27/04/2015, 00.00
FRANCIA - LIBANO - M.O.
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Patriarca maronita: Sin cristianos desaparecerán también los musulmanes moderados del Medio Oriente

de Fady Noun
El card. Béchara Raï lanza un pedido a cuántos “en el corazón de la noche” esperan una “aurora” de paz. Él acusa a la comunidad internacional “lenta” en frenar “la muerte y la devastación” de “asesinos si fe”. La paz entre Israel y Palestina pre-condición para la salvaguardia de la presencia cristiana. Inaugurada la sede de la nueva diócesis maronita de Francia.

París (AsiaNews)- “En el corazón de la noche, lanzo un pedido a todos aquellos que están en la espera de la aurora”. “El éxodo de los cristianos de sus países de origen […] debilitará también el rol de los musulmanes moderados”. Fue el pedido por momentos con movedor y desesperado en favor de la Iglesias y de los pueblos perseguidos de Medio Oriente, el que lanzó  el 25 de abril desde el palco de la Unesco- apenas desembarcado en parís- por el patriarca maronita Béchara Raï.

“La comunidad internacional- insistió el jefe de la Iglesia maronita- se demuestra demasiado lenta en el frenar la obra de muerte y devastación de asesinos sin fe y sin fronteras”.

El patriarca maronita, card. Raí llegó el sábado 25 de abril a Francia, proveniente de Armenia, donde en representación de los patriarcas orientales participó en las ceremonias por el centenario del genocidio. Él permanecerá en tierra transalpina por 4 días; para mañana está previsto un encuentro oficial con el presidente francés Francois Hollande.

La primera jornada del patriarca estuvo caracterizada por un discurso pronunciado en la Unesco, centralizado en el tema: “La presencia cristiana en Medio oriente y su rol en la promoción de la cultura de la paz”. El patriarca habló en presencia de Irina Bokova, directora general de la Unesco, del presidente del Concejo directivo de la organización Mohammad Sameh Amr y del embajador Khalil Karam, delegado permanente del Líbano junto al organismo Onu, especializado en educación, ciencia y la cultura.

Siendo un experto histórico, el patriarca Raï trazó un breve recorrido sobre la “bi -milenaria presencia cristiana en Medio oriente”, subrayando el rol de promotor de cultura y paz garantizado por esta presencia (si bien minoritaria) y propuso las modalidades para preservarla.

En su discurso, el patriarca puso “la resolución del conflicto israelo-palestino”, como primera condición para salvaguardar esta presencia. Y es fácil entender cuánto el desafío aparezca insuperable.

En un pasaje sucesivo, el patriarca no faltó de recordar que, en el plano histórico, el declino de la civilización árabe-musulmana coincidió con “el sofocamiento de la sociedad cristiana” y de advertir que “el éxodo de los cristianos de sus países de origen […] debilitará el rol de los mismos musulmanes moderados, que representan hasta ahora la gran mayoría de los musulmanes de Medio oriente”.

Luego hizo una advertencia: “De la tribuna de la Unesco, yo vine aquí para traerles la voz de aquellos a los cuales les han quitado la voz. Vine aquí para mostrarles la angustia de millones de refugiados, de evacuados, de ancianos y niños, de mujeres y hombres que han perdido sus (voces), a los cuales les ha  robado su propio país y sus propios bienes, destruyendo su futuro. Vine aquí a testimoniar el dolor inmenso e inenarrable de cuántos fueron perseguidos a causa de su propia fe, de cuántos fueron ofendidos en nombre del Dios de la misericordia, invocado por la boca de los despiadados asesinos. Vine aquí a gritar fuertemente la causa de cuántos esperan el fin de la noche y que esperan en la salvación llevada por la comunidad internacional que tarda en intervenir y a frenar la obra de muerte realizada por asesinos sin fe y sin fronteras”.

“Desde el corazón de la noche que nos envuelve, en las tinieblas más obscuras que nos circundan, lanzo un acongojado pedido a todos aquellos que están en la espera de observar la aurora, tanto en Medio oriente como en Occidente, en Europa como en el mundo árabe, cristianos y fieles del islam-agregó- el patriarca maronita- para que nos ayuden a elevar la esperanza y a confortar una vez más a los pueblos abandonados, inermes, expulsados y perseguidos, en este su amargo deseo de no resignarse a las adversidades”.

Antes de la inauguración, realizada ayer en el contexto de una fiesta solemne de la Villa de los cedros en Meudon, sede de la  nueva diócesis maronita de Francia, el patriarca hizo en un vibrante pedido para la elección- sin ulteriores retardos- del presidente de la República libanesa. Dos pedidos que coincidieron con la finalización del 11° mes “sede vacante” del cargo presidencial (15 de mayo de 2014).

Con la presencia de miles de fieles que vinieron de toda Francia y de Europa, además de personalidades libanesas y francesas, en la tarde el patriarca maronita inauguró en Meudon (Hauts-de-Sien) la Villa de los Cedros. Edificio predestinado, ya desde el nombre y rebautizado Beit Maroun, que será la sede residencia del obispo maronita de Francia, mons. Nasser-Maroun Gemayel, las oficinas de la nueva diócesis y la sede francesa de la Fundación maronita en el mundo, renombrada “Fundación cristiana libanesa”. Esta fundación fue creada por decreto en el año 2006, por el entonces patriarca Nasrallah Sfeir y por el ex –ministro Michel Eddé; su finalidad es la de reforzar los ligámenes con los libaneses de todo el mundo, ayudándoles a salvaguardar el derecho de sus descendientes a la nacionalidad libanesa.

 

 

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