Vicario de Israel: sanar el tejido social, para una paz verdadera desde Gaza hasta Irán
Trump anunció la tregua, pero Israel acusa a Teherán - que lo niega - de haberla violado y promete nuevos ataques. Mons. Nahra describe un país "paralizado" por un conflicto "permanente" y que se ha descubierto desprotegido ante los misiles. La cercanía a los cristianos de Siria, víctimas de la violencia confesional. Hacen falta personas "arraigadas en la esperanza".
Milán (AsiaNews) - Israel es un país "que todavía se encuentra paralizado" por el "conflicto permanente" desde el 7 de octubre de 2023, por los "ataques recíprocos" con Hamás en Gaza e Irán, por las "sirenas que resuenan y obligan a correr a los refugios". Las escuelas "tampoco han podido cerrar el año normalmente" y en muchos casos la gente "se ve obligada a trabajar desde casa", cuenta a AsiaNews Mons. Rafic Nahra, obispo auxiliar del Patriarcado Latino de Jerusalén y desde 2021 vicario patriarcal para Israel. Confirma la "enorme cantidad de daños materiales" desde Haifa hasta Beerseba como consecuencia de los misiles de los ayatolás durante estos 12 días de guerra. Sin embargo, se espera que la frágil tregua anunciada por el presidente de Estados Unidos Donald Trump pueda aliviar los problemas más críticos y traer alivio a una población "exhausta por los heridos, los muertos y la destrucción". Porque si bien el frente caliente es Teherán, todavía queda sin resolver la cuestión de la Franja y de los rehenes que siguen en manos de los milicianos y constituyen "otra dimensión" del conflicto, aunque "se habla muy poco de ello".
Un país en guerra
"La guerra con Irán - afirma Mons. Nahra - se siente en todas partes, pero sobre todo en el centro del país, mientras que el norte fue atacado por Hezbolá en el pasado reciente y el sur fue el blanco de los cohetes de Hamás desde Gaza. Ahora todo el país está involucrado". Los misiles que cayeron en los últimos días, prosigue, "no distinguen entre cristianos, judíos y musulmanes" y han impactado en edificios habitados por civiles y estructuras públicas como el hospital de Beerseba o el centro de investigación científica de Weizmann. "Un centro de investigación médica - explica - que no tenía ninguna relación con el ámbito militar". También hay una percepción diferente en los israelíes del conflicto en Gaza y la guerra con Irán, porque "el ataque" contra la República Islámica "ha recibido mayor apoyo de la población", debido a la "creencia generalizada" de que el problema nuclear de los ayatolás y la posibilidad de la bomba atómica "constituyen una amenaza concreta".
Ahora, prosigue el vicario patriarcal, "la cuestión es cómo plantear la tregua con Irán", incluso a pesar de que "esta mañana volvieron a sonar las sirenas de alarma. La palabra tregua - advierte - tampoco tranquiliza, porque lo que queremos es que terminen las guerras en la región. Pero si no se encuentra una solución a largo plazo, siempre habrá nuevas amenazas, ataques recíprocos, y las agresiones volverán a reanudarse". En esta perspectiva, resulta urgente definir el tema de Gaza, que también es un "problema sin resolver" a nivel humanitario, "por la falta de alimentos, agua y medicinas, por el desplazamiento masivo de personas que se lleva a cabo desde hace un año y medio". La Franja, advierte, se encuentra en riesgo de una "hambruna" de proporciones desastrosas, combinada con enfermedades y emergencias sanitarias, un panorama que ya es insostenible desde hace mucho tiempo. Gaza es "una herida abierta, profunda y dramática" y el ejército "no puede seguir haciendo lo que quiere".
Una tregua frágil
A última hora de la tarde de ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una tregua entre Israel e Irán a partir de las 6 de la mañana, hora italiana, un punto de inflexión tras los ataques "telefónicos" de los ayatolás contra bases estadounidenses en Qatar, en respuesta al ataque estadounidense contra objetivos nucleares. Pocas horas después de que entrara en vigor el alto el fuego propiciado por la Casa Blanca, los iraníes habrían lanzado una oleada de misiles que causaron, entre otros, al menos cuatro muertos en Beerseba. La pausa debería durar al menos 12 horas, pero el magnate afirma que "durará para siempre". En realidad, esta mañana el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció que había "dado instrucciones a las fuerzas israelíes (FDI) para que respondieran a la violación del alto el fuego por parte de Irán con potentes ataques contra objetivos del régimen en el corazón de Teherán". La cúpula de la República Islámica respondió de inmediato, negando haber atacado al Estado judío. Lo cierto es que el alto el fuego parece frágil y no es posible predecir por el momento si puede durar, mientras que el guía supremo Ali Jamenei ya ha anunciado que "no nos someteremos" a las imposiciones ajenas.
