21/05/2025, 13.17
VATICANO
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Sobre la parábola del Sembrador la primera audiencia de León XIV: "Dios está dispuesto a 'desperdiciarse' por nosotros"

40 mil personas dieron la bienvenida a Prevost en su primera audiencia general en la Plaza de San Pedro. El recorrido en papamóvil estuvo acompañado por el entusiasmo y las banderas del Líbano, Ucrania y la paz. León XIV optó por continuar el ciclo de catequesis sobre «Jesús, nuestra esperanza» iniciado por Francisco para el Jubileo. Llamamiento a una «ayuda humanitaria digna» a Gaza. «Estamos llamados a sembrar esperanza y construir la paz».

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Alrededor de 40.000 personas se reunieron esta mañana bajo un cielo romano velado en la plaza de San Pedro para la primera audiencia general del Papa León XIV. El pontífice reanudó el ciclo de catequesis para el Jubileo titulado «Jesucristo, nuestra esperanza», continuando las reflexiones iniciadas por Francisco. La catequesis de hoy se ha centrado en la parábola del Sembrador (Mt 13, 1-17). Saludando a los peregrinos en las diversas lenguas, el Papa Prevost recordó la enseñanza de Pablo: «Cada uno recogerá lo que ha sembrado». En la tumba del Apóstol de los gentiles, el Papa había visitado ayer la basílica de San Pablo Extramuros. «En un mundo dividido y herido por el odio y la guerra, estamos llamados a sembrar esperanza y construir la paz». 

Antes del inicio de la audiencia, el Papa León XIV hizo un largo recorrido en su papamóvil -el segundo desde su elección, tras el del pasado domingo antes de la misa de inicio de su ministerio petrino- entre la gente presente en la plaza de San Pedro. Eran muchos los brazos extendidos, las sonrisas, el deseo palpable de acercarse al coche, acercándose a las mamparas que delimitan los pasillos de la plaza. Entre las banderas, se distinguen las de Líbano, Ucrania, Estados Unidos. Pero también la inscripción «paz». A su paso, Prevost bendice a varios niños y niñas que la escolta le acerca. Saludando a los peregrinos de lengua italiana, recordó la «situación cada vez más preocupante y dolorosa [...] en la Franja de Gaza». El Pontífice renovó su llamamiento -ya expresado en ocasiones anteriores- para que se permita la entrada de «ayuda humanitaria digna» y se ponga fin a la violencia «cuyo desgarrador precio pagan los niños, los ancianos y los enfermos». 

En su catequesis, el Papa León XIV recordó que las parábolas «ayudan a redescubrir la esperanza» y «muestran cómo actúa Dios en la historia». Sobre la del Sembrador, leída antes de la reflexión en varias lenguas, dijo: «Es una especie de introducción a todas las parábolas. En ella un hombre siembra en diferentes tierras; sólo la parte que cayó en la «buena tierra» dio fruto (Mt 13,8). «En este relato podemos reconocer el modo de comunicar de Jesús», subrayó el Papa. «La parábola del sembrador habla precisamente de la dinámica de la Palabra de Dios y de los efectos que produce. De hecho, la Palabra es como una semilla que se siembra en el 'terreno de nuestra vida', sea cual sea. La imagen de la semilla es utilizada por Jesús en muchas ocasiones. En ellas, la tierra representa «nuestro corazón, pero también es el mundo, la comunidad, la Iglesia», añadió Prevost. La Palabra de Jesús es «para todos»: «actúa en cada uno de manera diferente».

De hecho, al sembrador no le importa dónde caiga la semilla. Y parece difícil identificar el significado de este gesto. «Estamos acostumbrados a calcular las cosas - y a veces es necesario - ¡pero esto no se aplica en el amor! El modo en que este sembrador 'derrochador' siembra la semilla es una imagen del modo en que Dios nos ama», explicó el Pontífice. Dios, por tanto, siembra la «semilla de su Palabra» en cualquier terreno y, por tanto, en cualquier vida. «Dios confía y espera que tarde o temprano la semilla florezca». Sobre cómo la semilla da fruto -muriendo-, Jesús habla también de su vida. «Esta parábola nos dice que Dios está dispuesto a 'derrochar' por nosotros y que Jesús está dispuesto a morir para transformar nuestras vidas», añadió León XIV.

Prevost también relaciona estas palabras con una imagen: «Sembrador al atardecer», de Vincent Van Gogh. «Me llama la atención que, detrás del sembrador, Van Gogh representara el grano ya maduro. Me parece una imagen de esperanza», afirma. La escena no está dominada por el hombre, sino por el sol, «quizá para recordarnos que es Dios quien mueve la historia, aunque a veces parezca ausente o distante». El mismo sol que calienta la tierra hace que las semillas den fruto. «Pidamos al Señor la gracia de acoger siempre esta semilla que es su palabra», dijo el Papa León XIV al final de la catequesis. «Y si nos damos cuenta de que no somos una tierra fecunda, no nos desanimemos, sino pidámosle que nos trabaje de nuevo para hacer de nosotros una tierra mejor». En el final de la audiencia, el pensamiento fue para el predecesor Bergoglio, que justo hoy hace un mes «volvió a la Casa del Padre». «No podemos terminar este encuentro nuestro sin recordar con tanta gratitud a nuestro querido Papa Francisco».

 

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