Patriarca de Bagdad: Del sínodo caldeo una Iglesia unidad y cercana a los prófugos

de Joseph Mahmoud

Mar Sako satisfecho de las labores del Sínodo que ha mostrado "unión" y "comunión" entre sus miembros. Permanece el "profundo dolor" por el obispo "rebelde". Solidaridad con las familias que viven en los centros de acogida, pedidos de acogida"nuevos fondos" a Bagdad y Erbil. Instituido el "viernes de los mártires" para recordar las masacres de asirios y caldeo por parte de los otomanos en el 1915.

Bagdad (AsiaNews) - Solidaridad con las familias desplazadas, cuyas tierras y propiedades fueron ocupadas por los jihadistas que viven"deben ser liberadas" y restituidas para que puedan vivir "con toda seguridad", llamada a la unidad y a la comunión de la Iglesia caldea en un momento crítico, unido a la rebelión de un obispo, sacerdotes y monjas a las directivas del patriarcado, continuará el proyecto que llevara al nacimiento de la "Liga caldea" e instituir un tribunal patriarcal de apelación para examinar la causa resguardados por el clero caldeo; celebrar cada año, el primer viernes después de la Pascua, la Jornada "de los mártires y de los confesores de la fe" en recuerdo del genocidio de 1915. Son los puntos emergidos del Sínodo especial de la Iglesia caldea, ocurrido el 7 de febrero en Bagdad, con la presencia del patriarca Mar Louis Raphael I Sako, diversos prelados y personalidades de la Iglesia de Oriente. Un apuntamiento importante para la comunidad caldea, precedido de la ordenación de dos nuevos obispos, monseñor Emanuel Hana Shaleta, de la diócesis caldea de Sant 'Addai y monseñor Bassel Yaldo, neo vicario patriarcal.

Entrevistado por AsiaNews el patriarca de Bagdad se dice satisfecho de los trabajos del Sínodo en el cual ha emergido "una profunda unidad entre nosotros" y el objetivo común de "continuar ayudando a las familias prófugas" para que por fin "el gobierno que ha prometido mucho y cumplido poco, sólo la Iglesia ha continuado ayudando". Mar Sako resalta la importancia de una profunda "Liga caldea internacional" que sabrá "defender y ayudar estos desplazados, promuevan la tutela del patrimonio caldeo, se bata en la defensa de los cristianos perseguidos". Su Beatitud subraya la institución de la jornada especial en recuerdo del genocidio asirio y caldeo, porque "también nosotros hemos perdido cuatro diócesis y tres obispos en aquellos años. Queda por disolver la controversia "con un obispo testarudo" que "boicotea los trabajos del Sínodo y apoya la emigración". "Nosotros, a la vez, pertenecemos aquí en Irak, en nuestra tierra, recuerda Mar Sako, porque queremos continuar siendo un sector de esperanza".

La reunión ocurre en un momento álgido de la historia de la Iglesia de oriente, amenazada por la violencia islámica, que ha diezmado en pocos años la población local. Un éxodo reforzado en los meses pasados con la avanzada de los jihadistas del Estado islámico en el norte, en Monsul y en la planicie de Ninive. A esto se añade el encuentro en acto con algunos monjes, sacerdotes y un obispo, protagonistas de una rebelión hacia el patriarcado. En el 2013 ha habido un duro enfrentamiento entre Mar Louis Raphael I Sako y el obispo de la diócesis de san Pedro Apóstol (san Diego, California) Mar Sarhad Janno, que ha acogido religiosos y padres fugitivos de Irak sin el permiso de su obispo o superior. En cambio el patriarca ha pedido a todos de permanecer en Irak y obedecer a su obispo, sin resultados. El 17 de febrero está previsto un encuentro en el Vaticano y Mar Sako espera que la controversia sea resuelta y "sea preservada la unidad de la Iglesia caldea".

En la conclusión de los trabajadores, los participantes han expresado "profunda lamentación " por la ausencia y la "falta de colaboración" del obispo Jammo, y de monseñor Bawai Soro y otros padres, que con su comportamiento impiden el objetivo de "unidad y comunión". Su decisión ha tenido "una influencia negativa" sobre la Iglesia y los fieles. El patriarca y los obispos renuevan al mismo tiempo su decisión "solidaridad" a las familias prófugas y aseguran todo su empeño y el servicio para abreviar los dolores y las dificultades, agradeciendo al mismo tiempo a cuántos "han dado una mano" en estos meses. La esperanza, explican los participantes del Sínodo, es que el gobierno central de Bagdad y la administración regional del Kurdistán puedan, después d tanta promesas "suministrar los fondos para el sostenimiento de las familias casadas en el Daesh (Estado islámico), despojados de dinero y otros bienes. A la comunidad internacional, a su vez, la tarea de dinero "unir los esfuerzos" para "liberar los territorios ocupados" y otros "garantizar retorno de los desplazados".

Confirmando el proyecto que intenta llevar al nacimiento de una Liga caldea", el Sínodo ha así decidido dedicar un día del año para la celebración del año "viernes de los mártires y de los confesores de la fe". Ellos recuerdan el Genocidio asirio (Masacre de los Asirios o Seyfo), caracterizado por la deportación y eliminación hecha por el Imperio Otomano en el 1915-1916 de los cristianos de la Iglesia asiria, ortodoxa siria, sirio-católica y caldea. En dos años habrían sido masacrados más de 275.000 fieles pero, según algunas fuentes, el número sería superior a 750.000. La celebración se celebrará cada año el 10 de abril; serán celebradas misas, unidas a actividades culturales y populares en todas las diócesis y parroquias, así mismo a la publicación de un volumen que cuente la historia de "una masacre poco conocida".