten solos y necesitan del apoyo de la iglesia de Roma. Por el resto la Iglesia caldea fue la primera en Oriente en reunirse con la iglesia católica romana hace 500 años. Le pedimos que vaya a Irak y él respondió “estoy listo”. Lamentablemente hoy la situación a causa de la tensión entre el gobierno central y autoridades kurdas es más difícil respecto a algunos meses hace”. “Restaurar las casas, los edificios, las infraestructuras y las actividades es esencial-concluye mar Sako-pero para hacerlo se necesita un gobierno fuerte y con planes creíbles, una economía sólida, un ejército y una policía capaces de presidiar el territorio y superar las divisiones sectarias, que son siempre fuente de complicaciones”. (DS)

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