Previamente el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había afirmado que aceptaba la propuesta de Trump para un alto el fuego bilateral, y el gobierno añadió que había alcanzado "todos los objetivos" de la guerra contra Irán: la doble amenaza existencial inmediata procedente de Teherán, y la amenaza nuclear y de misiles balísticos. En cuanto al tema nuclear, un científico iraní fue asesinado anoche en un ataque israelí en el norte. El objetivo de los cazas con la estrella de David habría sido Mohammad Reza Seddighi Saber, asesinado cuando se encontraba en la casa de sus padres en Astaneh-ye Ashrafiyeh, no lejos de las costas del mar Caspio; pocos días antes su hijo de diecisiete años había muerto en un ataque contra su casa en Teherán. Mientras Irak reabrió hoy su espacio aéreo después de 12 días de mantenerlo cerrado debido al conflicto entre Israel e Irán, en Gaza sigue muriendo mucha gente. La Defensa Civil de Hamás informó la muerte de al menos 21 personas debido al fuego israelí cerca de un centro de distribución de ayuda.
Sanar el tejido social
El clima de guerra permanente que dura desde hace casi dos años se debe abordar, afirma Mons. Nahra, en una perspectiva de "sanar el tejido social y de una reconciliación", comenzando por el frente abierto "con los palestinos". La población también está "dividida" con respecto al conflicto, por eso es más que nunca "necesario un trabajo interno en la sociedad israelí". Una tarea que "todos esperan, porque no solo hay divisiones entre árabes e israelíes, sino que la propia población israelí está dividida, hay una desconfianza recíproca, una radicalización política. Por eso - añade - hay que volver a unir a todos, reconstruir una sociedad vivible, pacífica". La incógnita sigue siendo el "cómo" se hace para comenzar esta obra de pacificación, pero para eso "están las elecciones", afirma Mons. Nahra. "Nuestra tarea, como Iglesia y como cristianos - explica - es trabajar en la educación, trabajar con las conciencias y tratar de influir en la sociedad. Y el que se presenta en las elecciones debe tener una propuesta diferente, no solo el ideal de la guerra permanente, aunque es evidente que Israel [y buena parte de los países del mundo, ndr] está virando cada vez más a la derecha".
Frente a un panorama tan "complejo y preocupante" hay una sensación de "incapacidad e impotencia", incluso en relación con lo sucedido en Siria, donde se ha consumado una masacre de cristianos y ha vuelto a cobrar protagonismo el tema "de las violencias confesionales, de las minorías". "Estas también son heridas abiertas, herencia de conflictos sin resolver", añade el vicario patriarcal, así como "la cuestión de los rehenes. Hay mucho por hacer si queremos trabajar por la paz, pero para eso hace falta con urgencia personas arraigadas en la esperanza", que es el tema del Año Jubilar. Una última reflexión dirigida a los jóvenes y a los que piensan emigrar, especialmente entre los cristianos, porque no ven un futuro en la región. "Debemos decir - afirma con fuerza - que los necesitamos, que juntos queremos hacer algo, que es un tiempo difícil, pero cosecharemos los frutos en el futuro, mientras que ahora vivimos un momento de prueba". "Nuestra esperanza está en Dios - dice Mons. Nahra - así que si yo vivo con esta esperanza dentro de mí, puedo dar esperanza a los demás. La esperanza se comunica con la palabra, uniendo las fuerzas positivas, y las hay en el país, entre los judíos, los musulmanes y los cristianos. Hay personas que están realmente llenas de buena voluntad, que quieren seguir adelante. Así que - concluye - hay que trabajar juntos, animarnos unos a otros y esperar señales positivas. La primera y más hermosa sería el regreso de los peregrinos que estaban empezando a venir, mientras que ahora todo está paralizado. Su presencia significaría que, realmente, todo ha cambiado".
"PUERTA DE ORIENTE" ES EL BOLETÍN DE ASIANEWS DEDICADO A ORIENTE MEDIO. ¿QUIERES RECIBIRLO CADA MARTES EN TU CORREO? SUSCRÍBETE AL BOLETÍN EN ESTE ENLACE
17/12/2016 13:14
17/10/2023 16:48