Rusia registra un boom de divorcios durante la pandemia

de Vladimir Rozanskij

Hubo 100.000 más en 2021. La República de Tartaristán parece ser la única excepción en toda la Federación. Continúa cayendo el número de nacimientos. Los jóvenes están menos comprometidos y no tienen hijos. La opinión de un experto: "Las familias no se forman en Internet".

Moscú (AsiaNews) – Una investigación del sitio web Idel.Realii revela que la pandemia de Covid-19 ha desatado una crisis muy seria en la vida familiar de los rusos. A mediados de 2020, tras la primera cuarentena, el número de casos de violencia doméstica se había multiplicado por dos veces y media, aún cuando rara vez se denunciaban por la falta de control social en este ámbito. Los divorcios, en cambio, parecían disminuir, sobre todo porque en 2020 era prácticamente imposible ir al ayuntamiento a firmar los documentos para iniciar la separación. Los datos de 2021 muestran, de hecho, que el número de divorcios ha seguido aumentando en Rusia, un país que desde hace muchos años tiene uno de los índices más altos del mundo, como muestran las estadísticas.

La encuesta no recoge datos de toda la Federación, sino principalmente del largo territorio situado en el curso superior del río Volga, una de las zonas teóricamente más "tradicionalistas" del país. En otra época, allí solían refugiarse los "viejos creyentes" que se oponían a cualquier reforma religiosa y otras comunidades que deseaban vivir al margen de los cambios. El único ámbito en el que la vida familiar ha sido evaluada positivamente parece ser la República de Tartaristán: los trabajadores del registro civil local presumen de un crecimiento de las familias numerosas y de un descenso estadístico de las defunciones, así como de un aumento general de los matrimonios. Sin embargo, los datos dejan muchas dudas, ya que no fueron controlados por Rosstat, el Instituto Nacional de Estadística.

La jefa de la oficina del registro civil de Tartaristán, Gulmat Nigmatullina, destaca la caída de los divorcios en familias con hijos menores de edad: "Es el mejor dato de toda la Federación Rusa, ya que el 80% de los divorcios los deciden los tribunales, que dictan y resuelven procesos de mediación. Nos comprometemos a recurrir a todo lo que esté a nuestro alcance para defender a la familia". Sin embargo, el número de divorcios en 2021 no se publica: "lo publicamos cada dos años", dice Nigmatullina. De las cinco regiones del Volga Superior, Tartaristán es la única que declara una curva positiva que sostiene la solidez de la familias, quizá por razones propagandísticas, en un momento en que el país está afirmando su identidad étnico-religiosa y apuesta mucho a los valores tradicionales.

La historia es diferente en las regiones vecinas, empezando por Baskortostán, donde la población también es de origen tártaro-asiático, aunque más mixta y menos reivindicativa. En la región de Ufa, los matrimonios han aumentado ligeramente desde 2020 -23.000 frente a 19.000-, pero también los divorcios -15.000, frente a 14.000. Hubo 1.847 nacimientos menos en 2021 y casi 3.000 menos que en 2019. Las cifras son similares en Chuvasia, con 1.000 divorcios más y 600 nacimientos menos, y en Udmurtia (+500 divorcios, -272 nacimientos). En la región de Samara aumentó el número de matrimonios (+3.000 en 2021), pero también el de los divorcios (+400), y hubo 448 nacimientos menos.

En toda la Federación Rusa se registraron 923.553 matrimonios en 2021, 150.000 más que en el año anterior, mientras que los divorcios fueron 644.207, 100.000 más que en el primer año de la pandemia. En los últimos tres años, la tasa de natalidad de Rusia disminuyó considerablemente: en 2019, nacieron 1.484.517 niños, 50.000 menos en 2020 y 1.404.834 en 2021. En 2021, casi el 15% de las familias se disolvieron.

El presidente de la Fundación para la Investigación Social, Vladimir Zvonovsky, observa que "el fenómeno de la disminución de los matrimonios y los nacimientos no es exclusivamente ruso. Las generaciones más jóvenes perciben que las uniones ante el registro civil o la celebración del matrimonio en la iglesia tienen cada vez menos sentido. Y al comprometerse menos, también tienen menos hijos". Hay muchos factores que intervienen en esta decisión, como la mayor expectativa de vida y la protección social, que hacen menos apremiante la necesidad de formar una familia. El nacimiento de los hijos está cada vez menos ligado al matrimonio, y las futuras generaciones no conciben el sentido de la unión sagrada y civil.

Como recuerda Zvonovsky, "las familias no se forman en Internet". El Estado socialista soviético se propuso sustituir la familia por el control social de los nacimientos y del crecimiento de las generaciones futuras. Hoy, la vida está abandonada a la incertidumbre absoluta en el plano personal y social, y la pandemia parece haber dado el empujón decisivo para romper todos los esquemas.