08/12/2015, 00.00
VATICANO - ASIA
Enviar a un amigo

​El Jubileo, “esperanza de paz para Corea del Norte y la India”

Decenas de miles de personas de todo el mundo colmaron la plaza de San Pedro para la apertura de la Puerta Santa y el inicio de Jubileo de la Misericordia. La hermana Lucy, surcoreana: “Ruego por una reconciliación de la península”. Un católico filipino: “Espero que el ejemplo del Papa ayude a mejorar las condiciones de los migrantes”. Un sacerdote indio: “Basta de ataques contra los cristianos”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – La apertura de la Puerta Santa y el inicio del Jubileo de la Misericordia representan una esperanza de paz, incluso para los pueblos asiáticos. Convencidos de ello están la hermana Lucy, surcoreana; el joven católico filipino Anthony y el Padre Lawrence, sacerdote del Estado indio de Karnataka. Ellos, antes del inicio de la celebración eucarística de esta mañana, cuentan a AsiaNews sus esperanzas e intenciones en la oración para este Año Santo.

Entre las decenas de miles de personas que colmaron la plaza San Pedro están también la hermana Lucy, religiosa que proviene de la diócesis de Daejeon en Corea del Sur. Está muy feliz de poder asistir a este “momento histórico para la Iglesia. Estoy en Roma por motivos vinulados al estudio, tengo que terminar mi doctorado, y cuando el Papa Francisco anunció la intención de celebrar el Año Santo, de inmediato hice cálculos para saber si aún estaría aquí, para poder verlo personalmente”.

Ahora que llegó el momento “me doy cuenta de que no es solamente una bellísima ceremonia, o un momento particular. Es verdaderamente una invitación a la conversión de todos nosotros. Yo ruego para que la misericordia de la que siempre habla el pontífice pueda ayudar al pueblo coreano a reunirse nuevamente, hallando el camino para la reconciliación”.

Anthony trabaja, en cambio, en Roma, en casa de una familia, como colaborador doméstico:  “Vengo de Cotabato, en las Filipinas, y no habría faltado por nada del mundo”.  Su teléfono suena a continuación: “Son mis familiares, que quedaron en casa. Los extraño mucho, pero necesito trabajar, y aquí me encuentro bien. Espero que los llamados de Francisco para que haya un cuidado hacia los migrantes puedan mejorar las condiciones de vida de quien debe partir para encontrar un salario. En mi caso, soy afortunado, trabajo y me tratan bien. Pero conozco muchas personas que viven en una especie de esclavitud,  y eso no es justo”.

El Padre Lawrence viene, en cambio, del sur de la India, o, para ser más precisos, de Karnataka: “La misericordia a la cual está dedicado este Jubileo es fundamental para mi Estado y para mi país, que a menudo son sacudidos por ataques contra los cristianos y las demás minorías. Pienso que si aplicáramos de verdad el concepto de misericordia y el de amor fraterno, estas atrocidades terminarían”.

Estoy seguro, concluyó el sacerdote, de “que tras la violencia que inflama al mundo no está realmente la religión. Como mucho, ésta es utilizada por quien detenta oscuros intereses. Por más de que cada religión es distinta, todas tienen como principio fundamental la misericordia. Si tuviéramos la humildad de escuchar verdaderamente lo que el Papa nos recuerda tan a menudo, la situación mejoraría de inmediato”. 

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
​Obispo de Bangalore: En Navidad compartamos la alegría de Dios con aquellos que nos hacen el mal
23/12/2015
Papa: Dios “ablande un poco el corazón” de quien condena todo aquello que está “fuera de la Ley”
02/05/2017 13:54
Cardenal Chow: algún día todos los católicos chinos podrán rezar en el mismo lugar
20/11/2023 15:12
Papa: Se cierra la Puerta santa, permanece siempre abierta de par en par la verdadera puerta de la misericordia, que es el Corazón de Cristo
20/11/2016 13:07
Mons. Yu: Un ‘símbolo de esperanza y oración’, la iglesia en la frontera entre las dos Coreas
07/09/2019 08:44


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”